Seguimos con nuestro repaso a los grandes protagonistas del pasado año baloncestístico (aunque a este paso nos va a llegar Febrero) Vamos ahora con los triunfadores de los banquillos nacionales.
PABLO LASO: Pablo Laso es más que un entrenador, es
una manera de entender el baloncesto. Sí, la afirmación puede ser rimbombante,
pero lo cierto es que Laso ha puesto sobre la mesa el debate sobre el estilo de
juego y ha quitado unas cuantas caretas. Se puede ganar y hacer un juego
divertido (y es que de hecho debería ser lo más lógico) Todo aquello que nos
vendieron del basket control, el extra pass, y de que la defensa gana
campeonatos, era mentira (y por si fuera poco, el equipo de Laso cada vez
defiende mejor) Sus méritos del 2013 son evidentes, campeón de la ACB y campeón
de la última Supercopa. Finalista de una Euroliga en la que el Real Madrid
acabó pagando la inexperiencia a la que le han condenado sus últimos años
ausente de la elite europea. Su único punto negro llegó en la fase final de la
Copa del Rey, donde cayeron en cuartos de final. Claro que lo hicieron frente a
un Barcelona que a la postre acabaría levantando el título (ya saben, estos
sorteos teledirigidos para que siempre haya una final Madrid-Barça, que dicen
los conspiranoícos) Pero más allá de resultados y títulos está el erigirse en
arquitecto y defensor de una manera de entender el juego que crea afición y
perpetúa el baloncesto como el deporte espectáculo por excelencia. No es el
único en hacerlo (Alejandro Martínez sería el otro caso más evidente en nuestro
país), pero sí quien tiene la valentía de hacerlo con un equipo grande y
aspirante a títulos. Ahora que todo son flores y alabanzas no está de más
recordar toda la desconfianza que generó su fichaje y la falta de respeto
sufrida por mucho aficionado de medio pelo (esos del "Losa",
"Lolaso", etc) Posiblemente fueran incapaces de recordar que se trata
del máximo asistente histórico de la ACB y que en la cancha era un ciclón. Lo suyo se llama fidelidad como entrenador al
estilo que conoció cuando vestía de corto.
Run & Gun |
PEDRO MARTÍNEZ: Es posible que el baloncesto del Real
Madrid y del Gran Canaría sean el día y la noche, pero tenemos que rendirnos a
la evidencia del magnífico trabajo realizado por el técnico catalán en el
banquillo de Las Palmas. No se puede hacer más con menos, y ha hecho historia
llevando al Gran Canaria a unas semifinales de Liga Endesa y esta temporada
busca repetir hazaña llegando a colocar al equipo tercer clasificado en la
tabla al comenzar el nuevo año. Por si fuera poco cerró el 2013 alcanzando los
650 partidos ACB, siendo el segundo entrenador más veterano (a pesar de su
relativa juventud) de la competición por detrás de un Aíto García Reneses con
quien no pocas veces se le ha comparado, por su deslumbrante capacidad analítica
para este deporte. Añádanle a eso que además es un tipo, lo que se dice,
comprometido e inquieto con todo lo que nos rodea socialmente (les recomiendo
que sigan su twitter), y no les quedará duda sobre la pasta de la que está
hecho. La de los grandes.
Mastermind. |
JUAN ANTONIO ORENGA: Supongo que alguno se estará
echando las manos a la cabeza, tirándose de los pelos, o directamente y para no
sufrir más arrancándose sus ojos de las cuencas, pero no sean tozudos. Orenga
ha aprobado el examen y ha cosechado otra medalla para nuestro baloncesto en el
que sabíamos iba a ser nuestro verano más complicado. ¿Cuántas veces hemos oído
eso del vacío que va a sufrir la selección cuando no tengamos a Pau Gasol y
Navarro, nuestros dos mejores jugadores de la historia? ