miércoles, 13 de septiembre de 2017

MARC ENCUENTRA EL CAMINO



Marc alcanzó su mejor nivel para destrozar a Alemania.



La selección española disputará sus décimas semifinales consecutivas en un Eurobasket. Demoledor dato que confirma, como si todavía hiciera falta, el dominio de nuestro baloncesto a nivel continental durante el siglo XXI. Algo que no se veía desde las décadas en las que la URSS y Yugoslavia impusieran su férrea dictadura de talento estableciendo una barrera que parecía insalvable entre las escuelas del Este y el resto de Europa.


No ha sido fácil llegar hasta aquí (¿alguien pensaba que lo sería?), pero lo cierto es que no se recuerda un campeonato más regular del combinado de Scariolo. Como en este país no nos gusta estar nunca contentos ahora criticaremos nuestras bajas anotaciones o que no enamoramos como antaño, pero basta recordar el Eurobasket 2015 para darnos cuenta de que llegar hasta la lucha por los metales siempre ha sido un camino de sangre, sudor y lágrimas. De hecho desde el ya legendario Mundial de 2006 de Saitama es la primera vez que llegamos a unas semifinales invictos. En el citado 2015 que tanto nos gusta recordar como ejemplo de testiculina patria (ya saben, lo de ganar a los “gabachos” en su casa para muchos aficionados compensa cualquier mal trago) demostramos que la capacidad de sufrimiento de estos jugadores iba pareja a la de su calidad técnica. No hay problema en ponerse el mono de trabajo. 


España sigue invicta, sin perder un partido, sin tener todavía ese temido “día malo” que te puede echar fuera en un torneo. En este Eurobasket en el que apenas hay remontadas e incluso un primer cuarto horrible te puede condenar. Pero España se sobrepuso a un mal inicio en el que Alemania concentraba sus fuerzas defensivas, como suele ser habitual en nuestros rivales, en el interior. Poco importaba que entre nuestros jugadores interiores sumasen los 16 puntos del primer cuarto, lo que le importaba a Alemania era ver como nuestras canastas tardaban en llegar, hasta el punto de que mediado el primer cuarto y tras un mate en contrataque de Voigtmann cortando un balón que iba para Marc Gasol el luminoso registraba un preocupante 11-2 para los de Schroder, genial en la batuta y en la anotación, sólo empañada su exhibición por algunos tiros y penetraciones precipitadas, sobre todo cuando el partido entró en el terreno del alambre y ya se jugaba sin red. Pero durante varios minutos lo del base de los Hakws fue una (otra) exhibición de liderazgo y dirección, masacrando el aro rival y conectando con sus jugadores interiores en pick&roll y pick&pop indefendibles para una España que si bien mordía por dentro y funcionaba en rebote, permitía tiros librados de media distancia a los “forwards” rivales. Scariolo tiró de recursos tácticos (Sastre sobre Schroder) para frenar la sangría de la primera parte y la segunda unidad respondió, quizás no tanto en números, pero si en intensidad y brío para contagiar a los pesos pesados. Si no se puede entender el sufrido oro de 2015 sin el oscuro trabajo del siempre criticado Víctor Claver, tampoco se pueden entender estas semifinales sin la aportación de Juancho Hernángomez. Ayer se quedó en sólo dos puntos, pero con un brutal +28 en los 20 minutos que permaneció en cancha. Si jugadores como Sergio Rodríguez, Pau, o Marc Gasol lograban entonarse todavía un poco más en ataque, que fuéramos capaces de remontar en el segundo cuarto, aunque la renta final de un punto no pudiera ser más exigua, entraba dentro de la lógica. 


Claro que lo de Marc en el tercer cuarto agotó todos los calificativos. 12 puntos consecutivos para romper el partido, destrozarlo, dinamitarlo, como lo quieran llamar… para llevarlo a otra dimensión inalcanzable para Alemania, que no esperaba que nuestro ataque despertara para llegar a anotar nada menos que 31 puntos en uno de nuestros mejores cuartos del campeonato. El jugador de los Memphis realizó el partido de su vida con la camiseta de España. 28 puntos, 10 rebotes, 4 asistencias y 2 tapones. Sideral. En los seis partidos anteriores había lanzado 6 triples, anotado sólo uno. Sólo ayer mismo lanzó otros seis… pero anotando 4. El mediano de los Gasol ha despertado a tiempo para seguir marcando el camino hacia los metales. 


La diferencia de doce puntos para encarar el último acto era oro puro, impensable unos cuantos minutos atrás. A España sólo le bastó con imponer su mayor experiencia en estos terrenos y ver como Alemania era presa de la precipitación. Ricky Rubio, pese a volver a sus inseguridades en el tiro, estuvo sobrio en la dirección (finalizó con 8 asistencias) repartiendo juego a los interiores, y el acierto en los tiros libres hizo el resto. Después de sufrir durante toda la primera parte sólo un cataclismo podía dejar fuera a una selección como la española, cataclismo que de momento tendrá que esperar, porque la mejor generación de jugadores de baloncesto de nuestro país sigue haciendo historia. 


Alemania se despide del torneo con la cabeza alta. Han hecho un buen torneo y han apuntado hacia donde puede ir su futuro alrededor principalmente de Schroder, Theis y Voigtmann, a la espera de la explosión de Hartenstein. No obstante hay que recordar que sólo Paul Zipser y Tibor Pleiss eran bajas significativas este verano, por lo que no parece que el techo de los germanos vaya a estar mucho más arriba de lo visto en este torneo, pero sí que manejan una base sólida para estar entre los ocho mejores de Europa durante varios años. Hay vida después de Nowitzki. 


