viernes, 5 de abril de 2013

TRES DE OCHO


Tres de ocho es el magnífico balance de nuestro baloncesto español en Euroliga. Tres equipos, Barcelona, Real Madrid y Caja Laboral, los cuales tratarán de acceder a la Final Four de Londres junto a las dos habituales escuadras griegas (Olympiacos y Panathinaikos), dos habituales en estas lides como Maccabi Tel Aviv y CSKA Moscú, y un Anadolu Efes salvando el honor turco. Un baloncesto el otomano que una temporada más ha visto como sus millonarias inversiones y fichajes de campanillas no les han garantizado el éxito, especialmente en el caso del Fenerbahce, la gran decepción de este Top-16, que se queda fuera de cuartos de final cuando desde muchos rincones del mundo del baloncesto (no ha sido nuestro caso) les daban como los grandes favoritos para levantar el cetro continental este curso. Analicemos un poco las distintas eliminatorias: 


BARCELONA-PANATHINAIKOS: Dos habituales de las últimas finales a cuatro que ven sus caminos cruzarse antes de lo deseado. El Barcelona, con factor cancha y un balance absolutamente escalofriante, 9-1 en la primera fase y 13-1 en el Top-16. Un total de 22-2 en Euroliga. Para meter miedo. La trayectoria de los griegos ha sido más “humana”, 6-4 en primera ronda y 9-5 en segunda. 15-9 en total. Aún así no será fácil para los hombres de Pascual, aquejado de numerosos problemas en su juego de aleros. Conocida la ausencia de Pete Mickeal para lo que queda de temporada, y sin Brad Oleson inscrito en Euroliga, suma a todo ello la baja por tres semanas de Xavi Rabaseda. Y luego los sempiternos problemas de Navarro, claro, que ayer mismo volvió a resentirse de la fascitis plantar y es duda para el partido de esta jornada en ACB. Del estado de forma del capitán blaugrana dependerá en gran medida el signo de esta eliminatoria, y las posibilidades de los Diamantidis, Schortsanitis y compañía de asaltar el Palau. Duelos vitales: Huertas vs. Ukic, Navarro vs. Diamantidis y Tomic vs. Schortsanitis. Lorbek puede ser clave ante forwards tan físicos pero inferiores en técnica como Gist y Lasme. Ojo a la aportación del “tapado” Tsartsaris en los griegos, veterano curtido en mil batallas, muy duro y rocoso en defensa y con buena mano para hacer daño en momentos puntuales en ataque. En definitiva, eliminatoria mucho más igualada de lo que pudiera parecer por trayectoria de uno y otro conjunto.    


Spiderman vs. La Bomba



CSKA-CAJA LABORAL: El equipo de Messina actualmente puede ser considerado el máximo favorito para el título. Sin presentar los números del Barcelona, su progresión en los últimos meses ha sido evidente. Llega a los cruces con seis victorias consecutivas y con su triángulo estelar, Teodosic-Weems-Krstic, en el mejor momento de la temporada. Los dos serbios son posiblemente los mejores del baloncesto FIBA hoy día en sus respectivos puestos, y cuentan con jugadores como Kaun o Khryapa guardándoles las espaldas y sabiendo estar en un segundo plano. Por si fuera poco, la llegada de Papaloukas a finales de año permite a Messina volver a disponer de su jugador fetiche y con quien formó un exitoso binomio en la anterior etapa del siciliano en el banquillo moscovita. El balance 20-4 es bastante elocuente sobre la fortaleza de los rusos (9-1 en primera fase, 11-3 en Top-16) El Baskonia llega a cuartos clasificado en la última jornada, con un balance negativo de 4-6 en primera ronda y 8-6 en segunda. Un total de 12-12 para un equipo que ha alternado luces con sombras y no parece tener demasiadas opciones ante los rusos. De hecho creo que todo lo que sea ganar más de un partido en esta serie para el equipo de Tabak podría considerarse una sorpresa. Lógicamente deseo equivocarme.   


