La ley del MVP |
Se le esperaba. Y apareció. Vaya si apareció Stephen
Curry en las finales para, en el cuarto partido de la serie, dinamitar el
Quicken Loans Arena con una de esas actuaciones superlativas a las que nos
tiene malacostumbrados. 38 puntos, 5 rebotes, 6 asistencias y 2 recuperaciones.
El MVP de las dos últimas temporadas confirmó su presencia en la lucha por el
título. En los tres partidos anteriores, su máxima anotación “sólo” había sido
de 19 puntos, muchos de ellos anotados cuando el partido ya estaba resuelto
para Cleveland en la paliza del tercer choque. En el cuarto anotó el doble. 7
triples como 7 puñales acompañando la tormenta de 17 canastas de tres puntos
con las que los Warriors destrozaron a su rival para sentir ya el segundo
anillo consecutivo rozando sus dedos. 17 triples que suponen un nuevo record en
un partido de finales. Los de Steve Kerr siguen devorando registros.
Fue, no obstante, el partido más igualado de la
serie. Igualdad y constantes cambios de liderato en el marcador, y un duelo
Irving-Curry en su máximo esplendor. El de Akron fue el mejor del partido, pero
el base Cavalier dejó otra exhibición con 34 puntos, 4 rebotes, 4 asistencias,
3 robos, e incluso un espectacular tapón sobre Stephen Curry. Fue el duelo del
partido, y si los Cavs mantuvieron opciones de victoria durante gran parte del
choque fue gracias al inmenso partido de su base, pese a que el cansancio se
hizo evidente en unos minutos finales en los que ante la brecha que comenzaba a
abrir Golden State, Irving tomó alguna mala decisión en ataque. Otro duelo
electrizante, aunque no tanto por la calidad del mismo como por la dureza con
la que se emplearon ambos jugadores, fue el que mantuvieron LeBron James y
Draymond Green. Tanto es así que la NBA ha actuado 48 horas después del partido
para suspender a Green de cara al partido por una acción en la que golpea el
vientre de James, y el propio James ha sido castigado con una técnica. Lo
cierto es que Green se está ganando una fama de jugador duro y violento en
estos play offs que no recordábamos desde los tiempos de Mahorn y Laimbeer en
Detroit. Además de su dureza en el contacto físico, se ha convertido ya en uno
de los reyes del “trash talking”. Un “arte” que permite todo tipo de
rumorología, ya que raramente se llega a saber qué es que lo se dicen los
jugadores en la cancha, pero la insinuación de LeBron refiriéndose a una “pasada
de la raya” de Green sobre la condición de padre de familia de King James da
que pensar. Tanto o más que en aquel famoso cabezazo de Zidane a Materazzi.
Irving contra Oakland y resto del mundo. |
El incendiario Green volvió a ser una vez más el
termómetro anímico de unos Warriors que demostraron de nuevo su superioridad
basándose en la excelencia del juego exterior y su extraordinaria intensidad
defensiva. Convertidos en bosques de manos y piernas, lograron que LeBron, pese
a sus 25 puntos, 13 rebotes y 9 asistencias, no se sintiera cómodo en ataque, y
sólo un estratosférico Irving mantenía con vida a Cleveland. Reaparecía Kevin
Love, y nuevamente su aportación volvió a ser poco trascendente (11 puntos y 5
rebotes, y problemas en la defensa a los pívots rivales, incluso con Varejao,
quien en apenas 4 minutos capturó 3 rebotes ofensivos vitales para su equipo)
Al menos Lue fue valiente y mantuvo a Jefferson como titular, pero Kerr sigue
yendo varios pasos por delante y probando más cosas (apareció James McAdoo por
primera vez en las finales para contribuir a la labor de desgaste sobre LeBron)
Igoudala de nuevo fue el factor decisivo, no sólo por sus 10 puntos, 6 rebotes
y 7 asistencias, sino porque con él en pista Golden State realizó su mejor
baloncesto, los mejores minutos del último cuarto en los que los Warriors
sentenciaban el partido y casi podríamos decir que la serie. Hay un dato
definitivo sobre Igoudala, y es que en el partido más disputado de la serie, su
balance +/- registra un contundente +15, superior al resto de jugadores que
estuvieron en la pista a disposición de ambos entrenadores.
Decepcionantes finales debido a la clara
superioridad californiana. Una superioridad que también fue muy manifiesta en
las finales de la pasada temporada ante unos mermados pero voluntariosos
Cavaliers. Pero el menos al finalizar el cuarto partido la serie registraba un
empate a dos victorias para cada equipo. Queda sólo por dilucidar en que
momento los de Ohio doblarán definitivamente la rodilla, y dado además el
desgaste sometido en sus principales hombres (LeBron e Irving especialmente),
se intuye que bien puede ser la próxima madrugada, pese a la ausencia de Green.
Con tan poca emoción sobre la franquicia ganadora, la mayor incertidumbre
parece ser la de quien se coronará como MVP de las finales. Curry hasta el
cuarto partido no ha estado a su nivel, pero otra exhibición como la del
segundo partido en Cleveland le podría hacer merecedor del galardón. Green,
tras la descalificación, parece descartado. Igoudala, pese a la poca exuberancia
estadística, debe ser tenido en cuenta por todo lo comentado en el anterior
párrafo. Klay Thompson tampoco está a su mejor nivel, pero al menos demuestra
cierta regularidad. Lo cierto es que se hace difícil apostar quien será
considerado jugador más valioso de estas finales. Irving y LeBron, lógicamente,
serían máximos candidatos a ello en caso de la improbable remontada Cavalier.
Pero en caso de producirse tal proeza lo de menos sería el MVP, ya que
merecerían por lo menos una estatua en el medio del Q Arena y las llaves de la
ciudad de Cleveland.
Y si no, nos enfadamos... |
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