A España le espera ahora la deslumbrante Eslovenia en lo que será el duelo entre los únicos invictos del torneo. Los antecedentes nos hacían prever que el partido de la selección de Kokoskov ante Letonia sería uno de los mejores del torneo, pero lo visto anoche en el Sinan Erdem superó todas las expectativas. 200 puntos entre ambos equipos y un baloncesto de muchísimos quilates entre las selecciones de dos países que juntas no alcanzan los cinco millones de habitantes. Un vendaval de baloncesto ofensivo que Letonia no pudo seguir a medida que finalizaba el primer cuarto. Con un parcial de 17-8 conducido por Dragic y Doncic en los últimos cuatro minutos, los eslovenos se marchaban de once. El festival continuaría en el segundo acto, y un triple de Prepelic ponía la máxima diferencia eslovena (38-25 a 8.40 del descanso) ¿Sería otro partido sentenciado desde casi el primer cuarto? ¿Tampoco veríamos aquí reacción ni remontada del rival? Por fortuna para el espectáculo no fue así. Porzingis (como siempre) y Davis Bertans con sus triples dieron la vuelta al partido y un triple de Blums en la última posesión letona ponía el 51-55 al descanso. Letonia sobrevivía, y de hecho mandaba.


Un parcial de 11-0 tras el descanso volvía a dar alas a Eslovenia, haciendo su mejor baloncesto a ambos lados de la cancha. Los de Kokoskov comenzaron a manejar ventajas de entre 6 y 10 puntos y un mate de Vidmar conducía al éxtasis esloveno con el 76-64 a punto de acabar el tercer cuarto, pero una canasta casi sobre la bocina de Smits dejaba la diferencia en esos siempre decisivos 10 puntos, en la renta fronteriza entre un partido roto y decidido (si es que puede haber partidos decididos en este deporte) Un triple de Randolph (clavó 3 de 5 para irse a 16 puntos, además de sumar 9 rebotes) ponía de nuevo la máxima diferencia, 13 puntos a falta de 9 minutos. Visto el desarrollo del torneo parecía difícil que a un equipo se le pudiera escapar un partido con esa diferencia a falta de ese tiempo, pero esta Eslovenia no sabe especular y no mira al reloj en ningún momento. Unan a eso que el juego de Letonia también es un canto al baloncesto moderno, móvil, a la circulación rápida y al juego abierto sin apenas retención del balón en las manos de los jugadores, y sobre todo al ritmo alto. Se ha hablado mucho de la calidad en el juego de este torneo (el choque de anoche desde luego sube el nivel medio), acusando de cierto retroceso en la evolución del baloncesto (aquellos infames mediados y finales de los 90) En mi opinión estamos viendo un juego coherente con la gloriosa era actual, con predominio del lanzamiento triple y poca preponderancia del juego interior y de los grandes pívots (pero con 7 pies moviéndose por fuera como bases o aleros), lo cual siempre resulta más dinámico y espectacular, el problema es que en el ritmo de juego y tiempo de las posesiones si se está volviendo, en mi opinión para mal, a posesiones largas y demasiado amase de la bola. Eslovenia y Lituania, por suerte, han tirado eso por la borda en este torneo.


Unan a todo lo dicho anteriormente que el partido de ayer fue tenso, bronco y caliente, nada exento de dureza (hay quien ve un marcador de 100 puntos y piensa que no se ha defendido) Letonia sacó petróleo de todo ello cuando una técnica al banquillo esloveno supuso 6 puntos seguidos y los de Porzingis metidos de nuevo en el choque. Eslovenia no se descompuso. Bat-Man y Robin (Dragic y Doncic) no iban a dejar escapar la oportunidad de llevar a su país a las primeras semifinales europeas desde 2009 (un joven Goran Dragic ya andaba por allí, bajo el ala de un Jaka Lavokic ahora asistente de Kokoskov) Goran volvió a comportarse como un líder (26 puntos y 8 asistencias), pero ver a Luka comportarse de esta manera en un escenario así resulta impropio de su edad. 27 puntos y 9 rebotes. Lanzó nada menos que 11 triples (entraron 4), pero aciertos al margen llama la atención la confianza y el rol que tiene a su edad. Otra muestra más de la falta de conservadurismo de Kokoskov. Sus dos últimos triples parecían sentenciar el partido (91-83, minuto 36), pero Letonia encontró otro arreón en Bertans y Porzingis, y un triple del gigante de los Knicks ajustaba el marcador en un apretado 93-92 a menos de dos minutos. El propio Porzingis tendría otro triple después de un fallo de Doncic para poner por delante a los suyos, pero erró el tiro y Eslovenia demostró que también sabe jugar finales igualados cerrando el pase a semifinales desde el tiro libre. Letonia se queda fuera en una oda al baloncesto en toda regla. Volveremos a verlos. La era Porzingis no ha hecho más que comenzar. 


Es obvio explicar esto, pero el escalón de semifinales supone un paso más en la dificultad para España. La tormenta ofensiva que puede desatar Eslovenia no tiene parangón con nada de lo encontrado hasta ahora en el torneo por los hombres de Scariolo. Vamos a necesitar de nuevo el mono de trabajo, pero también el frac de las grandes ocasiones.  



Bat-Man y Robin amenazan a España.






lunes, 11 de septiembre de 2017

EUROBASKET 2017: OCTAVOS DE FINAL





Peligro para España. Schroder en el horizonte.


Segunda criba del Eurobasket con ocho equipos obligados a hacer las maletas y otros ocho que siguen en liza. Como siempre, sorpresas, pero que hay que relativizar y saber contextualizar. Es cierto que se quedan fuera selecciones del calibre de Francia, Croacia o Lituania, pero lo hacen cayendo ante selecciones del poderío de Alemania, Rusia o Grecia. No obstante para franceses y lituanos, acostumbrados a luchar por las medallas, el torneo es un fracaso. Especialmente para la selección de Vicent Collet. Sin Parker ni Batum el liderato de Evan Fournier arroja alguna sombras, aunque poco se le puede reprochar en el partido ante Alemania (en todo caso sí en el encuentro ante Eslovenia que les condenó a la tercera plaza de grupo) Boris Diaw también se marcó un gran partido, tirando de veteranía y de su habitual buena lectura del juego (15 puntos, 9 rebotes y 5 asistencias), y junto a Fournier (27 puntos y varios robos de balón en momentos decisivos) hicieron soñar a Francia con la remontada después de verse 9 puntos abajo a falta de dos minutos. Nando de Colo llegó a tener un lanzamiento triple franco y centrado para llevar el partido a la prórroga pero erró el tiro. Su cuarto triple fallado. El jugador del CSKA tuvo un día para olvidar, quedándose en seis puntos y un triste 3 de 11 en tiros de campo. La Alemania de Schroder (21 puntos, 4 rebotes y 8 asistencias) se cuela entre los ocho mejores. Ya es un éxito para una selección en manos de la genialidad de su base NBA... y de un Daniel Theis que confirma aquel jugador que se esperaba y que no acababa de llegar. 22 puntos sin apenas fallo (8 de 9 en tiros de campo) y 7 rebotes para demostrar que Schroder no está solo.


