Alfombra roja para Francia en el grupo A del
Eurobasket, oficiando como anfitriones en Montpellier y con una serie de
rivales incapaces de inquietar lo que parece una primera plaza segura, y muy
posiblemente con un rotundo 5-0 en el casillero. Los de Collet son de hecho los
grandes favoritos para revalidar el título continental y proseguir con su
dorado ciclo que les llevó a ser bronce en el pasado Mundial de España pese a
no contar con su mejor roster. En esta ocasión sólo echarán de menos a Joakim
Noah, y en menor medida a un buen “killer” como Causeur. Que hayan cortado para
el roster definitivo a un jugador tan seguro en los momentos como Heurtel habla
a las claras del potencial galo, y es que no caben todos. Parker volverá a ser
el líder indiscutible con Batum y Diaw como más reconocibles escuderos. Rudy
Gobert, tras una muy notable progresión en la NBA (8.4 puntos y 9.5 rebotes en
su segunda temporada), será otra de sus estrellas, al igual que Fournier
después de su brillante curso en Orlando. El resto una “clase media” de postín,
con veteranos como Gelabale o Pietrus, torres como Lauvergne o el joven Jaiteh (incorporación de
última hora tras la baja de Ajinca, a quien en vista de sus problemas físicos
los New Orleans Hornets han vetado su presencia en el campeonato), el oficio de
Kahudi, y De Colo y Diot cubriendo las espaldas en la dirección del líder
Parker. Equipazo se mire por donde se mire.
A partir de ahí, incertidumbre total. En condiciones
normales apostaríamos por la segunda plaza para Rusia, después de que haya sido
readmitida para el torneo, pero lo cierto es que su roster deja mucho que
desear. La selección de Pashutin contará con veteranos como Fridzon y Monya
como jugadores más reconocibles, que intentarán tirar de un carro que va cuesta
abajo en vista de que no se atisba recuperación en la era post-Kirilenko. Por
si fuera poco cuenta con las bajas de Shved y Kaun. Los Ponkrashov o Antonov
llevan años siendo habituales en la selección, pero no acaban de tener el
impacto deseado. No obstante deberían estar entre los cuatro supervivientes del
grupo, debido a la escasa calidad del resto de sus rivales, y superar el fiasco
del 2013 cuando no pasaron de grupo. De entre esos rivales nos quedamos con
Finlandia. Hicieron un gran campeonato en 2013 y dieron un pasito atrás en el
Mundial, pero con su actual generación de jugadores (Koponen, Salin, Huff,
Lee…) deberían estar al menos entre los tres primeros del grupo A.
Entre Israel, Polonia y Bosnia se deberían repartir
la cuarta plaza. La gran baza polaca es la experiencia (en comparación con sus
rivales, claro) y la presencia de un pívot descomunal como Marcin Gortat, quien
estadísticamente ha de ser uno de los grandes nombres del torneo mientras su
selección esté en liza. Israel se encomienda a su jugador NBA Omri Casspi (juega
sus 20 minutitos en Sacramento) y al sempiterno Lior Eliyahu, además de un
viejo rostro conocido como D’or Fischer. Bosnia en principio parece la selección
más débil. Sin Teletovic, Djedovic ni Nurkic, el bueno de Dusko Ivanovic tendrá
que hacer encaje de bolillos para sacar algo de una selección en la que el
nacionalizado y ex -Valladolid Alex Renfroe cobrará un inesperado peso
específico. El pívot Elmedin Kikanovic puede ser su mejor hombre. Los bosnios
esperan tiempos mejores, después de que sus Sub16 hayan conquistado el oro
europeo llevando las locuras a las calles de un país que sigue amando el
baloncesto (los míticos Dalipagic y Delibasic han sido los héroes nacionales)
pero no acaba de encontrar la manera de volver a despuntar en el continente.
Francia, el gran favorito. |