miércoles, 28 de junio de 2017

LA RENOVACIÓN PUEDE ESPERAR









No ha habido sorpresas en la lista de Sergio Scariolo para el próximo Eurobasket que se celebrará de nuevo en distintas sedes y países y a nosotros nos llevará en una atractiva primera fase a Rumania. Esta selección no tiene secretos, el núcleo duro ha logrado una continuidad que pese a las críticas de algunos aficionados que miran el DNI de nuestros jugadores, es una de las claves del éxito del equipo. Scariolo lo tiene claro. La máxima continuidad posible. Sólo José Calderón, quien anunciara su retirada del combinado nacional tras los pasados Juegos Olímpicos, Víctor Claver, lesionado, y Felipe Reyes y Rudy Fernández, renunciando a este campeonato para recuperarse físicamente tras una durísima temporada para los blancos, serán los rostros que el aficionado pueda echar de menos respecto a los últimos veranos. El propio Scariolo había confirmado hace unos días en un campus de la revista Gigantes ante los chavales presentes y con total naturalidad que ya tenía once jugadores fijos: Ricky, Chacho, Llull, Navarro, Abrines, San Emeterio, Mirotic y las parejas de hermanos Gasol y Hernangómez.   


Queda por tanto sólo una plaza libre para quien tenga el honor de intentar revalidar el título conseguido hace dos años en Francia, y se la disputarán nada menos que 16 jugadores. La FEB busca con ello involucrar al máximo número de jóvenes jugadores que supuestamente irán entrando en las próximas selecciones absolutas. No obstante se encuentran nombres veteranos como Pau Ribas, Quino Colom, Xavi Rabaseda o Dani Díez. Otros, más jóvenes, ya están sobradamente fogueados en ACB, caso de Jaime Fernández, Pierre Oriola, Alberto Abalde, Víctor Arteaga,  Guillem Vives, Ilmane Diop, Joan Sastre, Alberto Díaz, Nacho Llovet u Oriol Paulí. Y también dos jugadores de la liga universitaria estadounidense como son los interiores Sebas Saiz y Rubén Guerrero. Estos 16 jugadores se concentrarán en Málaga a mediados de Julio, mientras que los once que tienen plaza fija lo harán a finales de dicho mes en Madrid.


En general creemos que hay razones para el optimismo y volver a considerar a España candidata a metales (dejémoslo ahí, y no hablemos de oro, si de luchar por medallas) La madurez de Marc Gasol, el final de curso de Ricky Rubio, el momento de forma de Sergio Llull, la rápida adaptación de los Hernangómez y Abrines a la NBA, y por supuesto, la presencia del eterno Pau Gasol, son argumentos sobrados para que el aficionado espere esta cita veraniega con la misma ilusión que años anteriores, o incluso más (desde luego el roster ofrece mayores garantías que en 2013, por ejemplo) Sabemos que va a haber una enorme polémica con un nombre propio: Juan Carlos Navarro. Sus continuas molestias físicas y su fascitis plantar crónica hace plantearse si su plaza (con un rol en principio muy secundario) no estaría mejor destinada a algún joven jugador que necesite ir adquiriendo experiencia en la selección (aunque lo cierto es que tampoco se nos ocurren demasiados jóvenes escoltas ahora mismo llamando a las puertas de la absoluta) Su presencia obedece sin duda a cuestiones de ascendencia en el vestuario y liderazgo antes que a lo que pueda ofrecer en la cancha, pero también es justo reconocer que en los pasados Juegos, estando en un segundo plano, respondió perfectamente a lo solicitado por el entrenador, desatascando el ataque ante una correosa Nigeria y en labores más facilitadoras que anotadoras en partidos como los de Lituania y Francia, en los que repartió 5 asistencias en cada uno y cuya presencia en pista se tradujo en un +26 ante los lituanos y +14 ante los franceses. No se le ha olvidado jugar al baloncesto. Personalmente soy de la opinión de que Navarro ya no está para la selección, pero como soy consciente de que las críticas hacia su convocatoria van a ser lo más cruentas posibles, desde este blog no vamos a sumarnos al linchamiento. Ya hay demasiado aficionado que sólo busca el lado negativo. Nosotros seguiremos confiando al 100% en jugadores y cuerpo técnico. 



Por otro lado y por mucha crítica que se quiera hacer al combinado nacional y a la labor de Scariolo y la FEB, lo cierto es que si se ha ido trabajando en una renovación tranquila y normal, una dulce transición, que diría Del Bosque, en cuanto las piernas de viejas vacas sagradas han dejado de funcionar con el brío habitual. Recordemos que Abrines y los hermanos Hernangómez están por debajo de los 24 años, y que en realidad de los once fijos de Scariolo sólo cinco jugadores (los hermanos Gasol, Navarro, Sergio Rodríguez y Fernando San Emeterio) pasan de los 30 años de edad actualmente. Con seis jugadores por debajo de la treintena, difícilmente puede hablarse de una selección entrada en años.  

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