Antes del que fue el choque más emocionante e igualado de los octavos de final, Eslovenia se dio otro homenaje ante una inferior Ucrania. Ni siquiera les hizo falta el mejor Dragic, quien se quedó en cinco puntos y 2 de 12 en tiros de campo. Bat-Man no apareció esta vez pero le dejó el trabajo a Robin, y es que su aventajado escudero Luka Doncic dejó otra lección de baloncesto total, con 14 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias, aunque la gran noticia eslovena fue que por fin apareció Randolph, con 21 puntos (3 de 3 en triples) y 3 rebotes y además dejó un par de gorrazos de esos que ya son marca de la casa y con los que tanto hemos disfrutado en ACB la pasada temporada. Partido plácido para los de Kokoskov, quien pudo plantear rotaciones metódicas dosificando perfectamente a la plantilla y con Vidmar como jugador con más minutos, sólo 24.50. A prepararse para empresas mayores. 


Italia puso fin al sueño finlandés. Quizás sea por la poca confianza en su banquillo, pero lo cierto es que los de Messina están teniendo muy buenos arranques de partido. En cuatro de sus seis partidos disputados, su mayor anotación la han logrado en el primer cuarto. Frente a Finlandia anotaron por primera vez 30 puntos en un parcial, para poner un 17-30 que les valió para mantener la delantera en el marcador durante todo el partido. Nos quedamos sin Markkanen, una de las sensaciones del torneo, quien se despidió con su peor partido, poco utilizado por su técnico, y nada resolutivo de cara al aro rival. Sus 4 puntos y 3 rebotes empañan en cierta manera su magnífica primera fase. Italia avanza siendo fiel: sacrificio defensivo y mucho triple (llegaron a lanzar 28 triples, por 25 tiros de dos) Belinelli en versión ejecutor, letal con 5 dianas de 8 intentos.


Lituania-Grecia era posiblemente el partido estrella de la ronda. Ligero favoritismo para los de Adomaitis, tras una buena primera fase liderando su grupo, y una Grecia con muchas dudas que sólo había podido vencer a Islandia y Polonia. Parece que los helenos se sienten cómodos con el papel de tapados. Al igual que sucediera en el anterior partido entre Finlandia e Italia, la ventaja griega del primer cuarto condicionó el desarrollo del partido, y pese a los arreones lituanos apoyados en Valanciunas y Kuzminkas, lo cierto es que los actuales subcampeones no dieron en ningún momento sensación de poder tomar el mando del partido. Llegaron a colocarse a cuatro puntos mediado el último cuarto, pero a partir de ahí errores, pérdidas, precipitación, además de una gran defensa griega fueron la losa para Lituania. El triple de Thanasis Antetokunmpo para poner 9 arriba a 3.47 para el final ya fue definitivo para una Lituania voluntariosa pero en la que algunos de sus jugadores claves, como Kalnietis o Maciulis, no estuvieron a la altura. La Lituania post-Kazlauskas no empieza con buen pie. 




Nos quedamos sin Lituania



Todo lo contrario que la Letonia de la era Porzingis, que sigue adelante con paso firme sin encontrar oposición en Montenegro. El 100-68 final lo dice todo. La dupla Timma-Porzingis (40 puntos, 11 rebotes y 9 asistencias entre ambos) sigue haciendo estragos. Tampoco hubo demasiada historia en el Serbia-Hungría. Siguiendo la tónica general del torneo, el equipo que comenzó adquiriendo las primeras ventajas no cedió el mando. La relajación serbia del último cuarto permitió a los húngaros maquillar el resultado y caer por una muy digna diferencia de diez puntos, con el joven alero (esa posición en la que están saliendo los mejores jugadores magiares en los últimos años) Zoltan Perl dejando muy buenas sensaciones gracias a sus 22 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias.


Sigue la fiesta rusa. Los de Bazarevich están haciendo un torneo de aúpa y dejando, junto a Eslovenia y España, las mejores sensaciones del campeonato. Destrozaron a una Croacia que aguantó hasta el descanso pero perdió fuelle en el tercer cuarto. El otras veces dudoso Shved confirma que este año sí, que ya sabe ser un líder. Brutal doble-doble con 27 puntos y 12 asistencias. Todo lo contrario que un Dario Saric que todavía no es capaz de llevar a Croacia al nivel que los aficionados llevan años esperando, y es que ya son cuatro años seguidos en los que el conjunto croata no logra pasar del primer cruce en un gran torneo, entre estos dos últimos eurobaskets, el mundial de España, y los Juegos de Río. Frustrante, tanto es así que la rajada de Bojan Bogdanovic (el único que se salva de la quema, con sus 28 puntos)  finalizado el partido fue antológica.


Hemos dejado para el final el partido de España ante Turquía, ya que nuestra selección siempre merece atención aparte. Las sensaciones siguen siendo muy positivas, incluso cuando nos encontramos ante un partido espeso y de poco brillo. Los anfitriones concentraron sus energías en la defensa interior, desactivando a un Pau Gasol que apenas pudo mirar aro (aun así finalizó con un buen partido, con sus 11 puntos, 7 rebotes, 4 asistencias y 2 tapones) y su hermano Marc del que siguen preocupando sus pobres porcentajes de tiro. Ayer hizo 3 de 9, y acumula un triste 15 de 40 en tiros de campo, demasiado bajo para un jugador interior. Del respeto que producen en nuestros rivales los hermanos Gasol se vuelve a aprovechar un Ricky Rubio que sigue en modo anotador. Ayer lideró al equipo con 15 puntos, 12 de ellos en el último y definitivo cuarto. Sin apenas tiradores, con Abrines KO, Ricky se ha convertido en el inesperado killer exterior del equipo. Nadie está tirando y anotando tanto de tres como él en España, con un espléndido 48% de acierto, 12 dianas de 25 intentos. Resplandece también su brutal 94.7% en tiros libres, 18 de 19, aunque esto no sorprende tanto si tenemos en cuenta que viene de lanzar con un 89% de acierto desde la “charity line” en su último curso NBA. Rubio está eclipsando a Sergio Rodríguez en anotación, pero el Chacho sigue ofreciendo recitales de asistencias. Nada menos que 9 dejó ayer. La conexión y complicidad entre dos bases obligados a jugar muchos minutos juntos en pista está siendo una de las claves del éxito español hasta el momento.


