Itoudis sabe que todo pasa porque Calathes alimente a Anteto. |
5 GRECIA: la selección helena comparece en este campeonato con un nombre propio por encima del resto: Antetokounmpo. Y es que hasta cuatro de los cinco hermanos más famosos del baloncesto europeo fueron convocados por Itoudis para la preparación de este Eurobasket. Alex, el pequeño, ya ha sido cortado, pero ahí está el dato como ejemplo de la importancia de la familia Antetokounmpo en su país y para vergüenza y humillación de los miserables de Amanecer Dorado. En efecto, todas las opciones helenas parecen pasar por la mejor versión del dos veces MVP de temporada y campeón (y MVP de finales) de 2021. Nada tiene que ver este Giannis con el todavía bisoño jugador del Eurobasket 2015, su anterior comparecencia en este torneo, ni siquiera con el del Mundial 2019, decepcionante con poco más de 14 puntos por partido y eliminado por personales en el partido decisivo ante República Checa que dejó fuera de las eliminatorias a Grecia por un average de tres puntos. Este Anteto llega con laexperiencia suficiente como para entender las diferencias entre FIBA y NBA, presenta su evidente mejoría en el tiro libre y de media distancia, y con una mejor selección en el de larga. Olvidada ya la intención de convertirlo en un “all around player” que iniciase el juego como un base, Giannis se ha convertido en un asesino ejecutor cerca del aro, donde es imparable. Si Itoudis, en su estreno como seleccionador, quiere ver a su equipo llegar lejos, sabe que todas las opciones pasan por alimentar a su bestia greconigeriana, y ahí es donde entran en juego sus dos principales generadores, un Calathes con el que por lo visto en la preparación y ventanas FIBA la conexión es total y un Sloukas tocado cuya presencia en el roster final no está asegurada. Evidentemente sería vital la participación del alma del Olympiacos. Papanikolau es el otro gran referente de la vieja guardia helena. Dorsey, después de su gran temporada en El Pireo precisamente al lado de Sloukas y Papanikolau, llega como nacionalizado de lujo para asegurar puntos (y generación de juego) desde el perímetro. El resto parece un relleno con buen molde físico y cierto talento (Agravanis en el poste y al cuatro abierto) y alguna mirada puesta en el futuro (Kalaitzakis o Lountzis) La escasez de fondo de armario parece el gran hándicap para un roster que no debería tener problemas en ocupar las primeras posiciones de su grupo y pasar la primera eliminatoria, pero llegar a semifinales sería todo un éxito para uno de los alumnos más aventajados del dios Obradovic, un Itoudis que con el bagaje de sus dos euroligas conquistadas con CSKA busca el reto internacional antes de emprender nueva aventura turca en un Fenerbahce donde se reencontrará precisamente con Calathes.
6 ESPAÑA: incluso con el precedente del Mundial 2019, cuesta encontrar un campeonato internacional de selecciones en los últimos 20 años en el que la selección española parta con unas perspectivas tan bajas como las de este torneo. Y aun así nos encontramos un equipo a buen seguro competitivo, que intentará hacer de la defensa una vez más una seña de identidad (la energía de Garuba y Parra, fundamentales) y que siguiendo la tendencia general buscará su mayor producción en la pintura, donde Willy Hernángomez se erige como nuevo líder, al menos estadístico, de esta selección. La producción del mayor de los Hernángomez numéricamente hablando no admite dudas, siempre suma en su casillero, y admitiendo que sufrirá ante los grandes pívots del torneo (algunos de ellos entre los mejores del mundo… Jokic, Gobert, Valanciunas… o Giannis Antetokounmpo quien muy posiblemente salga de inicio de cinco), frente a la gran mayoría de rivales debe provocar auténticas escabechinas. Más dudas provoca su hermano Juancho, quien ha evidenciado un bajo estado de forma durante la preparación y que tampoco parece encontrarse cómodo en este formato grande que busca Scariolo de inicio poniéndole de tres. Con Garuba cogiendo la forma lentamente tras su lesión en el tobillo, la gran noticia ha sido un Jaime Pradilla confirmando las excelentes sensaciones de su buena temporada en Valencia. Las carencias exteriores, especialmente en el base (y más tras la última lesión de Llull), hacen recaer un excesivo protagonismo en el recién llegado vía nacionalización exprés Lorenzo Brown, fantástico jugador a nivel individual pero que no termina de encontrar su juego con sus nuevos compañeros.
España confía en su juego interior. |
7 ITALIA: el nuevo proyecto transalpino del medallista olímpico como jugador Pozzeco (releva al entrañable Meo Sacchetti) rompe con el pasado reciente de manera abrupta por la lesión de menisco de Gallinari, quien estaba llamado a encarnar la vieja guardia en una selección que sigue mostrando nombres tan ilustres como Melli o Datome pero cuya fiabilidad debe pasar por la progresión de los Polonara o Fontecchio,jugadores capaces de adaptarse a un rol secundario o de dar un paso adelante llegado el momento. Nico Mannion no admite dudas como nueva estrella emergente. No perder el estatus que tanto les costó recuperar debería ser el objetivo, con la figura de Paolo Banchero en la idea del futuro inmediato.
8 ALEMANIA: tiempos ilusionantes para el baloncesto del principal anfitrión del torneo, una Alemania que finiquitado el ciclo de Henrick Rodl confía en el veterano canadiense Gorden Herbert para subir un peldaño más en un país en franca progresión. Parten en el temible grupo B, pero con jugadores de nivel NBA como Franz Wagner (su hermano Moritz es ausencia por lesión), Dennis Schroder, Daniel Theis y un Johannes Voigtmann en su “prime”, por muy temibles que sean sus rivales de la primera fase deben pasar de ronda y a partir de ahí pueden darle un susto a cualquiera.
9 TURQUÍA: vuelve Ataman, nuestro villano favorito, a un banquillo que conoce bien y en el que no dejó mala impresión, metiendo a Turquía en cuartos del mundial 2014 (remontada ante Australia en octavos), aunque decepcionaron en 2015 con sólo tres victorias sufridas ante Italia, Alemania e Islandia y cayendo de paliza ante Francia en cuanto llegaron los cruces. El reto del ganador de las dos últimas euroligas es inculcar espíritu competitivo a un roster talentoso pero que apenas rinde en grandes citas salvo cuando es anfitrión. En un país con tan larga tradición baloncestística cuesta entender que sólo hayan conquistado dos preseas en grandes citas internacionales (las platas del mundial 2010 y euro 2001), en ambas ocasiones siendo anfitriones. En el resto de su historia no les encontramos ni en semifinales. Puntos asegurados con Larkin, Korkmaz y Osman, y mucha clase en la pintura con Sanli y el joven Sengun. Mimbres para mínimo pasar de fase de grupos. La gran duda una vez más está en sus ganas de competir.
La cuestión turca |
10 CROACIA: claro que si hablamos de dudas en cuanto a carácter y competitividad, Croacia vuelve a llevarse la palma. Muchísima calidad en el núcleo principal (Bogdanovic, Saric, Zubac, Hezonja, Simon…) y grandes esperanzas en los prospects Gnjidic y Prkacin (reciente fichaje del Girona de Marc Gasol) Ausentes del último mundial y JJOO, el gran trabajo de Mulaomerovic será inculcar el añorado instinto asesino de la Europa del Este a un equipo tan talentoso como endeble mentalmente.