Garuba consolado por Tisma tras la final. Dos de los mejores jugadores nacidos en 2002. |
En
el habitual verano de categorías de formación de la selección
española (más necesario que nunca, después del cambio en el
calendario que nos deja sin Eurobasket cada dos años), nos detenemos
en esta ocasión en la plata recién obtenida por los sub16 en el
Europeo de Novi Sad, tras caer en una emocionante final ante una
potente Croacia que sigue generando talentos e ilusión pese a que
sus senior no acaban de explotar al nivel que los pronósticos
decían.
La
selección entrenada por Javi Zamora ha realizado un grandísimo
torneo, ganando seis de sus siete partidos, muchos de ellos además
con insultante solvencia, mandando durante la mayoría de los
encuentros, y sólo mordiendo el polvo en una gran final que comenzó
de manera complicada (perdiendo 37-29 al descanso), tuvieron en
franquía (57-63 a falta de cinco minutos) y finalmente se decidió
en un final más propio de elite senior que de unos adolescentes que
rondan entre los 15 y 16 años. Roko Prkacin (hijo de Nikola Prkacin,
profesional con una larga carrera desarrollada mayormente entre el KK
Split y la Cibona de Zagreb) fue el gran protagonista en el último
minuto, primero con un espectacular mate y posteriormente con la
canasta ganadora que inutilizaba el triple de un gran Héctor
Alderete que había puesto a los nuestros uno arriba a falta de doce
segundos. Kennedy Clement tuvo un lanzamiento a la desesperada en el
último segundo, pero no logró cambiar el marcador errando su tiro.
Clement,
junto a Usman Garuba y Jeff Godspower forma la tripleta de jugadores
de origen africano de la selección española. En estos tiempos en
los que se pone el foco en los peligros de la inmigración, exaltando
vergonzosamente sentimientos patriotas que tanto daño hicieron a la
Europa del siglo XX, la presencia de estos tres jugadores supone una
muestra de la riqueza que realmente puede aportar la inmigración a
un país. Podemos recordar las penosas reacciones de Jean-Marie Le
Pen, líder del xenófobo Frente Nacional, criticando a la selección
de fútbol de su país que fue campeona del mundo en 1998 por la
presencia de un buen número de jugadores de origen extranjero en sus
filas. No caigamos en eso. Donde algunos quieren ver pérdida de
identidad yo veo una gran oportunidad para que gentes desfavorecidas
encuentren un futuro a través del deporte, además de una excelente
herramienta de integración, y por supuesto riqueza. Todos podemos
salir ganando si somos capaces de comprender el contexto actual.
En
el caso de Usman Garuba, hablamos de un portento del que cuesta
intuir su techo. Para la web especializada en “prospects”,
Eurohopes, se trata del mejor jugador de todos los nacidos en 2002,
por delante del alemán Ariel Hupkorti y de su compañero en el Real
Madrid y rival en el pasado campeonato europeo sub16 el croata Boris
Tisma. En el mismo ranking encontramos en quinta posición al alero
estudiantil Hector Alderete, quien junto a Garuba ha liderado a la
selección que acaba de conseguir medalla de plata en Novi Sad. 14
puntos por partido con un espléndido 41% en triples, una barbaridad
si tenemos en cuenta además el volumen de canastas de tres
intentadas (5.6 por partido) En el caso de Garuba, directamente ha
sido el jugador más valorado del torneo, pese a que el MVP ha
recaído en el croata Prkacin, debido al oro obtenido por los
balcánicos. Pero los números de Usman son caso aparte. Ha sido el
máximo reboteador del torneo (12.3 por partido), sexto máximo
anotador (16.3), cuarto taponador (1.6) y el pívot que más
asistencias ha repartido (2.9 por choque) A sus casi 17 años el
madrileño amplia cada vez más su repertorio, aprendiendo a jugar
más alejado del aro (sus 2.02 de altura actuales no imponen tanto
cuanto más se va acercando a la élite) pero sin perder un ápice de
su impresionante capacidad reboteadora e intimidadora.
Garuba,
Clement, Godspower, Alderete,Pau Tendero, Pablo Sánchez... quédense
con estos datos porque la generación del 2002 va a dar mucho que
hablar, tampoco olviden el de Rubén Domínguez, quien siendo un año
más joven ha sido capaz de colarse en el roster de Javi Zamora como
uno de los jugadores más destacados y descarados y con un estilo de juego que por momentos nos ha hecho recordar al del recién jubilado,la leyenda Juan Carlos Navarro.
Un
futuro esperanzador y multiracial para un país empeñado en seguir
siendo potencia europea y mundial en el deporte de la canasta.