¿Y qué nos deparan los cuartos de final? Pese a las ausencias de auténticos clásicos como Francia o Lituania, vienen emociones muy fuertes, y nos toca a nosotros abrir fuego contra Alemania. Un peldaño más de dificultad respecto a Turquía, ya que los de Chris Fleming tienen capacidad para trabajar tan duro como el equipo otomano en defensa, pero con mucho más talento en ataque. Schroder ya es el máximo anotador del torneo, y junto a Theis, Benzig y Voigtmann forma el núcleo duro de una selección que sobrevive, y de qué manera, a la retirada de Nowitzki. Eslovenia-Letonia apunta a partidazo, si nos atenemos a los 90.7 puntos por partido que los letones están facturando en el torneo (máximos anotadores) frente a los 87.5 de Eslovenia, terceros en esta estadística. Dicho de otro modo y teniendo en cuenta que Francia, segunda, ya está fuera, es el duelo entre los dos equipo más anotadores del Eurobasket que siguen en liza.



Por el otro lado del cuadro dos partidos con sabor a clásicos. Grecia, a seguir llegando con coraje y corazón a donde no puede por calidad. Rusia, ante una oportunidad estupenda para recuperar su papel en la elite tras sus últimos años de desastre. Lo mismo que busca Italia, con muchas posibilidades ante una Serbia en la que Djordjevic ha tenido que exprimir a sus mejores jugadores. Claro que eso también le sucede a Messina, y es que tanto Serbia como Italia no destacan precisamente por amplitud de banquillo.    




España, con buena base.



viernes, 8 de septiembre de 2017

EUROBASKET 2017: APUNTES DE LA PRIMERA FASE




Pau Gasol engrandece su leyenda.




ASÍ FUERON LOS GRUPOS: Eslovenia no dio opción a sus rivales en el grupo A. Sólo Finlandia estuvo a punto de hacerles morder el polvo. Los anfitriones acabaron en una notable segunda posición que complica la vida a Francia, tercera y obligada a ir por el lado de España en el cuadro. Grecia en horas bajas se conforma con pasar como cuarta. Polonia e Islandia, como se esperaba, fuera del torneo.


Pese a su derrota inicial ante Georgia, Lituania acaba como lógico líder del grupo B. Lo sorprendente ha sido ver a los georgianos quedarse fuera, al igual que Israel por debajo de la débil Ucrania. Alemania e Italia se repartieron las previsibles segunda y tercera plazas.  


España imperial en el C, sólo sufrió ante Croacia, segunda. Montenegro lógico tercero y Hungría aprovechó las debilidades checas y rumanas. Sin sorpresas.  


El D se preveía el grupo más incierto y así fue. Triple empate entre Serbia, Letonia y Rusia, y Turquía pasándolas canutas para amarrar una última plaza. Bélgica comenzó ganando a Gran Bretaña (que se va sin ganar ni un partido), pero perdió los cuatro siguientes.


LOS OCTAVOS DE FINAL: Lituania-Grecia y Croacia-Rusia, partidos estrellas. Finlandia, ante una oportunidad magnífica de seguir avanzando ante Italia, aunque ya sin grada a favor. Eslovenia no debería tener problemas frente a Ucrania. Francia, pese a la decepción de su primera fase, tampoco los debería encontrar ante Alemania. España es muy favorita ante Turquía, pero ojo a la condición de locales de los turcos. Letonia, a seguir en su buena línea ante un Montenegro que ya ha cumplido. Serbia tampoco parece tener oposición en Hungría.


LAS SORPRESAS: Finlandia confirma el crecimiento de su baloncesto alrededor del nuevo ídolo Lauri Markkanen. No había dudas de que pasarían de fase, pero hacerlo segundos, con cuatro victorias y perdiendo por sólo 3 puntos ante Eslovenia, es toda una sorpresa. Ucrania en octavos de final era muy difícil de prever si nos atenemos a la debilidad de su roster. Sorpresa pero menos, el buen papel de Rusia en la primera fase, si nos atenemos a lo que había sido una decepcionante gira de partidos amistosos saldados con varias derrotas, incluyendo frente a equipos tan inferiores como Israel o Polonia. En ese grupo hay que destacar también la buena imagen dejada por Letonia, cayeron en el debut ante Serbia y luego sumaron cuatro victorias consecutivas.    


LOS FRACASOS: Principalmente en el grupo B. Georgia lo tenía todo de cara para pasar a octavos después de debutar con victoria ante Lituania. Israel, como anfitriona, hacía esperar más que acabar con un solo triunfo. En el grupo A Francia sólo dejó imagen esperanzadora ante Grecia y también decepciona con su tercera plaza de grupo, al igual que los helenos que finalizan cuartos sólo ganando a las débiles Islandia y Polonia.


EL DOMINADOR: Goran Dragic impone su ley. Segundo jugador más valorado (sólo le supera el británico Olaseni, ya eliminado) y máximo anotador, líder de una Eslovenia invicta. 


EL QUINTETO: Junto a Dragic (24.4 puntos, 3.4 rebotes y 5.2 asistencias por partido), acompañarían en el mejor quinteto del torneo el ruso Shved (23 puntos, 3 rebotes y 5.2 asistencias), el letón Timma (14 puntos, 6.6 rebotes y 3.6 asistencias) y en la zona el lituano Valanciunas (16.4 puntos y 11.4 rebotes)  y el finlandés Markkanen (22.6 puntos y 6.2 rebotes… con un brutal 11 de 22 en triples) Dejamos fuera a Olaseni a pesar de sus números, pero es que Valanciunas y Markkanen también han estado muy bien y además ayudando a conseguir victorias) ¿Sexto hombre?, pues el citado Olaseni con sus 16.8 puntos, 11.2 rebotes y 2 asistencias por partido. 


