martes, 28 de febrero de 2012

ALL TOMORROW PARTIES

"Durantula" acrecienta su leyenda.



Es una pena que en una NBA tan brillante como la actual, con niveles de juego y de calidad individual en los jugadores prácticamente a la altura de los dorados años 80 que a tantos aficionados engancharon, haya un aspecto que no acaba de estar a esa altura a la que nos referimos, y hablamos, como no, del recientemente disputado All Star Weekend, el antaño lustroso e hipnotizador “Fin de semana de las estrellas”. No obstante siguen siendo unos días absolutamente maravillosos para todo aficionado, jornadas fantasiosas repletas de glamour y baloncesto, todo muy americano y a lo grande, pero realmente con una factura impecable, con esa etiqueta de calidad que ha llevado a esta liga de baloncesto ha convertirse en el mayor espectáculo deportivo del mundo en opinión de muchos. Sin embargo, insistimos, algo falla cuando se trata del fin de semana de reunión de las estrellas, de los auténticos protagonistas de este maravilloso circo que nos sigue dejando boquiabiertos noche tras noche igual que cuando éramos niños. 

Y eso que el fin de semana empezaba bonito para nosotros, con Ricky Rubio batiendo el record mundial de canastas encestadas desde detrás del tablero. Nada menos que 18 encestes en tan solo un minuto, increíble, ¡y 16 de esos encestes de manera consecutiva, sin fallo! No deja de ser algo anecdótico, pero si alguien duda sobre el mérito de esta marca, le animo a que se acerque a la pista de baloncesto más cercana y pruebe la dificultad que entraña acertar con un solo lanzamiento desde detrás del tablero (en lanzamiento lateral), pues imagínese 16 consecutivos. Al mismo Ricky pudimos ver esa misma noche junto a otras nuevas sensaciones de la liga como el también novato Kyrie Irving, o el sorprendente Jeremy Lin (jugador de segundo año, pero no se preocupen si no habían oído hablar de él en la vida hasta hace prácticamente un mes, le ha pasado al 99% del mundillo baloncestístico), o la bestia Blake Griffin, en el partido entre jugadores de primer y segundo año que por primera vez se ha hecho de manera mixta. Un encuentro que en su afán por permitir el lucimiento individual de los jugadores y no hacer el mínimo esfuerzo defensivo, acaba desluciendo demasiado tornándose en una pachanga indigna para jugadores de esta calidad. En ese sentido admito que me pareció muy cachondo lo de Greg Monroe dejando con cara de tonto a John Wall cuando intentó su mate tras bote. Creo que fue lo mejor del partido, junto a la “sotana” que le hizo Ricky a DeMarcus Cousins en un contrataque que fue culminado con otro mate de ese destrozador de tableros que es Blake Griffin. Sabiendo como se las gasta el “angelito” de Cousins, creo que habrá que estar muy atentos al próximo duelo entre Minnesota y Sacramento, por lo que pueda pasar. El MVP fue un Irving que volvió a dejar constancia de su calidad anotadora y se fue hasta nada menos que 34 puntos.     

Ricky, al Guinness.


El sábado fue el día dedicado a los tradicionales “conquests”, los concursos de triples y mates, aderezados con un concurso de tiro, que sirvió para comprobar que Allan Houston realmente sigue teniendo una muñeca de seda que no le vendría nada mal a D’Antoni para los actuales Knicks, y otro de habilidades en el que triunfó Tony Parker. Y con ello pasamos a los que deberían ser los platos fuertes de la jornada, y que nos mostraron la cara y la cruz del pasado All Star Weekend. Por un lado un concurso de triples que dejó un estupendo sabor de boca, la participación de dos de los jugadores más mediáticos de la liga ayudaba a ello. Un Kevin Durant que llegaba dispuesto a desquitarse de su horrible actuación el pasado año (cuando sólo consiguió 6 míseros puntos, la segunda peor actuación de la historia después de los 5 de… ¡Michael Jordan!, como lo leen, el considerado mejor jugador de todos los tiempos tiene el dudoso honor de poseer la peor marca de la historia en un concurso de triples) frente a un Kevin Love absolutamente emocionado por la posibilidad de participar en el acontecimiento. Las dos estrellas no defraudaron y disputaron una final que se llevó el ala-pivot de los Wolves. Me alegro mucho, a los Minnesota esta temporada les he cogido mucho cariño, y por otro lado se lo merece, ya que demostró tomarse muy en serio el concurso y dejó claro la ilusión que le hacía participar en el evento. También fue bonito el gesto de Anthony Morrow (posiblemente el tirador más puro de los participantes y el de mejor estética en su mecánica, a pesar de su no demasiada brillante marca) homenajeando al gran Drazen Petrovic. En definitiva un concurso bastante lustroso, ganado por uno de los jugadores con mayor carisma en estos momentos. Pulgares arriba en este caso.       

