viernes, 15 de noviembre de 2013

SHAME ON YOU RICKY HATERS!!


Floor General

Siempre me ha fascinado la figura del “hater” deportivo. Ese sujeto que sin el menor pudor expresa su odio e inquina hacia alguna figura triunfal, de la que no puede soportar su éxito y dedica sus energías a buscar la manera de revertir la realidad a su gusto. 

En el caso de nuestro querido deporte de la canasta, globalmente, la palma se la han llevado los “LeBron haters”, una jauría vociferante empeñada en ningunear la trayectoria de quien con 28 años ya es uno de los mejores jugadores de todos los tiempos… y veremos en que lugar del escalafón acaba su carrera. Sobre el caso LeBron ya hemos profundizado largo y tendido en este blog, por lo que no vamos a volver a incidir sobre ello, pero es curioso comprobar como algunos antiguos “LeBron haters” hoy día se deshacen en elogios cuando no hace más de dos años era el mayor objeto de sus iras. ¿Tanto ha evolucionado el juego de “The King” para voltear la situación?, lo dudo, es cierto que la bestia de Akron cada día es mejor jugador de baloncesto, pero hace ya temporadas que la polivalencia de su juego y su capacidad para dominar todas las facetas de este deporte no conocen parangón. Por eso tiendo a pensar que el “hater” baloncestístico suele ser un tipo de seguidor que apenas ve el juego, si no que se limita a seguir las noticias, mirar resultados y comprobar estadísticas. Es el típico aficionado que durante el otoño y el invierno apenas dedica su tiempo a ver un solo partido, y únicamente por Primavera, cuando se jueguen los títulos, quizás se decida a perder un poco de su tiempo viendo un encuentro de este deporte. 

En España, país cainita por excelencia, la figura del “hater”, como no podía ser de otro modo, se ceba con los nuestros. No hay más que recordar todo lo que se dijo hace unos meses sobre la selección de Orenga y la escasa valía que se le ha dado al último bronce europeo. Hoy queremos centrarnos en el juicio y valoración que se establece sobre Ricky Rubio por parte de quienes no es que sean incapaces de rendirse a la magia del genio del Masnou (están en su derecho… y difícilmente pueden hacerlo además cuando no ven un solo partido NBA), si no que se empeñan en cargarse de razones para demostrar que Ricky es un hype sobrevalorado con buena prensa pero escaso baloncesto. Admitimos desde este blog que Ricky es uno de nuestros jugadores favoritos, nunca lo hemos negado. No somos objetivos con el base catalán. Nos enamora su juego y lo reconocemos. Pero creemos que lo que los lectores van a leer a continuación trata de acercarse lo más posible a esa objetividad que niegan quienes tienen entre ceja y ceja a nuestro talentoso director de juego.


SOBRE LA INCIDENCIA DE RICKY RUBIO EN SU EQUIPO: El base español comienza su andadura NBA en Minneapolis en una franquicia deprimida que había obtenido balances de 15-67 (18.3% de victorias) y 17-65 (20.7%) en los dos cursos anteriores a la llegada del catalán. En esas dos temporadas Kevin Love, la indiscutible gran estrella del equipo, ya cumplía su segundo y tercer año en la NBA. Es decir, con la llegada de Love la franquicia, pese a recuperar ilusiones ante un jugador de ese calibre, no lo notaba en resultados. La primera temporada de Ricky se salda con un balance de 26-40, o lo que es lo mismo, un 39.4% de victorias. Los Wolves doblan prácticamente su porcentaje de partidos ganados en cuanto Rubio pone un pie en la franquicia. Pero recordemos además que la temporada rookie de Ricky finaliza abruptamente con su grave lesión de rotura de ligamentos cruzados (la misma que ha tenido a Derrick Rose 18 meses sin pisar una cancha), por lo que nuestro jugador internacional se pierde 25 partidos. En total Ricky juega ese primer curso 41 partidos, con un balance de 21 victorias y 20 derrotas. Con su ausencia el balance del equipo en los 25 partidos restantes es de 5 victorias y 20 derrotas. Y esto, repetimos, son números objetivos. Esto, repetimos, es la realidad, por mucho que algunos intenten distorsionarla para moldearla a su antojo. Evidentemente el gran líder de los Wolves no es otro que Kevin Love, un jugador absolutamente descomunal, pero no deja de ser cierto que hasta que el “beach boy” no ha tenido a su lado un socio perfecto como Ricky no ha podido transformar su juego en algo que se traduzca en victorias para el club que confió en él como jugador franquicia en el verano de 2008. De hecho la temporada pasada fue un auténtico desastre para Minnesota, con Ricky recuperándose de su lesión y Love ausente casi todo el curso por la rotura de los huesos de su mano, además de incontables percances con Budinger, Kirilenko, o la fallida aventura de recuperar a Brandon Roy. Tanto fue así que no resultó extraño ver a un temporero llegado de la ACB como Mickael Gelabale establecerse como titular en gran parte de la temporada de los lobos. El quinteto final de los Wolves más repetido fue el de Ricky-Ridnour-Gelabale-Williams-Stiemsma. Una pesadilla para Adelman. Esta temporada con el equipo sano hasta el momento los lobos marchan con un 6-3 que les darían la quinta plaza del Oeste de cara a unos hipotéticos play offs, los cuales parecen una realidad y no una quimera por vez primera desde la temporada 2003-04, cuando cayeron en finales de conferencia frente a Los Angeles Lakers. Eran los tiempos de Kevin Garnett,  Latrell Sprewell y Sam Casell. 