EL ENTRENADOR: Barremos para casa. Sergio Scariolo dirige a la única escuadra invicta (junto a Eslovenia), la que obtiene mejores averages, la que reparte más asistencias, rebotea más y la segunda que más anota (nos supera Francia) Todo ello a pesar de las limitaciones. Con once jugadores (Abrines sólo jugó 15 minutos ante Montenegro y es baja definitiva), con un solo escolta puro (Navarro, obligado a asumir un rol y un minutaje mayor al que en principio venía destinado), y tirando de riqueza táctica (dos bases juntos, Juáncho Hernángomez de alero) y con rotaciones perfectas.


LAS REVELACIONES:   Desde este mismo blog habíamos avisado de supotencial, pero aun así Lauri Markkanen ha superado todas las expectativas convirtiéndose en la sensación del torneo. Hablamos de un 7 pies de 20 años con movilidad y mano de seda que ha sido capaz de merendarse a pívots como Lauvergne, Seraphin y Bourousis. También es justo citar de nuevo a Gabriel Olaseni, pese a jugar en una de las peores selecciones del torneo como ha sido Gran Bretaña. Su facilidad para anotar en la zona y el rebote son una grandísima noticia para su nuevo club, un Fuenlabrada que sigue demostrando buen ojo con los pívots. De Porzingis ya sabíamos lo que era capaz, por eso queremos destacar a su compañero el alero Janis Timma, al que veremos también en ACB en otro equipo con gran ojo a la hora de fichar como es el Baskonia. También queremos destacar a otro jugador que nos ha sorprendido gratamente, el base italo-argentino Ariel Filloy. Con 30 años juega su primera gran cita internacional de selecciones con un descaro y un hambre propios de un veinteañero. Sus 11.6 puntos y 2.8 asistencias saliendo desde el banquillo para un jugador con el que nadie contaba son una gran noticia para Messina. El “patito feo” de este Eurobasket.


LAS DECEPCIONES: No ha habido jugadores que hayan sido especialmente desastrosos para sus equipos, pero sí que es cierto que este torneo constata que hay un relevo generacional en toda regla al que muchos jugadores históricos no se resisten y se rinden ante la evidencia. Jugadores como Tyrese Rice (horrible 8 de 20 en triples y sumando un -9 con él en la cancha) o Ioannis Bourousis (-18 en pista, tristes 6.8 puntos por partido, 0 de 2 en triples, cuando era una de sus mejores armas) demuestran que actualmente tienen más nombre que juego. Tampoco es para tirar cohetes la participación hasta el momento de una estrella como Evan Fournier. Pese a sus 13.6 puntos por partido, su tendencia es preocupante, ya que anotó 25 ante Finlandia y 21 ante Grecia, y luego ha ido descendiendo sus números (7 ante Islandia, 4 en un horrible partido ante Polonia y 11 frente a Eslovenia)


EL PARTIDO: Ciértamente no está siendo un campeonato con un nivel de juego memorable. Sólo España está dejando un juego realmente espectacular, pero en el contexto de la debilidad de los rivales, y precisamente en nuestro partido más complicado, ante Croacia, la gran baza del rival fue desactivar nuestra circulación de balón. El mejor partido de la primera fase en nuestra opinión, por juego y emoción, fue el Israel-Georgia, resuelto tras prórroga y dejando una de las exhibiciones individuales del campeonato, los 25 puntos, 19 rebotes y 4 asistencias. El problema es que fue un partido entre dos selecciones que no estarán en octavos, por tanto creemos que no merecen tal honor y el premio al Partido con mayúsculas de la primera fase se lo damos al Francia-Finlandia de la jugada individual, con una buena Francia y una Finlandia enorme. También se resolvió en la prórroga por 84-86 y fue la carta de presentación de ese jovenzuelo descarado llamado Lauri Markkanen, haciendo estragos en la zona gala con 22 puntos y 7 rebotes, mientras que todos los pívots franceses en conjunto sólo sumaron 13 puntos.


LA JUGADA: Un tapón que vale un partido, que elimina a un equipo (Georgia), y que asegura la tercera plaza para una Italia que de lo contrario hubiera caído a una cuarta posición y un cruce contra Eslovenia. Luigi Datome, jugador en ocasiones acusado de poco carácter, tapona por dos veces consecutivas algigante georgiano Shermadini (más de 10 cms de diferencia entre ambos) en la última posesión de los ex –soviéticos. Enorme.


 LA LEYENDA: Pau Gasol. Ya es el máximo anotador histórico de la historia del Eurobasket, y eso que se perdió la edición de 2013. Eso sí, en puntos por partido nos tememos que vamos a tardar en ver superar el registro de Nikos Galis, el genio griego anotó la friolera de 30,29 puntos por encuentro.


ESPAÑA: Va bien. Como decía aquel señor de bigote. Pero empieza otra historia. Partidos sin red, un cuadro complicado (Francia, en caso de llegar, demasiado pronto), y Alex Abrines baja definitiva para lo que resta de torneo. El más difícil todavía.






martes, 5 de septiembre de 2017

JUANCHO VENGA A PAU EN EL PARTIDO MILENARIO




Saric taponó el tiro decisivo de Pau en 2016...


Escribíamos ayer que posiblemente desde Pau Gasol ningún jugador ilusionaba tanto en su primer verano con la selección española como Juancho Hernángomez. Salvando todas las distancias posibles en cuanto a perfil y calidad (en el caso de Pau hablamos de un siete pies que domina todas las facetas de juego y que después de arrasar en ACB fue Rookie of The Year en la NBA, mientras que Juancho es un power-forward de buena mano y mejor físico que deslumbró en Estudiantes y no ha pasado de hacer un año discreto en su primer curso en Denver), Juancho ha caído de pie en el combinado de Scariolo y en el gusto del aficionado. Esta sigue siendo la selección de Pau, de Navarro, del Chacho o de Ricky, pero para quienes necesitan constantemente de caras nuevas Juancho representa la España que viene y que ya está aquí.  


