Raulzinho, héroe brasileño en octavos. |
Ya tenemos cuartofinalistas
del Mundial 2014, después de un magnífico fin de semana de puro baloncesto, con
ocho partidos, algunos de ellos partidazos, mucha emoción e igualdad en algunos
casos, desenlaces sorprendentes, y un gran ambiente en las calles y pabellones
de Madrid y Barcelona, con bancadas ilustres como la argentina y lituana,
siempre fieles a sus combinados nacionales. Hay que destacar que de los ocho
supervivientes en este torneo cuatro son del grupo A, nuestro grupo. Es decir,
han ganado todos los que se clasificaron con nosotros. ¿Alguien dudaba que
teníamos el grupo más fuerte? De esos cuatro sólo quedarán dos, ya que nos
volvemos a enfrentar entre nosotros. Por continentes Europa domina, llevando
seis representantes al siguiente cruce, y América se queda con dos.
Estados Unidos hacía los
honores de abrir los octavos con su duelo frente a México. Como era previsible
el partido no tuvo demasiada historia y los hombres de Coach K dominaron desde
el principio para resolver por un nada escandaloso 86-63. En un combinado USA
donde estaban destacando sobremanera sus jugadores interiores, el choque de
octavos sirvió para ver la mejor versión de Stephen Curry, letal con 20 puntos
y 6 triples de 9 intentos. El base de los Warriors afina la muñeca de cara a
las citas más exigentes. Gustavo Ayón opuso resistencia por parte mejicana, con
25 puntos y 8 rebotes. El pívot se despide del Mundial sin saber todavía donde
jugará la próxima temporada, extraña situación para un jugador de su
categoría.
Francia-Croacia se presentaba
como uno de los duelos más inciertos y de pronóstico más complicado de octavos
de final. Comenzaba bien el partido para los croatas, desarrollándose al gusto
de Repesa. Baja anotación y partido bronco. Poco a poco se fue imponiendo la
inteligencia táctica de los galos, representada en un jugador como Boris Diaw,
repartiendo juego más que ningún base. El jugador de los Spurs es una estrella
generosa que sabe estar en un segundo plano pero es fundamental para su equipo.
Sin grandes alardes los franceses fueron remontando y abriendo brecha en el
marcador ante un conjunto croata romo en ataque. Un mate de Batum ponía un
46-30 a punto de cerrar el tercer cuarto que parecía definitivo. Los de Repesa
apenas anotaban a punto por minuto, y los de Collet, simplemente con oficio,
buena circulación de balón, y defensa para intentar algún que otro contraataque,
parecían sentenciar el choque. Como suele ocurrir en este tipo de situaciones,
cuando los croatas se vieron fuera del partido y del torneo renunciaron al
corsé táctico impuesto por su entrenador y aceleraron el ritmo del choque,
llevándolo a un frenético “run and gun” donde la metralleta de Bogdanovic (acabó
con 27 puntos y 6 rebotes) llegó a ajustar el marcador a 66-64 a falta de 52
segundos tras otro de sus triples. Diot se precipitó en el ataque siguiente
buscando responder desde el perímetro, pero su fallo no lo aprovechó Croacia,
esta vez Bogdanovic erró el tiro y Heurtel y Batum sentenciaron desde los tiros
libres tras las habituales faltas del equipo que se ve abajo en el marcador y
busca parar el reloj. Un final muy emocionante, en el que tras tres cuartos de
pobre calidad en el juego, los minutos finales si nos brindaron un gran
espectáculo.
Eslovenia cumplió los
pronósticos ante República Dominicana, pero los americanos no lo pusieron fácil
(lo que hubiera sido esta selección con Al Horford) De hecho comenzaron
mandando los de Orlando Antigua, neutralizando a un errático Goran Dragic que
cometía sus dos primeras faltas personales en apenas medio primer cuarto. Fue
su hermano Zoran quien mantuvo al equipo en el partido (18 puntos), hasta que
Goran volvió a hacer acto de presencia y llevar el partido a su terreno. En
cuanto Eslovenia obtuvo el mando del partido no lo soltó, manteniendo siempre
diferencias en torno a la decena de puntos final (Dominicana apretó poniéndose
55-57 a falta de 6 minutos, pero un parcial de 2-10 definitivamente les dejó
sin opciones) Eslovenia sigue y se las verá con Estados Unidos en cuartos.
