En el nombre del padre. |
Continúa la clásica recolección de medallas
veraniega con la que la FEB año tras año engrandece las vitrinas de nuestro
baloncesto. En esta ocasión se trata de una categoría en la que los éxitos nos
son tan afines como los U20, aunque desde 2016 (y hay que recordar que a partir
de 2004 este torneo se celebra todos los años), cuando fuimos campeones en
Helsinki con Marc García como MVP, no habíamos vuelto a subirnos al podio, por
lo que hay que darle a esta plata el valor que sin duda merece después de caer
ante unos anfitriones que revalidan título (primera selección en conseguirlo
desde Serbia en los años 2007 y 2008) liderados por un prodigioso
base-escolta-alero de 18 años llamado Deni Avdija a quien los buenos aficionados
ya conocerán porque a pesar de su edad es una de las perlas del actual Maccabi
Tel Aviv y en Euroliga ya se le ha podido ver rascando minutos de cierta
importancia (ante Baskonia llegó a los 10 minutos en pista en el partido
disputado en Enero de este año en el Buesa Arena), y cuyo nombre a los
aficionados más veteranos no les resultará ajeno.
En efecto, Deni tiene parentesco con el mítico Zufer
Avdija, una institución en el Estrella Roja de los 80 (aquel Estrella Roja de
Zoran Radovic, Slobodan Nikolic o el desgraciado Bojan Jankovic) que
posteriormente emigraría a Israel donde acabaría su carrera como jugador y
donde nacería su hijo Deni, quien por tanto posee la doble nacionalidad
serbio-israelí, pero para suerte del país hebreo ha decidido jugar para Israel,
donde todo apunta que será en un futuro a medio plazo el próximo líder de la
selección absoluta. Sus medias en el Europeo U20 son incontestables: 18.4
puntos, 8.3 rebotes, 5.3 asistencias, 2.1 robos y 2.4 tapones por encuentro. Medias
de jugador total que le han valido para ser elegido MVP del campeonato.
Sorprendente metodismo, ha sido el quinto mejor jugador en todos los apartados
estadísticos que acabamos de mencionar excepto en… ¡tapones!, donde ha sido el
segundo mejor taponador. Dato impresionante que habla de la voracidad de su
juego. Se le perdonan sus carencias en el tiro (flojo 12 de 42 en triples, y
peor todavía su 27 de 45 en tiros libres)
Ha sido Israel la gran dominadora del campeonato
pese a debutar con derrota ante Serbia. A partir de ahí no dieron opción a sus
rivales en los seis partidos siguientes para acabar colgándose el oro. Un
balance similar al de España, que también ha ganado seis partidos y sólo ha
perdido uno, precisamente el de la final. Han hecho un buen torneo los chicos
de Joaquín Prado, ganando con mucha solvencia la mayoría de los partidos,
aunque sufriendo lo indecible ante Turquía en cuartos de final. De hecho el
alero Mustafa tuvo en sus manos llevar el partido a la prórroga pero erró su
segundo tiro libre en la última acción turca del partido y España pasó a
semifinales. Carlos Alocén y Sergi Martínez han sido los líderes del combinado
nacional y han sido incluídos en el mejor quinteto del torneo junto a, por
supuesto Avdija, el compatriota de éste Madar, y el alemán Herkenhoff, quien
llevó al combinado germano a colgarse el bronce.