Para seguir aspirando a tomar el relevo de Pau en el cariño colectivo Juancho Hernángomez nos deja una jugada clave hoy para ganar un partido que definitivamente cierra un excelso Ricky Rubio desde el tiro libre con su tapón a Bojan Bogdanovic. No fue una jugada cualquiera, como tampoco era un partido cualquiera, ya que celebrábamos nuestro partido número 1000 como selección española. Con tres puntos abajo Bogdanovic encaraba el aro español a falta de 15 segundos para el final para ajustar el marcador y mantener con opciones a su equipo cuando se encontró con el vuelo del alero madrileño cerrando el camino del aro. La jugada nos recordó inevitablemente al tapón de Saric hace un año en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro sobre la última bola de España, un tiro de Pau Gasol, para amargar nuestro debut en aquellos Juegos en los que finalmente no nos bajamos del podio pese al despelleje (por desgracia ya habitual) al que muchos aficionados sometieron a los de Scariolo tras perder los dos primeros partidos contra Croacia y el anfitrión Brasil. Era una gran Croacia, muy parecida a la de este verano, en la que Alexandr Petrovic descubría que definitivamente su equipo juega mejor sin Ante Tomic (cosa que el Madrid de Laso descubrió ya hace varios años) Es curioso. No creo que la España del año pasado contra esa gran Croacia que a punto estuvo de cargarse a Serbia en cuartos de final jugase peor que la de hoy, pero qué distintas son las reacciones del aficionado. Un juicio dispar en base a un tapón en contra o un tapón a favor. La España del verano pasado era un desastre, sin hambre y sin motivación y jugando muy por debajo de sus posibilidades. La de hoy ha sido una España épica sobreponiéndose a un arbitraje hostil y contra un rival dificilísimo (repito, tan dificilísimo como el pasado verano)   


Lo cierto es que el partido de hoy demuestra que pese a nuestro favoritismo, este Europeo no va a ser nada fácil. Al contrario, la calidad de los rivales no es baladí, y Croacia es uno de esos múltiples aspirantes a desbancar nuestro reinado (junto a Serbia, Francia, Lituania, Eslovenia, Rusia, Grecia o Italia... un abanico de rivales con los suficientes argumentos como para en un momento dado, en uno de esos partidos de conjunciones astrales en los que nada sale, nos quedemos con la miel en los labios) 


La puesta en escena de los de Petrovic fue fastuosa, con Dario Saric como jugador total, el infravalorado Simon (uno de esos jugadores que se transforma con la camiseta de su selección) metiendo por dentro y por fuera, y el jovencísimo Dragan Bender demostrando que ha venido a ser el amo de la zona croata por muchos años (¿quién dicen que es ese tal Ante Tomic?) Ventajas de 10-1 o 13-3 para los croatas advertían que la cosa iba en serio. Pero entre Ricky Rubio y San Emeterio lideraron un parcial de 2-9 para ajustar el marcador. A Petrovic le falló el "scouting" con el base de Utah y Ricky no se lo perdonó con constantes miraditas al banquillo. Rubio llevaba 5 de 9 en triples hasta este partido, y hoy hizo 2 de 5. Peor fue lo de los tiros libres. El entrenador croata no debía saber (es disculpable, la mayoría de aficionados españoles tampoco lo saben) que el catalán esta temporada ha lanzado con un brutal acierto del 89% desde la "charity line". No era la mejor opción para mandar a la línea con el partido igualado.  


Una igualdad recuperada después de que en el segundo cuarto España tomase el mando con Ricky y Chacho en la pista y llegase a ponerse hasta diez arriba (28-38, a 1.54 para llegar al descanso) En los dos minutos finales Petrovic frenó la sangría y dos canastas de Simon y Zoric dejaban a los croatas a seis puntos. El tercer cuarto fue de ellos, coincidiendo con el despertar de Bogdanovic. El ex del Fenerbahce se había ido a los vestuarios con la extraña cifra de cero puntos en su casillero. En el tercer acto metió once. 22-15 de parcial para los balcánicos que cerraban el cuarto un punto arriba, 54-53.  


España resistía al comienzo del acto definitivo con sus secundarios de lujo. Oriola y Juancho Hernangómez aportaban puntos e intensidad defensiva, y en la recta final el Chacho volvía a demostrar que le encantan los finales calientes. Siete puntos decisivos en los minutos definitivos llevaron su firma, entre ellos la canasta tras robo de Ricky (Scariolo volvía a apostar por dos bases) que ponía un 63-68 esperanzador a 2.40 para el final. Y llegó el lío... en una lucha por el rebote con el ubicuo Saric a Pau Gasol se le señalaba una falta que encendía los ánimos del jugador de Sant Boi. Extrañamente en un jugador de su experiencia, Pau perdía los nervios y protestaba airadamente al árbitro que le cobraba una técnica, que precedía a otra a Scariolo. Cuatro tiros libres y posesión. Los croatas se metían en el partido con los puntos de Saric desde la línea, pero afortunadamente desaprovechaban hasta tres posesiones (gracias a su rebote ofensivo) y una buena defensa española les hacía agotar los 24 segundos de posesión. El Chacho se volvía a gustar con un lanzamiento lejano cuando más calentaba el balón, a lo que respondía Bogdanovic con una canasta rápida. El partido entraba entonces en el habitual carrusel de tiros libres en el que España demostró su sangre fría para sumar su cuarta victoria por ninguna derrota. La primera plaza asegurada y a esperar rival para octavos. Perdonen la expresión, pero en ese terreno entramos en un guirigay tremendo, ya que no es nada descartable que haya hasta un cuadruple empate con balance 3-2 entre Lituania, Serbia, Rusia y Turquía (simplemente con que Rusia y Serbia cumplan sus pronósticos ganando a Gran Bretaña y Bélgica, ya sin opciones, y que Turquía gane a Lituania.. si por el contrario los de Porzingis vencen a los anfitriones otómanos nuestro rival será con toda seguridad Turquía)  


La cuarta victoria, la más sufrida, pero la de más lustre. En la que nos sacamos la espina de la derrota del pasado verano en Brasil. En la que Juancho se cobra una venganza en nombre de su líder y referente Pau Gasol.  






