Avanza
2018, pero teníamos pendiente todavía el repaso a los protagonistas
internacionales de 2017. Saldamos la deuda, distinguiendo, una vez
más, entre jugadores y entrenadores.
Y
comenzamos con el gran personaje del año pasado, en nuestra opinión,
y lo que le queda, porque hablamos de un adolescente de 18 años
llamado Luka Doncic. No es que 2017 haya sido su gran año, es
simplemente es su primer gran año. Es cierto que no es el jugador
que más títulos ha ganado, ni el que mejores números ha hecho,
pero nadie ha tenido un impacto superior mediáticamente hablando,
por la sencilla razón de que estamos asistiendo a una precocidad
histórica. Nunca en la historia un jugador fue incluido en el Mejor
Quinteto de un Eurobasket a su edad (14.3 puntos, 8.1 rebotes y 3.6
asistencias por partido), una edad a la que Drazen Petrovic todavía
jugaba en Sibenik y no conocía la Copa de Europa. En 2017 a Doncic
le hemos visto coronarse Mejor Jugador Joven de la ACB, ser elegido
Rising Star de Euroliga, 6 veces MVP de una jornada euroliguera, una
vez MVP mensual tanto de Euroliga como de Liga Endesa y una
nominación más de MVP de jornada en ACB. Pero por encima de todo
esa sensación de romper moldes y destrozar barreras. El futuro hecho
presente.
Acompañando
a Doncic en nuestro imaginario podio, dos grandes estrellas ya
consagradas en la NBA, quienes han brillado a un extraordinario nivel
en dos momentos muy concretos del año, por lo que no nos atrevemos a
poner a una figura por encima de la otra. Y es que Kevin Durant,
quien fuera MVP de temporada regular en 2014 y nada menos que cuatro
ocasiones máximo anotador de la liga, alcanzó el pasado 2017 su
culmen al colocarse, por fin, un anillo de campeón de la NBA en unas
finales de las que fue dominador absoluto. Sus medias lo dicen todo:
35.2 puntos, 8.4 rebotes y 5.4 asistencias, todo ello con un 55.6% en
tiros de campo. Extraterrestre. Y haciéndolo además delante de un
LeBron James cuyas exhibiciones en 2016 todavía coleaban en el
imaginario californiano. “Durantula” demostró adaptarse
perfectamente al nuevo ecosistema de Steve Kerr y saber convivir con
estrellas del calibre de Curry o Thompson respetando y compartiendo
opciones de tiro a un nivel que no logró encontrar pasadas
temporadas con Westbrook y Harden. Misión cumplida para KD, quien
dejó Oklahoma City para ganar anillos en una liga cada vez más
gerintrificada en la que las grandes estrellas se reúnen en un mismo
equipo sin pudor alguno.
El
tercer gran jugador que queremos destacar por su 2017 es el esloveno
Goran Dragic, autor de una de los mayores recitales baloncestísticos
que podemos recordar en un campeonato de selecciones. Y es que el
base de Miami Heat dominó el Eurobasket al mismo nivel estelar que
en otras ocasiones hemos visto al mismísimo Pau Gasol, sólo que con
el añadido de hacerlo desde un perfil más estético (y quizás
también más individualista) 22.4 puntos, 4.4 rebotes, 5.1
asistencias y 1.6 robos por partido, con unos brillantes porcentajes
de tiro de 42.9% en triples y 60% en tiros de dos. Fantástico para
un jugador exterior. Pero es que además lo mejor lo dejó para una
inolvidable final en la que acabó acalambrado y firmando 35 puntos
(20 en un segundo cuarto en el que no podíamos ni pestañear), 7
rebotes, 3 asistencias y 2 robos. Histórico. Grabando su nombre para
siempre en un baloncesto europeo de selecciones del que ya ha
anunciado su retirada, concentrado sus esfuerzos en unos Miami Heat
venidos a menos tras los años de gloria de LeBron, Wade y Bosh pero
con los que estuvo a punto de dar la campanada de meterse en play
offs, finalizando la pasada temporada con un muy meritorio balance de
41-41, el mismo que el octavo clasificado, Chicago, pero haber
perdido dos de los tres partidos de “regular season” contra los
Bulls dejó a los de Florida fuera. Los 20.3 puntos y 5.8 asistencias
por partido de Dragic tuvieron gran parte de la culpa de que el
equipo entrenado por Erik Spoelstra fuera una de las revelaciones de
la temporada.
Otros
nombres que igualmente han brillado durante el 2017 a nivel
internacional han sido el de un descomunal Russell Westbrook,
coleccionista de triples-dobles durante todo el año para meter en
play offs a unos desahuciados Thunder, y coronado con todo
merecimiento MVP de temporada regular o el de Epke Udoh, dominador de
la Final Four de Estambul para finalmente volver a intentarlo en la
NBA en esta ocasión con la camiseta de los Utah Jazz.
En
los banquillos nos parece irresistible lo conseguido por Igor
Kokoskov, asistente en unos Jazz que sorprendieron la pasada
temporada con su quinta posición en el Este y sorprenden más
todavía este curso con claras opciones de play offs pese a la marcha
de Gordon Hayward. La calidad como técnico del serbio alcanzó su
máxima expresión durante el pasado Eurobasket llevando a Eslovenia
a un oro histórico. Steve Kerr ha vuelto a brillar en la NBA,
dirigiendo a un equipo de campanillas pero logrando que pura sangres
ofensivos como Durant, Curry o Thompson fueran capaces de
compenetrarse en la pista para llevar a Golden State a su segundo
anillo en tres temporadas, y por último reconocemos a un Zeljko
Obradovic que engrandece su leyenda. En su cuarta temporada al frente
del Fenerbahce ha llevado a los aurinegros a dominar el baloncesto
turco, alzando la copa turca y arrasando en un apoteósico final de
liga, pero sobre todo recordará su 2017 por el hito de su novena
copa de Europa, igualando en un solo técnico al club más laureado
del continente (Real Madrid, también con nueve) Algo absolutamente
insólito en el deporte profesional.
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