lunes, 28 de agosto de 2017

EUROBASKET GRUPO B: ESPERANDO A ITALIA




Messina con Belinelli en la NBA. "La Grande Bellezza" sigue sin explotar.



¿Será éste por fin el año de la Italia de Messina?, el equipo transalpino continúa instalado en ese largo retorno a la elite después de años de ostracismo que les han llevado a no clasificarse ni para el último mundial ni para los Juegos de Río. Su último podio europeo data de 2003, el bronce de Suecia. Demasiado para un país con tanta tradición cestista. En principio deberían pasar de grupo sin problemas. Pese a la baja de Gallinari y Gentile, donde más siguen asustando es en el perímetro, con Belinelli y Datome como grandes estrellas. Les falta un buen director de juego, ya que Hackett tiene más vocación anotadora que creadora, y Cinciarini y Ariel Filloy no parecen jugadores de gran nivel. De hecho que el base de origen argentino debute con su país de adopción pese a haber obtenido la nacionalidad italiana de adolescente, habla bien a las claras de lo deficitario del puesto en el roster de un Messina que ya anunciado que dejará la selección después de este torneo, con una trayectoria hasta el momento decepcionante. Todas sus opciones parecen pasar por las muñecas de Belinelli y Datome y de la consistencia de Nicolo Melli en la zona como tercer espada.  Veremos que aporta Christian Burns como nacionalizado, pero más allá de Melli el juego interior de la “azzurra” no ofrece grandes garantías. Aradori, otro exterior, apunta a solvente sexto hombre. Sin problemas en la primera fase, pero no deberían llegar mucho más allá. Me temo que seguiremos esperando a Italia.


Lituania parte como clara favorita de grupo. Renovada a su pesar desde la plata de hace dos años, sus puntales volverán a ser Maciulis y Valanciunas, integrantes del mejor quinteto del torneo en 2015. Cambio de imagen sin el mítico Kazlaukas en el banquillo, pero con otro entrenador de estilo ofensivo como Adomaitis. Kalnietis sigue siendo un seguro en la dirección (apuesten por él como posible máximo asistente del torneo), con sólo Juskevicius como “back up” de garantías. No faltan los tiradores, encarnados por Gecevicius y Grigones, y en menor medida un Bendzius con buena capacidad para postear. Garantías en el juego interior, con el gran referente Valanciunas y su “torre gemela” Motiejunas formando una de las parejas de pívots más rocosas del torneo. Kuzminskas en principio saldrá desde el banquillo, posible sexto hombre para jugar de cuatro abierto sin despreciar su juego al poste y su finura en los movimientos. Ha convencido en New York Knicks y debe ser otro de los pesos pesados de una selección a priori destinada a estar en el filo de la lucha por las medallas, pero se le intuyen mínimo los cuartos de final.


Junto a Lituania e Italia, Alemania y Georgia lo tienen todo a su favor para pasar de primera fase, y sólo Israel pudiera inquietarles. Los de Erez Edelstein pueden dar alguna sorpresa si Omri Casspi está a su mejor nivel y saben sacar partido del nacionalizado Richard Howell, quien junto a Eliyahu puede formar un juego interior imprevisible y difícil de defender por su heterodoxia. Ya no tienen los tiradores de antaño, aunque el base Gal Mekel demuestra buena mano (ha hecho un 40% en Euroliga con el Maccabi) Habrá que seguirlo ya que será nuevo jugador ACB (Herbalife Gran Canaria) Guy Pnini y Yotan Halperim siguen teniendo muy buena mano, pero sus roles actuales en la selección hebrea hay que encontrarlo en la profundidad del banquillo. Ucrania, por otro lado, nos parece sinceramente una de las peores selecciones del torneo, y sería una sorpresa verlos ganar algún partido. Cierto es que mantienen varias piezas de su notable sexta posición de 2013, cuando el mítico Mike Fratello estaba al mando, pero sin el entrenador norteamericano y sin jugadores como Gladyr, Jeter o Fesenko, los Mishula, Pustovyi o Kravtsov parecen demasiado solos. Su balance en la preparación arroja un desolador 1-7, sólo ganando a Rumania (eso sí, de paliza)  


Alemania busca la vida después de Nowitzki. El nuevo jefe es otra figura NBA como Dennis Schroder, muy lejos del nivel del Robin Hood teutón, pero con calidad suficiente para incendiar gradas y partidos desde su posición de base. No estará Pleiss, pero siguen saliendo altísimos pívots jóvenes sin parar. Johannes Voigtmann ya es una realidad. Un 2.11 con movilidad, recursos y una gran visión de juego para un hombre alto. Será el referente interior, mientras que el jovencísimo Isaiah Harstein (19 años) intentará rascar todos los minutos que pueda y demostrar que es el jugador alemán del futuro. El otro gran nombre en la zona es Daniel Theis, en la posición de “cuatro”. Una eterna promesa que ha tenido numerosos problemas de lesiones (de hecho se perdió el torneo de 2015 por tal circunstancia) y que busca consolidarse en la elite antes de dar su salto a la NBA, donde le esperan los Celtics de Boston. Los pesos pesados del vestuario son los ya clásicos Robin Benzing, alero de físico privilegiado, y el tirador Lucca Staiger. Como mínimo la tercera plaza de grupo debería ser un objetivo factible…


…con permiso de Georgia, claro. Los ex –soviéticos lo vuelven a fiar todo a un juego interior de quitar el hipo. Pachulia, Shermadini y Shengelia. Casi nada. Y junto a ellos el joven prospect Goga Bitadze, con 20 años cumplidos este verano y el cartel de mejor jugador del último Adidas Next Generation Tournament. ¿Su posición?, la de pívot, claro. Por fuera dependen del nacionalizado Michael Dixon y en el veterano Giorgi Tsintsadze, ambos capaces tanto de dirigir como de anotar. Con su excesiva dependencia del juego interior no pueden ser considerados candidatos a llegar lejos, pero al menos si a pasar de fase. 



PRONÓSTICOS: Lituania primera de grupo, Alemania segunda, Italia tercera y Georgia cuarta. Israel quinta y Ucrania colista.  




Georgia, lo importante está en el interior.




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