Nocioni frente a Khryapa, gran duelo de aleros altos.



OLYMPIACOS-EFES PILSEN: El actual campeón, al igual que la temporada pasada, no parece contar demasiado en las quinielas de cara al título, pero debería al menos estar entre los cuatro mejores. Accede a cuartos de final tras una brillante primera fase (8-2) y un más discreto Top-16 (9-5), para un total de 17 victorias y 7 derrotas. Los turcos, acostumbrados a estar en el alambre. 5-5 en primera fase, y 9-5 en segunda, donde fueron capaces de encadenar una tremenda racha de siete victorias haciendo morder el polvo a equipos como Panathinaikos, Real Madrid o CSKA, si bien es cierto sus últimos tres partidos se han contado por derrotas. Su total es de 14-10. Ambos equipos se enfrentaron en primera ronda, con sendas victorias locales ambas muy abultadas. Los griegos se llevaron una auténtica paliza en su visita a Estambul (98-72) en una actuación estelar de Jordan Farmar, rozando el triple-doble (25 puntos, 8 rebotes y 9 asistencias) y con 36 de valoración, y los griegos se desquitaron en el Pabellón de la Paz y la Amistad de la capital helena (75-53) con un gran partido de su joven figura Kostas Papanikolau. Eliminatoria bastante equilibrada en la que debe decidir el factor cancha. Los focos se centrarán en el duelo Spanoulis-Farmar. El griego, un genio. El yanqui, a intentar imponer su baloncesto eléctrico. Posible serie larga, llegando a un quinto partido.     


Spanoulis quiere más.



REAL MADRID-MACCABI TEL AVIV: Los blancos vuelven a soñar con acceder a una Final Four tras hacerlo hace dos temporadas después de una durísima eliminatoria resuelta en cinco partidos frente al Valencia entrenado por aquel entonces por Svetislav Pesic. Tiene la oportunidad de vengarse de precisamente su verdugo en aquella final a cuatro, el histórico Maccabi Tel Aviv. El Madrid europeo no muestra la intratable solvencia doméstica, pero aún así sus números son estimables. 7-3 en primera ronda, 10-4 en segunda. Total de 17-7. Además hablamos del equipo más reboteador de la competición, dato siempre a tener en cuenta. Por otro lado el conjunto macabeo es el más taponador, o sea que no perdamos detalle de las batallas en la pintura. Los israelíes se mostraron muy fuertes en la primera ronda (8-2) y pasaron más apuros en el Top-16 (8-6), lo que da un total de 16-8, trayectoria muy similar a la del equipo madridista. No obstante hay que tener en cuenta que antes de su última derrota en el Palau Blaugrana frente al intratable Barcelona, encadenaron seis victorias consecutivas, entre ellas su visita a Atenas frente al actual campeón Olympiacos. Luego llegan en un gran momento de forma. Hickman, Logan y Smith son una tripleta exterior de muchos quilates. Tres jugadores por debajo de los dos metros que coinciden muchos minutos en pista. Podría parecer una circunstancia beneficiosa para el Real Madrid, acostumbrado a sentirse cómodo en partidos de ritmo alto, “small ball”, y mucho juego exterior, pero muy al contrario. En el banquillo hebreo está un especialista en desactivar juegos rivales como David Blatt, que tratará de imponer un ritmo lo más espeso posible. Ojo a jugadores poco dados a recibir foco mediático como Guy Pnini, uno de esos tipos sin marchamo de estrella pero que puede destrozar un partido en cualquier momento si tiene la muñeca caliente. Si por parte de los de Laso el triángulo clave Llull-Rudy-Mirotic está a su mejor nivel, los blancos deberían certificar su pase a Londres. Pero si las estrellas no funcionan, Blatt sacará petróleo y puede conducir de nuevo a su equipo al éxito, tratándose además el Maccabi de un conjunto acostumbrado a manejarse en eliminatorias de este tipo y con más experiencia en este campo que el actual Real Madrid. Eliminatoria muy dura.      


Llull y el Madrid, a por su particular revancha europea.  


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