Floor General |
Siempre me ha fascinado la
figura del “hater” deportivo. Ese sujeto que sin el menor pudor expresa su odio
e inquina hacia alguna figura triunfal, de la que no puede soportar su éxito y
dedica sus energías a buscar la manera de revertir la realidad a su gusto.
En el caso de nuestro querido
deporte de la canasta, globalmente, la palma se la han llevado los “LeBron haters”, una jauría vociferante empeñada en ningunear la trayectoria de quien
con 28 años ya es uno de los mejores jugadores de todos los tiempos… y veremos
en que lugar del escalafón acaba su carrera. Sobre el caso LeBron ya hemos
profundizado largo y tendido en este blog, por lo que no vamos a volver a
incidir sobre ello, pero es curioso comprobar como algunos antiguos “LeBron
haters” hoy día se deshacen en elogios cuando no hace más de dos años era el
mayor objeto de sus iras. ¿Tanto ha evolucionado el juego de “The King” para
voltear la situación?, lo dudo, es cierto que la bestia de Akron cada día es
mejor jugador de baloncesto, pero hace ya temporadas que la polivalencia de su
juego y su capacidad para dominar todas las facetas de este deporte no conocen
parangón. Por eso tiendo a pensar que el “hater” baloncestístico suele ser un
tipo de seguidor que apenas ve el juego, si no que se limita a seguir las
noticias, mirar resultados y comprobar estadísticas. Es el típico aficionado
que durante el otoño y el invierno apenas dedica su tiempo a ver un solo
partido, y únicamente por Primavera, cuando se jueguen los títulos, quizás se
decida a perder un poco de su tiempo viendo un encuentro de este deporte.
En España, país cainita por
excelencia, la figura del “hater”, como no podía ser de otro modo, se ceba con
los nuestros. No hay más que recordar todo lo que se dijo hace unos meses sobre
la selección de Orenga y la escasa valía que se le ha dado al último bronce europeo. Hoy queremos centrarnos en el juicio y valoración que se establece
sobre Ricky Rubio por parte de quienes no es que sean incapaces de rendirse a
la magia del genio del Masnou (están en su derecho… y difícilmente pueden
hacerlo además cuando no ven un solo partido NBA), si no que se empeñan en
cargarse de razones para demostrar que Ricky es un hype sobrevalorado con buena
prensa pero escaso baloncesto. Admitimos desde este blog que Ricky es uno de
nuestros jugadores favoritos, nunca lo hemos negado. No somos objetivos con el
base catalán. Nos enamora su juego y lo reconocemos. Pero creemos que lo que
los lectores van a leer a continuación trata de acercarse lo más posible a esa
objetividad que niegan quienes tienen entre ceja y ceja a nuestro talentoso
director de juego.
SOBRE LA INCIDENCIA DE RICKY
RUBIO EN SU EQUIPO: El base español comienza su andadura NBA en Minneapolis en
una franquicia deprimida que había obtenido balances de 15-67 (18.3% de
victorias) y 17-65 (20.7%) en los dos cursos anteriores a la llegada del
catalán. En esas dos temporadas Kevin Love, la indiscutible gran estrella del
equipo, ya cumplía su segundo y tercer año en la NBA. Es decir, con la llegada
de Love la franquicia, pese a recuperar ilusiones ante un jugador de ese
calibre, no lo notaba en resultados. La primera temporada de Ricky se salda con
un balance de 26-40, o lo que es lo mismo, un 39.4% de victorias. Los Wolves
doblan prácticamente su porcentaje de partidos ganados en cuanto Rubio pone un
pie en la franquicia. Pero recordemos además que la temporada rookie de Ricky
finaliza abruptamente con su grave lesión de rotura de ligamentos cruzados (la
misma que ha tenido a Derrick Rose 18 meses sin pisar una cancha), por lo que
nuestro jugador internacional se pierde 25 partidos. En total Ricky juega ese
primer curso 41 partidos, con un balance de 21 victorias y 20 derrotas. Con su
ausencia el balance del equipo en los 25 partidos restantes es de 5 victorias y
20 derrotas. Y esto, repetimos, son números objetivos. Esto, repetimos, es la
realidad, por mucho que algunos intenten distorsionarla para moldearla a su
antojo. Evidentemente el gran líder de los Wolves no es otro que Kevin Love, un
jugador absolutamente descomunal, pero no deja de ser cierto que hasta que el
“beach boy” no ha tenido a su lado un socio perfecto como Ricky no ha podido
transformar su juego en algo que se traduzca en victorias para el club que
confió en él como jugador franquicia en el verano de 2008. De hecho la
temporada pasada fue un auténtico desastre para Minnesota, con Ricky
recuperándose de su lesión y Love ausente casi todo el curso por la rotura de
los huesos de su mano, además de incontables percances con Budinger, Kirilenko,
o la fallida aventura de recuperar a Brandon Roy. Tanto fue así que no resultó
extraño ver a un temporero llegado de la ACB como Mickael Gelabale establecerse
como titular en gran parte de la temporada de los lobos. El quinteto final de los
Wolves más repetido fue el de Ricky-Ridnour-Gelabale-Williams-Stiemsma. Una
pesadilla para Adelman. Esta temporada con el equipo sano hasta el momento los
lobos marchan con un 6-3 que les darían la quinta plaza del Oeste de cara a
unos hipotéticos play offs, los cuales parecen una realidad y no una quimera
por vez primera desde la temporada 2003-04, cuando cayeron en finales de
conferencia frente a Los Angeles Lakers. Eran los tiempos de Kevin Garnett, Latrell Sprewell y Sam Casell.
Respecto a la producción de
Ricky dentro de su franquicia los datos son elocuentes. Evidentemente ha sido
el máximo asistente y recuperador de balones del equipo desde su llegada, pero
ha sido de los más destacados en todas las facetas del juego. Si nos atenemos a
esta temporada, Ricky es el tercer jugador más utilizado por Adelman tras Love
y Kevin Martin, lógicamente es el mejor pasador y ladrón del equipo, pero ojo a
este dato, es además el tercer mejor reboteador del equipo, sólo por detrás de
la pareja interior Love-Pekovic. Incluso como taponador aparece como el séptimo
dentro de su roster. Respecto a sus tan comentados porcentajes de tiro, de los
que hablaremos más adelante, es actualmente el tirador con mejor porcentaje en
triples del equipo y presenta la segunda mejor marca en tiros libres (por
detrás de Kevin Martin) Por cierto, pueden ustedes entrar en la página web
oficial de los Minnesota Timberwolves y ver a que jugador le dedican la
portada. ¿Alguien sigue creyendo que se trata simplemente de un jugador “de
equipo”, o de segunda fila? Después de todo lo analizado creo que el resultado
es concluyente: el impacto de Ricky en su club ha sido brutal, la franquicia ha
crecido en los poco más de dos años desde que llegó más que en los tres
anteriores con la aparición de Love, y es el segundo jugador más productivo de
los Wolves por detrás del ala-pívot All Star.
Minneapolis vuelve a soñar como hace diez años. |
SOBRE EL TIRO DE RICKY RUBIO:
Sigue siendo su gran talón de Aquiles… pero no tanto. El problema es que
haciendo caso al refrán “cría fama y échate a dormir”, se ha instalado un
tópico sobre la figura de Ricky de que “no sabe tirar” totalmente injusto y
desafortunado. Siendo, como afirmamos, todavía su gran handicap y aspecto a
mejorar, el Ricky tirador está ya en el nivel medio de cualquier base titular
NBA, excepto talentos excepcionales como Chris Paul o Stephen Curry. De hecho
en el presente curso Ricky muestra porcentajes francamente buenos en el aspecto
puramente referido al tiro, ya que está lanzando por encima del 40% en triples
(7 de 17, 41.2%) y del 90% en tiros libres (fantástico registro de 22 de 24,
91.7%) Lo dicho, huyan del tópico. Es en el tiro de dos donde su efectividad
baja y hace que su porcentaje de tiros general sea un flojo 35.4%. Su tiro a
media distancia, ese que le vimos mejorar notablemente en verano con la
selección española, sigue siendo en ocasiones muy forzado, y, siendo muy
habilidoso a la hora de penetrar a canasta dado su talento para el uno contra
uno y su excepcional manejo de balón, sin embargo no es todavía un finalizador.seguro.
