La noche se vestía de épica en Las Palmas de Gran
Canaria, con el Herbalife buscando la remontada ante un Galatasary que se traía
14 puntos de diferencia del partido de ida de estas semifinales de Eurocup. Y
lo tuvieron. Pese a que el equipo de Ergin Ataman, actual seleccionador turco,
mantuvo una gran sangre fría y apenas se descompuso pese a los arreones
canarios, lo cierto es que el impresionante final de partido de los de Aíto,
culminado con un triple de Aguilar que bien hubiera valido una final, estuvo a
punto de obrar la remontada y llevar al club insular a su segunda final europea
consecutiva y a la tercera final de su historia en máxima competición, todas
ellas con Aíto. Me enganché a la retransmisión ya en la segunda parte (antes
tocaba sufrir con la Champions League) y fue magnífico comprobar como con tanto
en juego a muchos jugadores no les temblaba la muñeca. McCollum fue el más
claro ejemplo, echándose el equipo otomano a la espalda en los momentos claves,
aunque fue el veterano Micov (sensacional todo el partido con 21 puntos y 7
rebotes) quien enmudeció el Gran Canaria Arena con una canasta final en
penetración a tablero para dejar el marcador en 90-76 y llevar el partido a la
prórroga tras el mencionado triple de Aguilar (Oliver tuvo un tiro posterior,
desequilibrado y sin éxito) En el tiempo extra se acabaron las alegrías
ofensivas y comenzaron las imprecisiones, con una anotación muy baja, lo cual
al menos mantenía con opciones a los locales. DJ Seeley, inspirado frente al
aro durante todo el choque (máximo anotador con 23 puntos, además de sumar 4
rebotes y repartir 5 asistencias), falló dos tiros libres claves en los
instantes finales. Tampoco hizo pleno desde la línea del 4.60 McCollum en el
último ataque turco, pese a haber anotado los dos de los que dispuso en su
anterior posesión (suyos fueron los cinco puntos del Galatasaray en la
prórroga, todos desde el tiro libre), falló el primero de su último ataque
poniendo el definitivo 94-81 en el marcador al anotar el segundo. Quedaban 17
segundos y una última posesión para los locales. Oliver lo volvió a intentar
pero no pudo con la defensa turca recibiendo el tapón de Micov. El “Benjamin
Button” de la ACB no lució a nivel estadístico como en otras ocasiones
(finalizó con un horrible 1 de 10 en tiros de campo), pero lo cierto es que con
él en pista el equipo jugó su mejor baloncesto, especialmente en la conexión
con Alen Omic. Ni un reproche. Ni a él ni a todo un equipo que sigue llamando a
las puertas de una gloria que no termina de culminar con un título. Bien
hubiera podido ser esta Eurocup, ya que estoy convencido (no deja de ser una
hipótesis basada en una opinión personal) que de haber superado estas
semifinales el Strasbourg hubiera sucumbido ante los de Aíto en la gran final a
doble partido. Curioso lo del equipo francés de Vincent Collet, por cierto, que
no ha ganado ninguno de sus tres partidos como locales en las eliminatorias,
resolviendo sus cruces gracias a sus victorias como visitante. Que gane el
mejor en una final de Eurocup en la que, desgraciadamente, no tendremos
representante español a quien apoyar.
Gran Canaria, rozando la gloria. |
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