España cerraba la primera
jornada de octavos frente a la revelación Senegal. No hubo partido. A pesar de
la generosidad física de los africanos y de ser capaces de aguantar en ataque
en los primeros minutos, el combinado de Orenga dio otro recital, basado en una
soberbia conexión Ricky-Pau y finalizando con una aportación coral en la que
hay que destacar a un Calderón quien definitivamente ha recuperado el tino en
el triple (3 de 4 intentos), recordando al jugador que en la NBA lanza por
encima de un 40% en la distancia más letal. Hay que felicitar a Senegal, un
soplo de aire fresco entre tanto baloncesto previsible, con jóvenes jugadores
de formación universitaria estadounidense y representación española en su
preparador físico y en su fisioterapeuta. Ojala sigan creciendo. España, por su
parte, sigue realizando un baloncesto espectacular, con una circulación de
balón magistral y una actitud defensiva encomiable… y con todo ello siguen los
palos a Orenga. ¡Esto sólo puede pasar en España!
Los Gasol siguen de exhibición. |
El domingo se abría con una
trabajada victoria lituana ante una Nueva Zelanda que nunca le perdió la cara
al partido. El equipo de Kazlauskas mandó y fue superior, pero los arreones “kiwis”,
de la mano de un excelso Corey Webster (26 puntos), obligaron a Lituania a
disponer de la mejor versión de Jonas Valanciunas (22 puntos, 13 rebotes y 3
tapones) Los oceánicos llegaron a empatar en el luminoso a 65 a falta de poco
más de dos minutos, pero dos pérdidas de balón consecutivas y el poderío
interior lituano en los ataques siguientes les dejan fuera del torneo, a pesar
de la incapacidad europea para sentenciar en el tiro libre (muy fallón Pocius)
La canasta decisiva, no obstante, vino desde el perímetro, con un triple del
nuevo madridista Maciulis, poniendo el 65-72 a falta de un minuto. Lituania
sigue, las gradas lo agradecen, y espera Turquía.
Serbia-Grecia era otro de los
platos fuertes de octavos. Los de Katsikaris llegaban imbatidos y los de
Djordjevic sólo habían podido ser cuartos en su fase de clasificación (pero eso
sí, en el grupo más fuerte) Parecían favoritos los helenos pero con mucho que
decir por parte serbia. El partido no decepcionó. El comienzo fue trepidante y
con ambos equipos buscando el aro rival con descaro. Un choque nada
especulativo. Si Kalinic “posterizaba” a Bourousis, con un mate en sus narices
que nos hacía recordar al de Rudy a Dwight Howard en los Juegos de 2008, el
griego respondía en la jugada siguiente con un triple. Si Teodosic castigaba
desde el perímetro, Zisis contestaba por parte helena. Parecía el mejor partido
de octavos, y la duda era si ambos equipos serían capaces de mantener ese nivel
de juego durante 40 minutos. La primera parte fue magnífica, con defensas alternando
entre individuales y zonales y los ataques imponiéndose en muchas ocasiones,
para deleite del espectador. Serbia se fue a los vestuarios con una ligera
ventaja en el luminoso (46-42) tras otro mate con tiro adicional del portento
físico Kalinic. Nos preguntábamos si ambos conjuntos serían capaces de mantener
el alto nivel los 40 minutos, la respuesta serbia fue afirmativa. No les hizo
falta ningún parcial descomunal para romper el partido, simplemente no bajaron
el ritmo en momento alguno, y Grecia no pudo seguirles. Cualquier minuto sin
anotar por parte helena era castigado por los serbios, que con Bogdanovic a la
cabeza (finalizó con 21 puntos) era constante en su martilleo al aro rival. Así
empezaron a llegar las primeras ventajas serias para los de Djordjevic, entre 7
y 11 puntos, para en el último cuarto acabar paseándose y dejarnos sin emoción
el que podría haber sido el mejor choque de esta eliminatoria pero al que le
faltó mayor respuesta griega. Los serbios están crecidos y su duelo contra
Brasil puede ser de alto voltaje.