Respecto a la producción de Ricky dentro de su franquicia los datos son elocuentes. Evidentemente ha sido el máximo asistente y recuperador de balones del equipo desde su llegada, pero ha sido de los más destacados en todas las facetas del juego. Si nos atenemos a esta temporada, Ricky es el tercer jugador más utilizado por Adelman tras Love y Kevin Martin, lógicamente es el mejor pasador y ladrón del equipo, pero ojo a este dato, es además el tercer mejor reboteador del equipo, sólo por detrás de la pareja interior Love-Pekovic. Incluso como taponador aparece como el séptimo dentro de su roster. Respecto a sus tan comentados porcentajes de tiro, de los que hablaremos más adelante, es actualmente el tirador con mejor porcentaje en triples del equipo y presenta la segunda mejor marca en tiros libres (por detrás de Kevin Martin) Por cierto, pueden ustedes entrar en la página web oficial de los Minnesota Timberwolves y ver a que jugador le dedican la portada. ¿Alguien sigue creyendo que se trata simplemente de un jugador “de equipo”, o de segunda fila? Después de todo lo analizado creo que el resultado es concluyente: el impacto de Ricky en su club ha sido brutal, la franquicia ha crecido en los poco más de dos años desde que llegó más que en los tres anteriores con la aparición de Love, y es el segundo jugador más productivo de los Wolves por detrás del ala-pívot All Star.   


Minneapolis vuelve a soñar como hace diez años.


SOBRE EL TIRO DE RICKY RUBIO: Sigue siendo su gran talón de Aquiles… pero no tanto. El problema es que haciendo caso al refrán “cría fama y échate a dormir”, se ha instalado un tópico sobre la figura de Ricky de que “no sabe tirar” totalmente injusto y desafortunado. Siendo, como afirmamos, todavía su gran handicap y aspecto a mejorar, el Ricky tirador está ya en el nivel medio de cualquier base titular NBA, excepto talentos excepcionales como Chris Paul o Stephen Curry. De hecho en el presente curso Ricky muestra porcentajes francamente buenos en el aspecto puramente referido al tiro, ya que está lanzando por encima del 40% en triples (7 de 17, 41.2%) y del 90% en tiros libres (fantástico registro de 22 de 24, 91.7%) Lo dicho, huyan del tópico. Es en el tiro de dos donde su efectividad baja y hace que su porcentaje de tiros general sea un flojo 35.4%. Su tiro a media distancia, ese que le vimos mejorar notablemente en verano con la selección española, sigue siendo en ocasiones muy forzado, y, siendo muy habilidoso a la hora de penetrar a canasta dado su talento para el uno contra uno y su excepcional manejo de balón, sin embargo no es todavía un finalizador.seguro. Es evidente que Ricky tiene mucho que mejorar en esta faceta del juego, pero es igualmente evidente que comienza su tercer curso NBA mostrando una notable mejoría en el tiro, sobre todo teniendo en cuenta que en nuestra opinión un tirador “puro” lo demuestra principalmente en el triple y en el tiro libre, aspectos donde el base está mostrando muy buenos registros. Aún así, hay que tener claro que el perfil de jugador que presenta Ricky Rubio nunca será el de un anotador, y esta faceta del juego siempre estará por debajo de muchísimas otras virtudes innatas, por mucho que siga mejorando su tiro y capacidad anotadora.       


En el punto de mira


SOBRE LA NATURALEZA DEL JUEGO DE RICKY RUBIO: A Ricky algunos le achacan, incomprensiblemente, la floritura, la magia, el adorno, la estética. Algo tan absurdo como haber criticado en su día a “Magic” Johnson por dar pases con los ojos cerrados o cambiando de deporte, a Michael Laudrup por regalar goles a sus delanteros mirando al tendido. Sinceramente pienso que tal crítica sólo puede venir de quien no ame el baloncesto y únicamente le importe el resultado. Pero como bien explicó en una ocasión Antoni Daimiel, “la floritura de Ricky siempre va acompañada de algo productivo”. Ya hemos explicado la importancia y el valor del jugador dentro de su equipo, y la enorme diferencia de unos Timberwolves sin o con Ricky Rubio en la cancha. Dentro de la generalidad de los bases NBA, el español se codea con los más grandes, en la posición que sin lugar a dudas a día de hoy presenta la mayor cantidad y calidad de genios que uno pueda recordar. En el Tirador llevamos viendo NBA más de 25 largos años, que se dice pronto, y jamás vimos juntos tanta cantidad de play-makers absolutamente geniales (Paul, Williams, Rondo, Westbrook, Wall, Rose, Irving, Curry, Holiday, Nash, Lillard, Parker… por citar los primeros que vienen a nuestra cabeza) A Ricky le ha tocado vivir la edad dorada de los bases en la mejor liga de baloncesto del mundo, y se codea con ellos. Hablamos del tercer mejor asistente a día de hoy de la NBA (9.7 por partido) y del mejor recuperador de balones (3.3) Además su media reboteadora de 4.3 rechaces por partido le sitúa como el séptimo base que más rebotea en toda la NBA, jugando cinco de ellos (la excepción es Westbrook) al menos dos minutos más que Ricky (lidera esta clasificación Michael Carter-Williams con 5.4 rebotes por partido en 36:37 minutos de juego… recordemos que Ricky permanece en pista 34:06 minutos por partido) Por lo tanto no cabe la menor duda de que Ricky no es únicamente un base de florituras, si no que hablamos de uno de los bases más sobrios, eficientes, efectivos y productivos de toda la NBA.   