Es evidente que Ricky tiene mucho que mejorar en esta faceta del juego, pero es
igualmente evidente que comienza su tercer curso NBA mostrando una notable
mejoría en el tiro, sobre todo teniendo en cuenta que en nuestra opinión un
tirador “puro” lo demuestra principalmente en el triple y en el tiro libre,
aspectos donde el base está mostrando muy buenos registros. Aún así, hay que
tener claro que el perfil de jugador que presenta Ricky Rubio nunca será el de
un anotador, y esta faceta del juego siempre estará por debajo de muchísimas
otras virtudes innatas, por mucho que siga mejorando su tiro y capacidad
anotadora.
En el punto de mira |
SOBRE LA NATURALEZA DEL JUEGO
DE RICKY RUBIO: A Ricky algunos le achacan, incomprensiblemente, la floritura, la
magia, el adorno, la estética. Algo tan absurdo como haber criticado en su día
a “Magic” Johnson por dar pases con los ojos cerrados o cambiando de deporte, a
Michael Laudrup por regalar goles a sus delanteros mirando al tendido.
Sinceramente pienso que tal crítica sólo puede venir de quien no ame el
baloncesto y únicamente le importe el resultado. Pero como bien explicó en una
ocasión Antoni Daimiel, “la floritura de Ricky siempre va acompañada de algo
productivo”. Ya hemos explicado la importancia y el valor del jugador dentro de
su equipo, y la enorme diferencia de unos Timberwolves sin o con Ricky Rubio en
la cancha. Dentro de la generalidad de los bases NBA, el español se codea con
los más grandes, en la posición que sin lugar a dudas a día de hoy presenta la
mayor cantidad y calidad de genios que uno pueda recordar. En el Tirador
llevamos viendo NBA más de 25 largos años, que se dice pronto, y jamás vimos
juntos tanta cantidad de play-makers absolutamente geniales (Paul, Williams,
Rondo, Westbrook, Wall, Rose, Irving, Curry, Holiday, Nash, Lillard, Parker…
por citar los primeros que vienen a nuestra cabeza) A Ricky le ha tocado vivir
la edad dorada de los bases en la mejor liga de baloncesto del mundo, y se
codea con ellos. Hablamos del tercer mejor asistente a día de hoy de la NBA (9.7
por partido) y del mejor recuperador de balones (3.3) Además su media
reboteadora de 4.3 rechaces por partido le sitúa como el séptimo base que más
rebotea en toda la NBA, jugando cinco de ellos (la excepción es Westbrook) al
menos dos minutos más que Ricky (lidera esta clasificación Michael
Carter-Williams con 5.4 rebotes por partido en 36:37 minutos de juego…
recordemos que Ricky permanece en pista 34:06 minutos por partido) Por lo tanto
no cabe la menor duda de que Ricky no es únicamente un base de florituras, si
no que hablamos de uno de los bases más sobrios, eficientes, efectivos y
productivos de toda la NBA.