Turquía-Australia era otro
choque sin favorito claro, aunque los “boomers” daban la sensación de tener un
poquito más en su baloncesto que los otomanos… y desde luego, tardarán tiempo
en darse cuenta de la ocasión que han dejado pasar, ya que dominaron
prácticamente todo el encuentro pero no supieron rematar a una selección turca
aburrida y desangelada, pero con calidad suficiente para darle la vuelta a un
marcador como el de ayer. Y es que finalizando el tercer cuarto los aussies
llegaban a tener diferencias rondando la decena de puntos, gracias a la inspiración
de su base Dellavedova (gran campeonato el suyo) y al trabajo del siempre
eficiente Aron Baynes (15 puntos y 7 rebotes), pero no contaban con el factor Preldzic.
El jugador de origen bosnio volvió a ser el líder de los suyos, a pesar de su
mala primera parte. Preldzic es un jugador total, un “point-forward”, un “all
around player”, capaz de dominar todas las facetas del juego y echarse a su
selección a la espalda para llevarla a cuartos de final. Un triple suyo ajustó
el marcador cerrando el penúltimo acto (46-50) y dos consecutivos en el último
minuto ajusticiaron a una Australia que adoleció de falta de experiencia en
finales apretados y pagó su juego especulativo en el tramo decisivo (una
perdida de balón crucial al agotar tiempo de posesión). Del 59-64 que ponía
Dellavedova a falta de 1:02 para la conclusión, al 65-64 definitivo gracias a
la muñeca del jugador de Fenerbahce. Vaya final.
Preldzic, el héroe que vino de Bosnia. |
Y para cerrar unos estupendos
octavos de final, el derbi sudamericano por excelencia. Un Brasil-Argentina con
claro favoritismo para los de Magnano (argentino, por cierto) Los de Lamas
pelearon y tuvieron un gran arranque de partido, pese a la incapacidad de
Scola, superado por la defensa de Varejao y Splitter, pero apoyados en el buen
hacer de su pareja de bases, Prigioni y Campazzo, que veían aro con facilidad.
Los argentinos se dieron el gustazo de llevarse el primer cuarto (13-21), pero pronto
cambiaría la historia. Magnano buscó equilibrar el partido con tres “bajos” y
al igual que Lamas, con dos bases en pista (Larry Taylor y un soberbio
Raulzinho Neto, licenciado definitivamente anoche con sus 21 puntos) Brasil lo
notó en fluidez ofensiva y ajustó el marcador al 33-36 con el que se llegó al
descanso. La segunda parte fue un paseo brasileño, con un Marquinhos Vieria
campando a sus anchas y destrozando la defensa argentina. El ex –jugador de New
Orleans es el auténtico “factor X” de los de Magnano, y uno de los pocos,
quizás el único, aleros altos que de verdad está desequilibrando en el torneo. No
merecía Argentina despedirse de este torneo por una diferencia de 20 puntos,
pero Brasil demuestra su fortaleza y que, como muchos vaticinaban, tras Estados
Unidos y España es el equipo más fuerte de este torneo. Serbia será su rival de
cuartos.
EL QUINTETO DE OCTAVOS:
RAULZINHO NETO (BRASIL) 21
puntos (9 de 10 en TC), 2 asists y 1 robo.
STEPHEN CURRY (USA) 20
puntos, 3 rebotes, 4 asistencias y 1 robo.
BOJAN BOGDANOVIC (CROACIA) 27
puntos, 6 rebotes, 1 asist. Y 1 robo.
JONAS VALANCIUNAS (LITUANIA) 22
puntos, 13 rebotes y 3 tapones.
MARC GASOL (ESPAÑA) 9 puntos
(100% en TC), 6 rebs, 4 asists y 4 tapones.
ENTRENADOR:
ALEKSANDER DJORDJEVIC
(SERBIA)
EL QUINTETO DEL MUNDIAL:
GORAN DRAGIC (ESLOVENIA) 16.5
puntos, 2.7 rebotes y 4.3 asistencias p.p.
JAMES HARDEN (USA) 12.5
puntos, 2.5 rebotes y 4 asistencias p.p.
NEMANJA BJELICA (SERBIA) 11.8
puntos, 7.3 rebotes y 1.8 asistencias p.p.
KENNETH FARIED (USA) 12.8
puntos y 7.8 rebotes por partido.
PAU GASOL (ESPAÑA) 20.5
puntos, 5.5 rebotes y 1.5 asistencias p.p.
ENTRENADOR:
JUÁN ANTONIO ORENGA (ESPAÑA)
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