Y un dato. Ricky lleva 30 partidos consecutivos robando al menos un balón al rival, la cual constituye la mayor racha activa en la NBA (la histórica la tiene Chris Paul con nada menos que 108 encuentros seguidos recuperando balonces)

Hemos tratado de analizar, a grandes rasgos, la figura, trascendencia e importancia de Ricky Rubio en la NBA actual, la cual a nuestro juicio arroja muchísimas más luces que sombras para un jugador que apenas ha cumplido 23 años hace unas semanas y lleva poco más de un centenar de partidos en una liga como la NBA. No vamos a recordar ahora todo lo conseguido por Ricky hasta la fecha, en una carrera precoz e insaciable que le ha convertido en el jugador más joven en ganarlo prácticamente todo en Europa, hablamos del presente, y ese es luminoso para nuestro joven base internacional. Hemos afirmado que no somos objetivos con Ricky, y lo mantenemos. Hablamos de él con la pasión que creemos que se merece un jugador para nosotros distinto, diferencial, capaz de transmitir sensaciones que sólo muy pocos genios logran. Los números sí que son objetivos (o no tanto, porque la interpretación de que de ellos puede hacerse también varía), y eso es lo que les hemos traído. Pero no hay nada malo en la falta de objetividad debido al empuje de la pasión. Hablamos de deporte como podríamos hacerlo de cine o música. Piensen ustedes en un fan de Roky Erickson, por ejemplo. ¿Le importará acaso que el tejano tenga esa voz de zapatilla destrozada?, ¿o qué no llene estadios como Bruce Springsteen?, no, defenderá a capa y espada la pasión que le transmite el gran Roky por mucho que el estúpido fan de Springsteen, incapaz de profundizar en la esencia real del rock’n’roll, se ría del barbudo de Dallas al que considerará simplemente un songwriter de segunda fila. Es la diferencia entre quien escucha la música con esa gasolina vital a la que llamamos pasión y quien simplemente la oye de pasada sin implicarse emocionalmente. Igualmente creemos que hay aficionados capaces de ver y emocionarse con el baloncesto de una manera más profunda que quien sólo echa un vistazo a los resultados del día anterior. Hay una gran diferencia. Por eso seguimos defendiendo a Ricky como uno de los mayores talentos aparecidos en el baloncesto en los últimos tiempos, aunque cada cual es libre, lógicamente, de establecer su veredicto sobre esta y cualquier figura deportiva puesta en la palestra. 

O quizás es que a nuestra manera nosotros también somos “haters”… de los “haters”.  


Court Vision



4 comentarios:

  1. A mi Ricky me encanta. Esos pases picados son brutales y este año con Love bien ...quien sabe a que cotas llegará??. Respecto a "haters" , tampoco creo que tenga tantos. Lo que yo creo es que Rubio no encaja en el encorsetado basket FIBA mientras que el juego NBA le va al dedillo.

    Para haters los de Sergio Rodriguez, Reyes y Laso ...esos si que resultan cómicos.

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  2. ...y los de Plaza en su día... anda que no le dieron cera...

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  3. Sinceramente, creo que el medio que más ha intentado ensalzarlo ha sido precisamente ese que ha creado la horda de "jeiters" de Ricky (exacto, estoy hablando de la M roja) con cuentos como el Rickycesto, los Rickycaños y demás tontería. A veces obviamos el poder de los medios de comunicación, pero hay un detalle que me encanta comentar: La incidencia de Claver en la NBA es mínima, pero la manía de dicho medio de ensalzarlo ha provocado que sea el hazmerreír de todo el país... Por suerte Ricky tiene talento suficiente para sobreponerse a ese acoso mediático.

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  4. Yo puedo comprender el hartazgo de enfrentarse a la prensa y sus titulares, claro... lo que no comparto es esa gente que lleva desde que apareció Ricky buscando el "truco" y pensando que todo es un invento... Claver me temo que no tardaremos en volver a verlo en el basket FIBA, donde sería pieza apetecible para cualquier equipo con aspiraciones...

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