Ramón Vila, enorme ante Lituania (18 puntos y 14 rebotes) celebra exultante la victoria. |
Si hay futuro. Lo lleva habiendo diez largos años en
los que España no se ha apeado del podio en los campeonatos de Europa sub20,
categoría antesala de la absoluta. En estos diez torneos dos han sido las veces
en las que nos hemos subido a lo más alto del cajón, 2011, en Bilbao, con una
selección liderada por Nikola Mirotic, y en este 2016 contra pronóstico en
Finlandia sin tener ni mucho menos la mejor selección, o al menos no contar
entre los equipos favoritos. En ambas ocasiones un mismo hombre dirigiendo la
nave: el defenestrado Juan Antonio Orenga, quien saliera por la puerta de atrás
de la absoluta tras el descalabro ante Francia en el pasado Mundial de 2014
pero que como entrenador de formación suma ya cuatro medallas, dos de ellas
como decimos de oro (a las que hay que sumar el bronce con la absoluta en el
Eurobasket de 2013 con una selección sin Pau Gasol, Navarro, Felipe Reyes,
Ibaka o Mirotic) Sería injusto seguir juzgando a Orenga por su nefasta
dirección en aquel infausto partido contra Francia, cuando lo cierto es que su
trabajo en la FEB arroja muchas más luces que sombras.
Los Marc García (MVP del torneo con sus 14.9 puntos,
4.3 rebotes y 1.6 asistencias por partido), Santi Yusta (auténtico todoterreno del
equipo con 10.7 puntos, 5.4 rebotes, 2.4 asistencias y 2.1 robos de balón) o
Francisco Alonso (polivalente base que ha firmado 13 puntos, 3.4 rebotes y 3.7
asistencias por partido) se unen al club de los Xavi Rey, Quino Colom, Pablo Aguilar, Víctor Claver, Xavi
Rabaseda, Pere Tomas, Joan Sastre, Nikola Mirotic, Willy Hernángomez o su
hermano Juancho. Jugadores que se han estado subiendo al podio durante estos
diez años en este torneo y han ido regenerando nuestro baloncesto para asegurar
una continuidad en la elite ahora que nuestra gloriosa generación del 80 parece
dar sus últimos coletazos. Es el segundo gran éxito de la nueva etapa del
baloncesto español, ya que hace unos días las chicas de la misma categoría se
proclamaban igualmente campeonas de Europa otorgando el primer oro de la era
Garbajosa, quien viene a suceder a un José Luis Sáez que si bien dejó el cargo
envuelto en la polémica por presunta malversación del dinero de la federación
para uso propio, hay que reconocer que en lo deportivo ha estado al frente de
la época más gloriosa de nuestro baloncesto en todas las categorías posibles.
Esperemos que continúe la cosecha de medallas, con
culminación en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro para ayudarnos a hacer
más llevadero este verano en el que, como ven, hemos reducido notablemente la
actividad en este blog. Y no será por falta de noticias, ya que el mercado no
para de moverse a ambos lados del Atlántico. Trataremos de analizar los
movimientos más interesantes en alguna próxima entrega, aunque admitimos que en
estos momentos nuestro chip baloncestístico viste de un predominante color
rojo. El mismo que luce la camiseta de nuestra selección en cualquiera de sus
diferentes categorías, esas que no paran de alegrarnos verano tras verano.
Orenga aumenta su palmarés. Cinco medallas con la FEB. Algo tendrá el agua cuando la bendicen. |
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