jueves, 15 de marzo de 2012

LOS IDUS DE MARZO

“¡Acordaos de marzo, acordaos de los idus de marzo! ¿No fue por hacer justicia por lo que corrió sangre del gran Julio? ¿Qué miserable tocó su cuerpo y lo hirió que no fuera por justicia? ¡Qué! ¿Habrá alguno de nosotros, los que inmolamos al hombre más grande de todo el universo porque amparó bandidos, que manche ahora sus dedos con bajos sobornos y venda la elevada mansión de nuestros amplios honores, por la vil basura que así puede obtenerse? ¡Antes que semejante romano, preferiría ser un perro y ladrar a la Luna!”
  (William Shakespeare, “Julio Cesar”)   

Bruto y Cesar, 2000 años después


Hoy es quince de Marzo, decimoquinto día del mes de Martius, lo que se conoce como “Los Idus de Marzo”, la fecha de las intrigas, sospechas, conspiraciones en la sombra y puñaladas traperas, puesto que en tal día del año 44 Antes de Cristo fue asesinado Julio Cesar en su propio Senado y a manos de sus propios senadores, en el magnicidio y conspiración más grande de todos los tiempos. Curiosamente es la fecha elegida este año por la NBA para el “trade deadline”, la fecha final y límite para traspasos y movimientos de jugadores entre las distintas franquicias, por lo que se espera que sea una jornada de auténtico frenesí informativo en la mejor liga del mundo. 

Si hay un protagonista absoluto en esta historia, un personaje que sin duda alguna y como Cesar hace 2056 años ha de cuidarse de los Idus de Marzo, y mirar a su espalda y exclamar un “¡Kobe, tú también hijo mío!”, ese no es otro que nuestro mejor jugador español de todos los tiempos. Los acontecimientos son de sobra conocidos, a principios de temporada Pau Gasol fue traspasado en una operación sorprendentemente vetada por la propia liga. No se trata por tanto de que Pau tenga el cartel de transferible, es que si sigue jugando en los Lakers, es pura y llanamente porque la liga ha querido que sea así, no porque el club así lo desease. Así pues y desde aquel momento el mayor de los Gasol ha estado constantemente en el punto de mira, sonando para mil y un traspasos que no han llegado a consumarse, y con la sensación de estar bailando encima de un campo de minas. A pesar de eso, y por si alguien pudiera tener alguna duda, la temporada de Pau está siendo nuevamente notable, sus 16.6 puntos, 10.4 rebotes y 3.4 asistencias por partido son números sólo al alcance de los auténticos cracks. Llegados a este punto parecería entonces que el de anoche frente a los Hornets haya sido el último partido de Pau con la camiseta angelina. No obstante el tiempo juega a su favor, quedan unas cuatro o cinco horas para el cierre de traspasos, y de momento sigue siendo jugador de la franquicia californiana, y hay una cosa clara: Pau no se irá a cualquier precio. Sigue siendo uno de los cuatro o cinco mejores del mundo en su puesto, y sólo saldría de su equipo si realmente los Lakers consiguen a otro superclase a cambio. 

De puñaladas y traiciones andan muy temerosos en Orlando. Dwight Howard, el gran dominador de las zonas, anda sonando toda la temporada como pieza de traspaso, sin duda la más apetecible del mercado. ¿Cómo es posible si se trata de su jugador franquicia?, es sencillo. La próxima temporada Howard será agente libre, y antes de perderlo por nada, es lógico que jugador y club encuentren la manera de que el descomunal pívot satisfaga sus auténticas aspiraciones de pelear por el anillo y no dejar huérfana la franquicia, al estilo de Cleveland y LeBron James. No obstante el center ha manifestado su deseo de quedarse en Florida. ¿Le valdrá a la franquicia con su palabra o buscarán un último movimiento que les asegure seguir en la elite de la liga? 

Captain Jack, se bebe la vida a grandes tragos.


Quienes si parecen sentir el dolor de una buena puñalada trapera son los sufridos seguidores de Los Locos de la Bahía de Oakland, los Golden State Warriors, quien en el único movimiento realmente interesante hasta el momento han mandado a Milwaukee al “fastest dude” Monta Ellis a cambio de Andrew Bogut y un Stephen Jackson al que aún recuerdan por esos lares como ejemplo de indolencia personificada (una pena, porque el tío es realmente bueno), ¡al menos se han librado de Kwame Brown!, y pensándolo bien, un Bogut sano formando froncourt con David Lee, y por fuera una tripleta con tanto talento ofensivo como Stephen Curry, Dorell Wright y Klay Thompson, pueden significar un quinteto titular que quizás haga devolver la sonrisa a los aficionados de tan singular franquicia. 

¡Nos espera un día de locos! 

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