viernes, 11 de mayo de 2012

LA BOMBA ESPAÑOLA CONTRA EL EJÉRCITO ROJO (I)


¡Carape!, hete aquí que andábamos todavía con los ecos del final de la temporada regular de la Liga Endesa, y ensimismados con la cruenta batalla de los play-offs NBA (con los Lakers de vuelta a las andadas), que sin comerlo ni beberlo se nos ha echado encima la cita continental más importante de la temporada. La Final Four de Estambul que pone punto y final a una Euroliga que para nuestro baloncesto comenzaba con cinco representantes y presenta al Barcelona como único candidato al título. No ha sido una mala competición para el baloncesto español, con Barcelona y Gescrap Bilbao entre los ocho mejores, pero esperábamos un poco más. Quizás la mayor decepción nos haya llegado por parte del Real Madrid, quienes realmente han hecho un torneo brillante y sólo dos tropiezos mayúsculos les retiraron de la competición antes de lo deseado. También se esperaba más del Caja Laboral, acostumbrado a llegar a las rondas finales y que no ha sido capaz ni de llegar al Top 16 en esta ocación. Lo del Unicaja ha sido la constatación de un fin de ciclo triste y deprimente para la entidad andaluza.   

Pero no es momento de mirar atrás ahora, si no de disfrutar con lo que se nos viene encima en apenas dos horas. Para empezar ese CSKA de Moscu que se divisa como claro favorito al título, debido a la contundencia de los nombres propios que aglutina en su roster. Evidentemente el líder diferencial es Andrei Kirilenko, uno de los forwards más completos de todo el baloncesto mundial de los últimos tiempos. Estrella NBA que en las últimas temporadas mostraba una preocupante falta de competitividad y motivación (lo que Andrés Montes llamaba el club de los “se dejaba llevar”, jugadores que una vez alcanzado el estrellato y un megacontrato parecen perder el hambre de competir y de superarse a si mismos) pero que en su vuelta al baloncesto europeo está literalmente triturando a cualquier rival que se pone en su camino. Pero es que a su lado encontramos nombres que conforman un auténtico equipo de ensueño concebido para ganarlo todo. El ex –jugador de New Jersey, Oklahoma y Boston Nenad Krstic es uno de los pivots más técnicos del continente, formando un fino juego interior capaz de castigar desde fuera con la ayuda del ex –madridista Darjus Lavrinovic. Es cierto que son jugadores con cierta “alergia” a la zona y no gustosos de enlodarse en el barro de la lucha en la zona, pero para eso cuentan con una bestia parda en la zona como Sasha Kaun, el “poli malo” del juego interior moscovita. Acompañando a Kirilenko en las alas un clásico ya del baloncesto europeo, Viktor Khryapa, quien como Kirilenko, o Monia (actualmente en el Khimki) representan esa generación reciente de aleros rusos. Altos, polivalentes, capaces de hacer daño por fuera o destrozarte al poste. En la línea exterior más talento, el genio Teodosic, el emergente Shved, y por supuesto el grandísimo Ramunas Siskaukas, uno de los grandes nombres del baloncesto europeo y lituano de los últimos tiempos, quien con 33 años aún mantiene esas esencias baloncestísticas del más alto nivel que hacen que cada vez que pise la pista sus evoluciones parezcan un clinic. Lo dicho, un super –equipo. Y para no dejar nada al azar desde el banquillo el lituano Jonas Kazlaukas gestiona perfectamente el supergrupo. Kazlaukas fue uno de los técnicos que devolvió la buena salud al baloncesto europeo con aquel veloz y maravilloso Zalgiris Kaunas de Tyus Edney campeones de Europa en el 99, que acabó con la tiranía del baloncesto ingrato y especulativo que se había impuesto los años anteriores. Ahora dirige esta constelación de estrellas que suponen un arma de doble filo para su carrera. Si consigue el cetro europeo, todos los focos irán a los Kirilenko y Teodosic, si por el contrario no se lleva el título a las vitrinas del club ruso, se le señalará posiblemente como el principal culpable, incapaz de hacer frente a las trampas tácticas de los Obradovic, Ivkovic o Pascual. Pase lo que pase desde aquí rompemos una lanza por los técnicos como Kazlaukas, quienes dan la justa libertad a sus jugadores para interpretar el juego y hacen disfrutar a los aficionados.   

La doble K moscovita, Kirilenko y Khryapa. Take no prisoners.


Sobre “Zeus” Obradovic y su Panathinaikos poco se puede decir ya a estas alturas. ¿Opciones contra el CSKA?, sin duda, las tienen. No creo que haya grandes “milagros” tácticos por parte de Zeljko ni trampas sorprendentes capaces de desarticular el juego moscovita. Zelko tiene a su disposición un buen grupo de jugadores, homogéneo, competitivo, veterano, con un rol muy definido en cada caso y aceptado por cada jugador que hacen del conjunto griego una embarcación extraordinariamente briosa cuando todos los brazos reman juntos como un solo hombre. Pero si hay una clave muy precisa en el actual PAO, su pareja exterior. Visto lo fallido del experimento de juntar a dos superestrellas como Diamantidis y Spanoulis, el sabio Zelko ha encontrado su dúo ideal en el Spider-Man griego y el joven Nick Calathes. Calathes, casi dos años mayor que nuestro Ricky Rubio, despuntó en la NCAA apuntando a un jugador exterior estelar. De la mano de Obradovic, como sucediera en su día con Ismael Santos, se ha ido especializando como grandísimo complemento defensivo, sin perder calidad en ataque. Sobre Diamantidis que vamos a decir, creo que el hecho de que haya sido seis veces elegido mejor defensor de la Euroliga lo dice todo. En Barcelona aún sufren sudores fríos cuando recuerdan como la pareja Diamantidis-Calathes cortocircuitó totalmente el backcourt azulgrana de Ricky Rubio y Navarro la pasada temporada cercenado el camino a su Final Four celebrada en la ciudad condal. De modo que Obradovic tiene claro por donde pasan sus opciones de triunfo. Si jugadores como Kirilenko o Krstic son imparables cuando reciben el balón, quizás sea más fácil conseguir que reciban el menor número de bolas posibles. Dicho de otro modo, amigo Teodosic, la que te espera. No le van a dejar ni respirar. 

Amigos, si me permiten, voy a tomarme un café y posteriormente seguimos con el asunto.    

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