Desde Manresa, primer escaparate... |
El pasado miércoles 10 de Mayo de 2017 se cumplían
diez años de la llegada de Sergio Llull al Real Madrid procedente del
Baloncesto Manresa. Una efeméride que el propio jugador ha recordado feliz y
orgulloso en redes sociales, ganándose todavía más a una afición madridista que
le idolatra. No es para menos. Sólo el fichaje de Felipe Reyes en 2004
procedente del Estudiantes puede entrar en el debate sobre el mejor movimiento
del club blanco en todo el siglo XXI respecto a contratación de jugadores. En
entrenadores no puede haber tal debate, cuando Pablo Laso ha sido capaz de
llevar al equipo madridista a una dimensión que no conocía desde hacía 30 años,
destrozando lo conseguido por todos sus predecesores posteriores a Lolo Sainz.
Es precisamente Laso una figura clave en los éxitos de Llull, apostando por él
como base y dándole unos galones no tan fácil de asumir en un equipo plagado de
jugadores estelares.
Pero deberían pasar unos años hasta que el feliz
encuentro entre Laso y Llull se produjese, ya que la llegada del menorquín
tiene lugar a punto de comenzar los play offs por el título ACB durante el
primer curso de Joan Plaza como técnico blanco. Contaba con 19 años y la vitola
de campeón de Europa junior, siendo base suplente de un Sergio Rodríguez un año
mayor que él. Su presencia es meramente testimonial. Cinco minutos en tres
partidos de cuartos de final ante Pamesa Valencia, en la dura semifinal ante el
Joventut apenas seis minutos en tres de los cinco partidos disputados, y unos
segundos en el cuarto y definitivo partido de las finales ante el Barcelona.
Sólo anotó un punto, un tiro libre ante el Joventut, pero celebró su primer
título con la elástica blanca con la misma intensidad que el mismísimo Felipe
Reyes, MVP de aquellas finales y guía espiritual del baloncesto madridista
(rango que diez años después sigue ostentando)
Los dos cursos siguientes su crecimiento es lento
pero seguro, alternando las posiciones de base y de escolta. Con la marcha de
Kerem Tunceri el tercer año de Plaza y la rescisión de contrato de Pepe
Sánchez, sólo Raúl López queda como director de juego puro, con lo que Llull
araña muchos minutos en su posición favorita. Ese tercer y último año de Plaza
ya es uno de los jugadores importantes de la plantilla. De hecho en el último
partido de aquella temporada, a la postre último partido de Plaza, una derrota
en semifinales por el título ACB en el Buesa Arena, es el mejor del equipo con
15 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias para 20 de valoración. Era el segundo año
sin títulos, pero el madridismo asistía esperanzado a la progresión de un
jugador que se convertía en internacional absoluto aquel verano de 2009
disputando el Eurobasket de Polonia, donde se colgaría su primer oro senior con
nuestro país, y sería noticia por aquella famosa última jugada contra Turquía,
en la que ya demostraba su arrojo en los momentos calientes del partido (y
gracias a un Sergio Scariolo que confió en él) Su trabajo con la selección, por
cierto, es otra muestra de la capacidad de adaptación del jugador, siendo capaz
hasta de jugar de tres con el combinado nacional.
Pero si los dos últimos años con Plaza, pese a un
buen juego general y al reconocimiento del aficionado, no tuvo el premio de los
títulos, peor sería la era Messina, que acabó siendo la era Molin (su segundo),
con sólo el consuelo de haber vuelto a ver al equipo blanco en una Final Four
de Euroliga 16 años después con una base de jugadores jóvenes que encontrarían
en Laso a su mejor aliado para desarrollar su baloncesto. No fueron fáciles
aquellas dos temporadas para Llull, quien veía como Messina le prefería como
escolta (Prigioni y Jaric el primer año, y el argentino junto a Sergio
Rodríguez el segundo acaparaban prácticamente todos los minutos como bases), además
de tener que adaptarse a un estilo de juego lento y plomizo que no dejaba
explotar todas las virtudes del jugador. Aun así finaliza el segundo año de
Messina como máximo anotador ACB del equipo y segundo jugador más valorado en
