Hoy simplemente queremos aprovechar la ocasión para felicitar a Pau Gasol en su trigesimoprimer cumpleaños. Sin duda el jugador español más importante de este deporte, y quien nos ha hecho subir ese peldaño de calidad que históricamente nos faltaba. Con la perspectiva actual que nos da la figura de Pau, parece que no se recuerda que ha sido un jugador con unas peculiaridades tan extrañas en su modo de entender el juego del baloncesto, que en un deporte a veces demasiado anquilosado sobre todo en Europa, no ha tenido fácil consolidarse como la estrella que es hoy día. Perteneciente a la brillante generación del 80, de adolescente veía como los principales focos de atención se lo llevaban otros compañeros de camada (Navarro o Raúl López, sobre todo), mientras que en los “juniors de oro”, Germán Gabriel y Felipe Reyes eran los pivots titulares y le dejaban en el banquillo. Pau era un jugador incluso “incómodo” para algunos entrenadores, que no sabían realmente como ubicar en el campo a este cuerpo tan extremadamente alto y delgado con tendencia y facilidad para jugar por fuera, distribuir como un base, o tirar como un alero. Una inmerecida fama de “blando” a pesar de ser un jugador que jamás se ha escondido, que nunca le pierde la cara a los momentos complicados, también ha sido una compañera de viaje habitual de la que se ha ido librando después de duras batallas contra malas bestias del estilo de Kevin Garnett (el jugador NBA que más se parecía a él) o Dwight Howard. No ha sido un camino fácil para llegar hasta donde ha llegado, y la cantidad de bocas que ha tenido que tapar y sigue tapando son innumerables.
Por lo tanto sólo queremos aprovechar este blog para agradecerle por todo lo que nos ha dado y sigue dando, felicitarle con todo nuestro cariño, y desear que siga dándonos éxitos y alegrías. Poco a poco irá llegando la “cuesta abajo”, pero estoy seguro de que nos quedan al menos cinco años de ver a Pau jugando al máximo nivel. Disfrutémoslos, pues me temo que no habrá otro jugador como él en nuestro baloncesto.
El orgullo nacional |
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