La división en la que más
españoles podemos encontrar. Tres de nuestros siete jugadores que compiten en
la mejor liga de baloncesto del mundo, Serge Ibaka, Víctor Claver y Ricky
Rubio, lucen camisetas de distintos equipos de esta división.
Comenzando por Ibaka y esos
Thunder de la ciudad del trueno que no acaban de convertirse en la potencia que
se intuía hace años, cuando la conjunción de tres astros como Westbrook, Harden
y Durant parecía anticiparles como la franquicia dominante a corto plazo. La
barba más famosa de la NBA salió rumbo a Houston hace dos años vía traspaso
debido a que los propietarios consideraban que si tener dos gallos en el mismo
corral (Westbrook y Durant) ya era complicado, con tres era directamente insostenible.
Todo ello entre veladas críticas al decepcionante comportamiento de Harden en
play offs. Desde entonces el equipo no ha sido capaz de crecer ni de volver a
repetir su condición de finalista NBA precisamente en el último curso con La
Barba en sus filas. Tampoco ayudan las lesiones, si la pasada temporada el
menisco de Westbrook tuvo al estelar base en el dique seco durante una buena
parte de la temporada, este curso lo comienzan sin Durant, y por si fuera poco
de nuevo Westbrook se acaba de fracturar la mano con lo que estará unas semanas
fuera de las canchas. Enorme responsabilidad para Ibaka, sobre quien recaerá la
responsabilidad de que el equipo no pierda comba de cara a una buena posición
de play offs en este inicio de temporada. Con la plantilla completa pueden
aspirar incluso a finalistas de conferencia. Apenas sufren cambios respecto al
roster del pasado curso, llegando Anthony Morrow para suplir las carencias en
el lanzamiento exterior y ofrecer un rol muy distinto al de Sefolosha, jugador
más completo y defensivo. Necesario que los más jóvenes, encabezados por Jeremy
Lamb, sigan creciendo. También se espera mucho de Reggie Jackson tras la
solvencia demostrada la pasada temporada supliendo a Westbrook.
Serge sostiene a Oklahoma |
Portland fue una de las
franquicias más sólidas y sorprendentes el pasado curso, con un comportamiento
competitivo que les hace enterrar definitivamente la etiqueta de perdedores,
malditos, “Jail Blazers”, y olvidarse de todas las desgracias acaecidas en
torno a estelares elecciones del draft (Brandon Roy, Greg Oden… por no
remontarnos a cuando dejaron escapar a Michael Jordan para escoger a Sam Bowie,
claro) De 33 victorias en 2013 pasaron a 54 llegada la pasada primavera, y
semifinales de conferencia por primera vez en 14 años. Estaba claro entonces
que en Oregon iban a apostar por la continuidad, con Terry Stotts desde el
banquillo dirigiendo un grupo de jugadores liderados por la pareja Damian
Lillard-LaMarcus Aldridge, y con un elenco de secundarios fabuloso (Batum,
Matthews, Lopez… y el recién llegado Chris Kaman poniendo un punto de
veteranía) Desgraciadamente nos tememos que Víctor Claver afrontará otra
temporada agitando toallas y jugando esporádicos minutos de la basura.
Bien distinto es el caso de
Ricky Rubio en Minnesota, convertido ya en líder del equipo y favorito de los
aficionados tras el megatraspaso que ha dado con Kevin Love en Cleveland. Los
Wolves post-Love lejos de deprimirse se han dado una inyección de moral y pese
a perder a su jugador franquicia de los últimos años los aficionados batieron
el record de compra de abonos para la nueva temporada. Sin Love se espera un
equipo mucho más coral y con jóvenes creciendo y madurando a buen paso. Aunque
nadie piensa en play offs, si hay potencial para rondar las 40 victorias. El
comienzo de competición demostraba que el optimismo no era en vano, en los cuatro
primeros partidos se conseguían dos victorias y se perdía frente a equipos
potentes como Chicago por un solo punto y frente a Memphis por cuatro, con
Ricky Rubio rayando a un gran nivel. Desgraciadamente en el siguiente partido,
frente a Orlando, nuestro base internacional sufrió un aparatoso percance
doblándose su tobillo por lo que puede llegar hasta estar dos meses de baja,
con lo que las opciones de Minnesota de mantenerse rozando el 50% de victorias
parecen en este momento quiméricas. Aparte de nuestro Ricky, merece la pena
seguirles por ver a Wiggins, “the next big thing”, y la segunda oportunidad de
Anthony Bennett tras el peor año rookie de un número 1 del draft que se
recuerda desde Kwame Brown, así como al resto de jóvenes en general (Dieng,
LaVine…) Martin, Young y Pekovic, junto a Ricky cuando esté recuperado, serán
la columna vertebral de estos Wolves.
Ricky se volvió a romper |
Denver Nuggets parecía
haberse instalado entre ese grupo de equipos que, pese a no tener opciones de
anillo, si parecían fiables de cara a play offs además de practicar un
baloncesto muy coral y atractivo con el equipo por encima de las
individualidades. George Karl fue el gran arquitecto de un proyecto que pisó
post-temporada durante diez cursos seguidos, hasta el pasado año en el que
desacertadamente el club no renovó al buen coach de Pennsylvania. Brian Shaw
lleva las riendas desde entonces de un roster que parece no ofrecer tantas
garantías como en su pasado reciente (1-5 de balance cuando escribo estas
líneas) En definitiva, uno de los equipos que más pasos atrás ha dado en menos
tiempo. La conexión Lawson-Faried es un lujo. Affalo es uno de los exteriores
más sobrios de la liga ahora mismo y Mozgov una bestia bajo tableros. Gallinari
busca reencontrarse, y hay veteranos ilustres como Wilson Chandler y Nate
Robinson. No son malos mimbres, pero el Oeste es así de duro.
Utah es otra de esas
franquicias que vive tiempos de transición con un roster muy joven que en un
futuro no muy lejano debiera dar sus frutos. Gordon Hayward obtiene mando en
plaza tras su millonaria renovación, y se convierte en el jugador más
reconocible de un equipo en el que seguirán creciendo Trey Burke y Alec Burks
por fuera (junto al rookie Dante Exum) y los poderosos Derrick Favors y Enes
Kanter por dentro. A dejar madurar el proyecto.
NUESTRO PRONÓSTICO:
OKLAHOMA: 2º ronda de play
offs.
PORTLAND: 1ª o 2ª ronda de play offs.
MINNESOTA: fuera de play
offs.
DENVER: fuera de play offs.
UTAH: fuera de play offs.
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