DIMITRIOS ITOUDIS: Si Pablo Laso ha sido el gran
profeta del baloncesto ofensivo en Europa en los últimos tiempos, el griego
Itoudis es uno de sus apóstoles. Crecido al amparo de Obradovic en el mejor Panathinaikos
de la historia (el de las cinco euroligas), sus éxitos en solitario no tardaron
en llegar (histórico primer puesto en temporada regular de la liga turca con el
modesto Banvit), para consagrarse en 2016 con el cetro continental quitándose
la espina de 2015, cuando el sempiterno Olympiakos cercenó el sueño europeo en
el primer partido de la Final Four de Madrid. En la VTB su CSKA arrasó, con un
balance de 28-2 en liga regular y sin conocer la derrota hasta las finales,
donde el UNICS Kazan logró la proeza de hacerles morder el polvo en un partido
para no irse de vacío y caer por un “honroso” 3-1. En total hicieron un balance
de 37 victorias por 3 derrotas. Y encima con el mejor baloncesto de ataque del
continente. Bendita locura.
ZELJKO OBRADOVIC: Incombustible. Sigue siendo
sinónimo de éxito allá por donde pasa. Y es que hay que reconocer que pese a un
decepcionante primer año en Estambul con el todopoderoso Fenerbahce, en el que
no pudo llevar ningún título a las vitrinas turcas, en 2016 volvió a
reencontrarse con la gloria haciendo doblete con Liga y Copa en Turquía y
llegando a la final continental, ese título que de momento se le resiste con
los otomanos. Pero teniendo en cuenta que en cuatro de sus cinco equipos
anteriores (únicamente en Treviso no fue campeón de Europa) consiguió el cetro
europeo, en las vitrinas del club de Estambul ya piensan en hacerle sitio al
trofeo. Y qué mejor ocasión que en un año en el que la Final Four se juega en
su ciudad.
Maestro, alumnos, rival... |
STEVE KERR: Una de romanticismo, ¿por qué no? Vale,
hablamos del gran derrotado de los banquillos, el entrenador del record sin
título, pero… ¿y lo qué hemos disfrutado durante todo el año gracias a sus
vertiginosos Golden State Warriors? Acabaron la temporada anotando 114.9 puntos
por partido en temporada regular, suministrados en gran parte por esas 28.9
asistencias por noche, líderes en ambas categorías, anotación y pases de
canasta. Una bendición para el basket. Con la llegada de Durant la cosa ha
subido a 117.5 puntos y 31 asistencias por partido. El entrenador del 73-9, el
técnico que perdió las finales viendo como el rival remontaba un 3-1 por
primera vez en la historia… pero también el entrenador que apuesta por un
baloncesto que hace que millones de personas de todo el globo terráqueo se
enganchen a las pantallas para ver el espectáculo de Los Locos de la
Bahía.
Otros entrenadores que han dado que hablar el pasado
2016 han sido Mike Krzyzewski, quien antes de ceder el testigo de la selección
USA a Gregg Popovich se colgaba su tercer oro olímpico de manera consecutiva,
Jay Wright, quien vio su trabajo de 15 años al frente de los Villanova Wildcats
ganando por fin el torneo universitario de la NCAA, Tyron Lue, quien no puede
haber tenido mejor debut como primer entrenador para convertirse en campeón de
la NBA con los Cavaliers de LeBron e Irving, Ergin Ataman, campeón de Eurocup
con Galatasaray, “nuestro” Sergio Scariolo con otro éxito olímpico, Andrej
Lemanis, maravillando y llevando a Australia a semifinales en esos mismos
Juegos en los que España les apartó del podio, y “Sasha” Djordjevic, quien se
desquitó de su despido en el Panathinaikos en Primavera para llevar a su Serbia
a la final olímpica.
Porque los títulos no son todo. |
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