Y Juancho se lo devuelve a Bogdanovic en 2017.




lunes, 4 de septiembre de 2017

ESPAÑA ABUSA CASI SIN QUERER Y YA ESTÁ EN CUARTOS



Juancho voló sobre Rumania



Cuando Sergio Scariolo conoció el calendario de este Eurobasket es muy posible que marcara en rojo dos fechas, dos jornadas consecutivas, pero por motivos muy distintos. La primera, frente a Rumanía, el rival más flojo del grupo y frente a quienes, si todo iba en los dos primeros partidos (como así ha sido), podría permitirse dosificar esfuerzos y hacer descansar a algún peso pesado del roster, especialmente Pau Gasol. La segunda, claro está, es la de Croacia, jornada que dirimirá el liderato del grupo.  


Y Scariolo finalmente optó por dar descanso a Pau. No debería sorprender a nadie. Tampoco jugó, al igual que frente a Chequia, un Alex Abrines que únicamente se recupera de un golpe ante Montenegro. Nada serio, pero, ¿para qué arriesgar cuándo el camino hacia octavos de final transcurre de manera tan plácida? Ricky Rubio y Marc Gasol, fundamentales en una primera parte en la que España sufrió cierto atasco en ataque, descansaron durante la segunda. Era la ocasión para que los menos habituales (Vives, Sastre, Oriola...) tuvieran minutos y demostrasen su sobrada calidad. Y así, casi sin querer, simplemente asistiendo al desfonde de una voluntariosa Rumanía, España volvió a destrozar a su rival. 91-50. 41 puntos de diferencia. El acumulado ya resulta escandaloso: 283-166. La media devuelve 94.33 puntos a favor por 55.33 en contra. De videojuego. 


Juancho Hernángomez fue quien mejor aprovechó la tarde, con 18 puntos y 12 rebotes y varias jugadas espectaculares, especialmente un mate en contrataque finalizando el tercer cuarto. Si alguien no le conocía todavía ya sabe de lo que es capaz. No se veía un impacto similar en un debutante con nuestra selección desde Pau Gasol. Otra gran noticia sigue siendo el tiro exterior. No hizo falta abusar del triple, sólo 20 lanzamientos, pero con 9 dianas, rondando el 50%. Hay que destacar la mejoría de Ricky, hoy de nuevo certero anotando todos sus tiros de campo, entre ellos dos triples. De momento lleva 5 de 9 desde la distancia en el torneo. Por su parte Navarro, ese que muchos decían que no tenía sitio en este equipo, lleva 6 dianas de 9 intentos desde el 6.75.   


La selección, de momento, sin fisuras. Croacia será, debería ser, otra historia.  



EL RODILLO HISPANO





Pau, de celebración.



El primer fin de semana de competición del Eurobasket 2017 no podía empezar mejor para la selección española. Dos partidos, dos palizas, cambiando el guión de los últimos campeonatos, en los que solíamos comenzar con alguna derrota. Cierto es que la presente selección checa no se descubren argumentos que pudiera llevarnos a la duda, pero el debut contra Montenegro sí que infundía cierto respeto, máxime cuando en una jugada individual Tyrese Rice ponía el 5-8 en el marcador a los 3 minutos y medio de partido. Parecía que había rival, liderado por el base nacionalizado que anotaba cinco puntos en un abrir y cerrar de ojos. Fue un espejismo. La defensa de Ricky se lo comió y la circulación de balón de Sergio Rodríguez (10 asistencias en 14 minutos) hizo el resto. España trituró al rival en todos los aspectos del juego, reflejando en un 99-60 la superioridad de los de Scariolo. La mejor noticia en el siempre dubitativo juego exterior, pero el 11 de 17 en triples demuestra que nuestros exteriores llegan con buena mano a la cita, especialmente el criticado Navarro (3 de 3 en triples) y Juancho Hernángomez (2 de 2) Su hermano Willy se dio un festín en la desdibujada zona montenegrina, pese a los discretos números de la estrella NBA Vucevic. El de los Magic acabó con 16 puntos y 7 rebotes, pero con un gris 36.8% en tiros de campo, siendo un jugador que se suele mover cerca del aro. Nada que ver con la efectividad de un Willy que aprovechando su conexión con los bases españoles, especialmente el Chacho, se fue a los 18 puntos con 6 de 7 en tiros de campo, además de capturar 9 rebotes. Pau Gasol celebró su partido 200 con la selección española con 10 puntos, 8 rebotes, 5 asistencias y 2 tapones en apenas 19 minutos de juego. No hacía falta más. El partido estaba tan resuelto que Scariolo dosificó el roster a la perfección entre los 7:07 minutos de Vives y los 20:26 de Marc Gasol. Primera estocada del vigente campeón. 


Como ya explicamos en nuestra entrada sobre el Grupo C, la actual República Checa es una de las selecciones más mermadas por las bajas en el presente Eurobasket. Un Satoransky demasiado solo a duras penas podía poner en peligro la superioridad de una España coral en la que Ricky Rubio demostró su espléndido momento de forma destrozando a los checos en un primer cuarto en el que anotó 14 puntos y repartió 3 asistencias ante todo un Satoransky en apenas seis minutos y medio. Partidazo del base del Masnou, junto a un Pau Gasol de nuevo en otra dimensión. Sólo necesitó 20 minutos para irse a 26 puntos (90% en tiros de campo), 8 rebotes y 2 asistencias y una sideral marca de 35 de valoración. 93-56 en el marcador final para un acumulado de 192 puntos a favor y 116 en contra, es decir, 96 puntos de media en ataque y sólo encajando 58 atrás. Cifras estratosféricas para situar a España todavía más favorita al oro y que obligan a lidiar con la siempre peligrosa euforia. 


Pau Gasol, nada nuevo, es ya el máximo anotador del combinado nacional con 18 puntos por partido, pero con solo 19 minutos en pista. Willy manda en el rebote, 10 por partido, y en las asistencias Sergio Rodríguez destaca con 7.5 por encuentro. Los robos, como no, son de Ricky, 2.5 por partido, y los tapones de Juancho Hernangómez, que ha colocado 2.5 por choque. Que las cinco estadísticas principales sean lideradas por cinco jugadores distintos es un síntoma más de la coralidad de la orquesta de Scariolo.