Y un dato. Ricky lleva 30 partidos consecutivos robando al menos un balón al rival, la cual constituye la mayor racha activa en la NBA (la histórica la tiene Chris Paul con nada menos que 108 encuentros seguidos recuperando balonces)
Y un dato. Ricky lleva 30 partidos consecutivos robando al menos un balón al rival, la cual constituye la mayor racha activa en la NBA (la histórica la tiene Chris Paul con nada menos que 108 encuentros seguidos recuperando balonces)
Hemos tratado de analizar, a
grandes rasgos, la figura, trascendencia e importancia de Ricky Rubio en la NBA
actual, la cual a nuestro juicio arroja muchísimas más luces que sombras para
un jugador que apenas ha cumplido 23 años hace unas semanas y lleva poco más de
un centenar de partidos en una liga como la NBA. No vamos a recordar ahora todo
lo conseguido por Ricky hasta la fecha, en una carrera precoz e insaciable que
le ha convertido en el jugador más joven en ganarlo prácticamente todo en
Europa, hablamos del presente, y ese es luminoso para nuestro joven base
internacional. Hemos afirmado que no somos objetivos con Ricky, y lo mantenemos.
Hablamos de él con la pasión que creemos que se merece un jugador para nosotros
distinto, diferencial, capaz de transmitir sensaciones que sólo muy pocos
genios logran. Los números sí que son objetivos (o no tanto, porque la
interpretación de que de ellos puede hacerse también varía), y eso es lo que
les hemos traído. Pero no hay nada malo en la falta de objetividad debido al
empuje de la pasión. Hablamos de deporte como podríamos hacerlo de cine o
música. Piensen ustedes en un fan de Roky Erickson, por ejemplo. ¿Le importará
acaso que el tejano tenga esa voz de zapatilla destrozada?, ¿o qué no llene
estadios como Bruce Springsteen?, no, defenderá a capa y espada la pasión que
le transmite el gran Roky por mucho que el estúpido fan de Springsteen, incapaz
de profundizar en la esencia real del rock’n’roll, se ría del barbudo de Dallas
al que considerará simplemente un songwriter de segunda fila. Es la diferencia
entre quien escucha la música con esa gasolina vital a la que llamamos pasión y
quien simplemente la oye de pasada sin implicarse emocionalmente. Igualmente
creemos que hay aficionados capaces de ver y emocionarse con el baloncesto de
una manera más profunda que quien sólo echa un vistazo a los resultados del día
anterior. Hay una gran diferencia. Por eso seguimos defendiendo a Ricky como
uno de los mayores talentos aparecidos en el baloncesto en los últimos tiempos,
aunque cada cual es libre, lógicamente, de establecer su veredicto sobre esta y
cualquier figura deportiva puesta en la palestra.
O quizás es que a nuestra
manera nosotros también somos “haters”… de los “haters”.
Court Vision |
A mi Ricky me encanta. Esos pases picados son brutales y este año con Love bien ...quien sabe a que cotas llegará??. Respecto a "haters" , tampoco creo que tenga tantos. Lo que yo creo es que Rubio no encaja en el encorsetado basket FIBA mientras que el juego NBA le va al dedillo.
ResponderEliminarPara haters los de Sergio Rodriguez, Reyes y Laso ...esos si que resultan cómicos.
...y los de Plaza en su día... anda que no le dieron cera...
ResponderEliminarSinceramente, creo que el medio que más ha intentado ensalzarlo ha sido precisamente ese que ha creado la horda de "jeiters" de Ricky (exacto, estoy hablando de la M roja) con cuentos como el Rickycesto, los Rickycaños y demás tontería. A veces obviamos el poder de los medios de comunicación, pero hay un detalle que me encanta comentar: La incidencia de Claver en la NBA es mínima, pero la manía de dicho medio de ensalzarlo ha provocado que sea el hazmerreír de todo el país... Por suerte Ricky tiene talento suficiente para sobreponerse a ese acoso mediático.
ResponderEliminarYo puedo comprender el hartazgo de enfrentarse a la prensa y sus titulares, claro... lo que no comparto es esa gente que lleva desde que apareció Ricky buscando el "truco" y pensando que todo es un invento... Claver me temo que no tardaremos en volver a verlo en el basket FIBA, donde sería pieza apetecible para cualquier equipo con aspiraciones...
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