jueves, 31 de enero de 2013

EL PRIMER Y ÚLTIMO PISTON


Unos que vienen y otros que se van...


Importante trade anoche en la NBA. Los Memphis Grizzlies, quienes ya advirtieron desde la llegada de su nuevo propietario (un multimillonario de 34 años llamado Robert Pera… hay que ver que bien definen algunos apellidos) que se iban a mover mucho en estos menesteres para intentar liberar masa salarial y poder mantener su competitivo bloque en la mayor manera posible, se deshicieron de su alero titular Rudy Gay, un magnífico jugador pero que no parece clave en la química de un roster que ha encontrado tan preciado elemento después de varios años. El movimiento lleva al forward a Toronto, donde a buen seguro no tendrá problema para desarrollar al máximo su incontinencia tiradora, e implica a los Detroit Pistons, que reciben a José Manuel Calderón y lleva a sus aleros Prince y Daye, junto al ex –Raptors Ed Davis a Memphis, que conforma así una plantilla bastante interesante pese a la perdida de una estrella como Gay. 

Como algunos lectores de este blog sabrán, soy un gran seguidor de los Pistons desde hace algo así como un cuarto de siglo, cuando empecé a seguir y conocer el baloncesto de la mejor liga del mundo. Por lo tanto no puedo pasar por alto esta noticia que tiene cierto simbolismo para cualquier seguidor español de la franquicia de la MoTown, el simbolismo que hemos intentado reflejar en el título de esta entrada.

José Manuel Calderón se convierte en el primer español en formar parte de una franquicia histórica y ganadora de tres anillos como son los Pistons de Detroit. Es cierto que no viven sus mejores momentos, de hecho hablamos de uno de los equipos más flojos de la NBA en la actualidad (intentando reconstruir un futuro que puede ser brillante alrededor del trío Knight/Monroe/Drummond), y que la participación del base internacional español con la elástica del equipo de la ciudad del motor puede verse reducida posiblemente a lo que queda de aquí a final de temporada, cuando se convierta en uno de los agentes libres más cotizados del mercado en el puesto de base, pero no lo olvidemos, es el primer español en jugar en los Pistons. La noticia evidentemente no tiene el impacto de la de aquel 1 de Febrero de 2008 en la que toda España celebró al traspaso de Pau Gasol al club más glamouroso de la NBA y que con su llegada se convertía en claro aspirante al título, pero que caray, a mí me hace ilusión ver a uno de los nuestros en mi equipo, llevando la misma camiseta que en su día lucieron los Thomas, Dumars y compañía.   


Greg y Andre, una pareja de "angelitos" a la que surtir de balones.


Y la llegada de Calderón por otro lado supone el auténtico fin de una gran era en los Pistons, que en mi opinión tuvo un comienzo precipitado con el equivocado traspaso de un todavía muy válido Chauncey Billups (quien por cierto, su dorsal número 1, que ahora luce Drummond, debería haber sido retirado por todo lo dado al club) por un Allen Iverson de vuelta de todo a finales del 2008. A partir de ahí la salida de Rasheed Wallace a Boston, la de Richard Hamilton la pasada temporada a Chicago, junto a la retirada de “Big Ben” Wallace, dejaban a Tayshaun Prince como último exponente de la última era gloriosa de los Detroit Pistons, cuyo cenit fue el anillo de campeones de la NBA en 2004, otra final, cayendo frente a San Antonio, y varias finales de conferencia. En definitiva un equipo claramente dominador en el Este durante la primera década del siglo XXI con un quinteto titular que los buenos aficionados a la franquicia del motor recordamos y recordaremos durante mucho tiempo de carrerilla por todos los buenos momentos que nos proporcionaron: Chauncey Billups, Richard Hamilton, Tayshaun Prince, Rasheed Wallace y Ben Wallace.  

Un quinteto, una época, una década de leyenda.


Esperemos que a Calderón le vaya bien en su nuevo destino, cargado además de una extraordinaria mitología musical. Hablamos nada menos que de la cuna del sello MoTown, uno de los más extraordinarios labels de música popular afroamericana, puro soul de llenar pistas de baile y poner las emociones a flor de piel. No sólo eso, Detroit posteriormente fue una de las ciudades donde mejor comenzó a gestarse el más crudo y genuino proto-punk americano con bandas como MC5 o los Stooges. Entre medias, aventuras lisérgicas y ensoñadoras como las de los infravalorados SRC. Baloncesto y rock&roll, amigos míos, las cosas buenas de la vida. Aquí les dejo unos temas para celebrarlo.   






3 comentarios:

  1. nunca he sido un seguidor de los pistons, pese a mi apodo scooterista (pistomnudo, pero desde luego si que soy un auténtico fanático de MoTown ...algo es algo ;-)

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  2. Espero que al menos hayas disfrutado la canción del gran Smokie, :-D

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