Sobre el resto del campeonato, no estamos encontrando grandes noticias en la situación en la que se encuentran los otros tres grupos, pero si ha habido sorpresas puntuales, como la derrota de Georgia ayer ante la débil Ucrania. Eslovenia confirma que es una de las sensaciones del torneo, pero no creo que pille a nadie por sorpresa. Finlandia demuestra calidad con el plus de anfitriona, y Francia y Lituania demuestran que sus tropiezos de la primera jornada están ya superados. Quizás si me llame la atención la seriedad y sobriedad de Rusia, sacando adelante partidos complicados e igualados resueltos en los últimos instantes con un gran Shved. En el plano individual la gran revelación está siendo el pívot finlandes Lauri Markkanen, con sus 24.3 puntos y 7.7 rebotes por partido. No está nada mal para un veinteañero.  



jueves, 31 de agosto de 2017

PROSPECTS EURO 17







Una última entrada previa al Eurobasket (que en realidad acaba de comenzar) A partir de ahora las siguientes ya serán sobre los partidos disputados. Nuestra entrada sobre los jóvenes valores a seguir. En un torneo dominado antaño por jugadores como Nowitzki, Spanoulis, Parker, y en el que Navarro ya ha anunciado que será su despedida, el aficionado debe empezar a quedarse con estos nombres, ya no de futuro, si no de espléndido presente. 


ISAIAH HARTENSTEIN (ALEMANIA, 2.13, 05-05-1998): No sabemos qué pasa en Alemania que no paran de salir grandes pívots, aunque en el caso de Hartenstein hablamos de un jugador nacido y criado en Estados Unidos hasta 2008. En su carrera profesional ya ha jugado (y juega) en un histórico como el Zalgiris Kaunas. Sus derechos NBA son de Houston, quienes le eligieron en segunda ronda del draft de este año.


DRAGAN BENDER (CROACIA, 2.16, 17-11-1997): Junto a Luka Doncic, posiblemente el joven de nombre más reluciente de la camada de “prospects” que actuarán en el torneo, y otro argumento para considerar a Croacia como esa “next big thing” que no acaba de llegar. Sin Ante Tomic (Aza Petrovic no ha trascendido las razones de su no convocatoria, pero tras su renuncia el pasado verano al Pre-Olímpico, es fácil suponer el desencuentro entre jugador y seleccionador) la zona croata será suya. Su primera temporada en la NBA de momento ha sido discreta (3.4 puntos y 2.4 rebotes por partido en 13.3 minutos de juego), pero recuerden que hablamos de un chaval que llegará a este campeonato con tan sólo 19 años. 


LUKA DONCIC (ESLOVENIA, 2.01, 28-02-1999): El segundo jugador más joven del Eurobasket (le supera el georgiano Bitadze), y sin embargo una de las estrellas del mismo. En el primer amistoso, ante una selección universitaria rusa, despejó todas las dudas: máximo anotador con 14 puntos, a los que añadió 6 rebotes y 4 asistencias, ¡en sólo 13 minutos de juego! Repetiría partidazo ante Hungría días después (18 puntos, 9 rebotes y 2 asistencias) Su baloncesto es puro oro. No hay jugador más completo en Europa.


LAURI MARKKANEN (FINLANDIA, 2.13, 22-05-1997): El número 7 del actual draft de la NBA. Su nombre comenzó a sonar con fuerza el pasado verano en el Europeo Sub20 disputado en su país (contra España hizo nada menos que 33 puntos, 7 rebotes, 5 robos y 2 tapones) Acabó como máximo anotador con 24.9 puntos por partido de media, la cuarta media más alta de la historia del torneo. Pese a ser el techo del basket finés, le gusta más jugar por fuera. Buen tirador exterior.


GOGA BITADZE (GEORGIA, 2.11, 20-07-1999): El jugador más joven del torneo, otra muestra de la inagotable cantera de interiores georgianos. El problema es que precisamente su posición es la mejor cubierta en su selección, con jugadores como Pachulia, Shermadini y Shengelia. No obstante hay que estar atentos al primer torneo internacional senior del que ha sido mejor jugador del último Adidas Next Generation Tournament.


GEORGIOS PAPAGIANNIS (GRECIA, 2.19, 03-07-1997): La nueva perla del basket griego. Su número 13 en el draft de 2016 supuso la elección más alta de un jugador de su país, por delante del ya estrella Giannis Antetokounmpo. Tras el parón del All Star ya dejó detalles de su calidad, como su partido contra Oklahoma City, cuando firmó 14 puntos y 11 rebotes. Le falta movilidad y juego por fuera, pero lo tiene todo para ser un gran “cinco”.


VLATKO CANCAR (ESLOVENIA, 2.03, 10-04-1997): Otro producto del Mega serbio. De momento le toca un rol muy secundario. Alero muy físico.


TRYVGGVI HLINASON (ISLANDIA, 2.16, 28-10-1997): Su nombre parece un galimatias, pero vayan acostumbrándose a él porque puede ser una de las nuevas sensaciones de la Liga Endesa con la camiseta naranja del Valencia. 16.7 puntos y 11-6 rebotes por partido en el Europeo U20 le avalan. Hace doblete este verano por tanto.


EMANUEL CATE (RUMANIA, 2.04, 20-07-1997): La gran noticia del baloncesto rumano. Canterano madridista, experiencia ACB y futuro en LEB ORO (CB Prat), donde espera ser resolutivo como lo ha sido en el último Eurobasket B U20, torneo dominado de cabo a rabo por este “cuatro” de gran capacidad reboteadora. Debe evolucionar en tiro y movilidad.


DINO RADONCIC (MONTENEGRO, 2.02, 08-01-1999): Preparado para dar el salto en el Madrid de Laso y en el Montengro de Tanjevic, donde ya tiene un peso sustancial. 



FURKAN KORKMAZ (TURQUÍA, 1.98, 24-07-1997): La única buena noticia entre tanto infortunio turco puede estar en la espléndida oportunidad para que jugadores como Korkmaz demuestren su valía. Exterior muy completo, en la línea de su compatriota Emir Preldzic. Este curso dará el salto a la NBA, en concreto a Philadelphia.