Drazen, en el recuerdo.


Sin embargo es muy difícil poder escribir sobre el concurso de mates sin caer en la reiteración de todo lo que se ha dicho ya sobre ello. ¿El peor de la historia? Posiblemente. Una pena lo de Derrick Williams, que echó por la borda sus posibilidades de victoria en el último mate intentando una y otra vez un imposible, para mí fue el mejor de los participantes, hubiera sido un digno campeón, y para Minnesota habría sido un All Star Weekend redondo, con Ricky, Love y Williams ganando en los respectivos concursos en los que participaron. No fue así y el antaño brillante título de mejor matador se lo llevó un insípido Jeremy Evans ante la incredulidad generalizada. No esperamos volver a vivir mates con vuelos de 360 grados por parte de un jugador de 1,70 como “Spudd” Webb, y no hablemos ya de revivir finales como las del rey de los “tomahawks” Dominique Wilkins frente a “His Airness” Michael Jordan, pero al menos si volver a recuperar ese cierto nivel que había con los Vince Carter o Brent Barry.   

LeBron, el mejor físico de la NBA.


Demasiado cansado para la traca final del domingo con el All Star Game, no he visto el partido entre el Este y el Oeste, tan sólo los resúmenes y los high-lights de lo que fue un duelo LeBron-Durant (¿anticipo de la final de este año?), en la que el alero de los Heat demostró que si hay alguien capaz de revitalizar el concurso de mates, sin duda es él, por encima de Howard o Griffin. Nadie en el mundo tiene la inabarcable capacidad física de James, es el único que puede volver a dar a ese concurso tintes extraterrestres, imposibles. Y Kevin Durant que con sólo 23 años ya añade el MVP de un All Star Game a un currículum que comienza a dar miedo para un jugador cuyo dominio todavía está comenzando a asentarse. En definitiva, luces y sombras para un evento que esperemos conozca mejores fiestas el día de mañana.      


3 comentarios:

  1. Aún no he visto el All Star Game, lo tengo grabado para verlo con mi hijo, pero si el nivel, es el del Saturday Night ...buffff. Menos mal que lo emitieron al día siguiente por la tarde, que si me quedo despierto por ver semejante truño dejo de profesar la fé de la canasta....
    Publico frío, incluso con "calvas" en la grada, falto de ideas (los jugadores), de ritmo, de alma ....y luego los comentaristas españoles que son para echar a correr...Ahora bien, una cosa hay que tener en cuenta, sobre todo en el concurso de mates ¿como innovas después de tanto tiempo?, se me hace imposible, la verdad....

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  2. Espero que hayas disfrutado el partido con tu hijo, yo creo que sólo por el duelo LeBron-Durant ya ha merecido la pena... sobre los mates, en mi opinión, creo que es un error la obsesión por innovar, creo que eso es lo que lo ha llevado a estas cotas tan bajas, los jugadores creen que por llevar un peluche en la boca, o vestirse de torero, ya están haciendo algo distinto y que el público lo va a valorar, yo personalmente disfruto con lo de toda la vida, si lo más espectacular es un "tomahawk" furibundo, un giro de 360º, o un salto desde la línea de los tiros libres, pues que lo sigan haciendo, a mí eso me sigue gustando... por eso me gustaría ver a LeBron en el concurso, creo que físicamente es el jugador más privilegiado... saludos.

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  3. Si, quizá tengas razón, pero yo creo que al público americano se le conquista muchas veces precisamente por el disfraz de torero, que por el mate en si...no se, es un impresión, quizá esté equivocado.
    saludos

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