liga regular tras Carlos Suárez, además del más valorado en play offs
(creciendo en los momentos importantes) En Euroliga más de lo mismo, máximo
anotador y jugador más valorado de los blancos. Ya era una estrella a nivel
continental, pero le faltaba algo…
Nunca seremos del todo conscientes de lo que supuso
la llegada de Pablo Laso al Real Madrid en verano de 2011. Una de sus primeras
(y controvertidas) decisiones fue devolverle a Llull la batuta del juego, ante
las críticas furibundas de una parte de la afición que había olvidado los
orígenes del menorquín como base, que por otro lado seguía anclada en el
desfasado baloncesto que en los años anteriores se había basado en agotar el
reloj de posesión y renunciar al contraataque, y que en tercer lugar mantenía que
Llull era un jugador limitado que basaba su juego únicamente en la explosividad
de su físico pero su cabeza y lectura del juego era pésima (en su desfachatez
aún queda alguno que lo mantiene) El resto es historia. Los títulos y las
exhibiciones individuales no han parado de llover desde entonces sobre el
Palacio de Los Deportes, comenzando por su inolvidable partido en la final de
Copa en el Sant Jordi que supuso el primer título de la era Laso y venía a
inaugurar una nueva era de dominio madridista. Tres ligas, cinco copas, tres
supercopas, una euroliga y una intercontinental (a las que hay que sumar la
liga ganada con Plaza) Seis veces MVP (dos de las finales por el título, dos de
la copa, una de la supercopa y otra de la intercontinental) Diversas
inclusiones en los mejores quintetos de cada temporada y mvps semanales o
mensuales. Jugadas para el recuerdo y canastas ganadoras en una evolución
imparable hasta convertirse en el jugador más decisivo de Europa (ahí entraría
en debate con Nando De Colo) y el sucesor de los Navarro o Spanoulis como ese
tipo de baloncestista competitivo y ganador, por no recordar que sigue siendo
el europeo fuera de la NBA más deseado por la liga profesional estadounidense
(¿alguien duda que no encajaría como un guante en los actuales Houston Rockets
de Mike D’Antoni?)
A sus 29 años ya nadie duda que Llull es uno de los
jugadores históricos del baloncesto madridista, español y europeo. Una página
legendaria de nuestro deporte que todavía no ha escrito sus últimas
líneas.
...a devorar títulos con el Real Madrid. |
Finalizamos con una estadística evolutiva de las
diez temporadas de Llull como madridista en las distintas competiciones,
observando los que consideramos datos más relevantes para un jugador de su
perfil. Esto es, puntos, porcentajes de tiro, y asistencias.
LIGA ACB | EUROLIGA | COPA | SUPERCOPA | INTERCONTINTENTAL | |
2006-07 | 0,1 pts/0,4 as 0% TC 50% TL | ||||
2007-08 | 2,7 pts/1,4 as 42% TC 71% TL | 2,3pts/0,9 as 37% TC 78,9% TL | 2 pts/1 as. 0% TC 100% TL | 4 pts/1 as 50% TC | |
2008-09 | 8,6 pts/2,6 as 43,6% TC 82% TL | 6,9 pts/2,2 as 46,8% TC 92,6% TL | 6 pts/3 as. 12.5% TC 75% TL | ||
2009-10 | 11,1pts/2 as 49% TC 82% TL | 9,5 pts/ 2 as 52,1% TC 72,4% TL | 15,6 pts/1,6 as. 48,2% TC 85%TL | 6,5 pts/3 as 28,5% TC 90% TL | |
2010-11 | 12,3 pts/2,8 as 42,6% TC 81% TL | 11,9 pts/3 as 40,6% TC 84,1% TL | 7 pts/2 as. 38,8% TC 100% TL | 4 pts/2 as 11,1% TC 50% TL | |
2011-12 | 10,3 pts/3,8 as 41,9 %TC 69% TL | 7,4 pts/3,2 as 42,7% TC 71,9% TL | 16 pts/5 as 52,9% TC 80% TL | 12 pts/4 as 28,5% TC 67% TL | |
2012-13 | 11,6 pts/2,8 as 47,3% TC 71% TL | 10,4 pts/3,2 as 40% TC 78,1% TL | 23 pts/4 as 33,3% TC 75% TL | 13,5 pts/1,5 as 62,5% TC 83% TL | |
2013-14 | 13,8 pts/3,7 as 47,8% TC 86% TL | 11,4 pts/ 4,1 as 46,6% TC 79,6% TL | 9 pts/3,3 as 44% TC 100% TL | 8,5 pts/3,5 as 60% TC | |
2014-15 | 12,3 pts/3,4 as 45,5% TC 86% TL | 10,4 pts/5,8 as 43,8% TC 82,1% TL | 10 pts/4,3 as 42,8% TC 100% TL | 18,5 pts/4 as 77,7% TC 50% TL | 19,5 p/6 a 44,8% TC 85,7%TL |
2015-16 | 12 pts/4,8 as 45% TC 81% TL | 12,8 pts/4,6 as 37,8 %TC 80,7% TL | 9,3 pts/5 as 40% TC 100% | 8 pts/3 as 30% TC 50% TL | |
2016-17 | 16,1 pts/5,3 as 44,3% TC 79% TL | 16,4 pts/5,9 as 41,5% TC 85,2% TL | 22,3 pts/6,3 as 41% TC 100%TL | 27 pts/2 as 55,5% TC 100% TL |
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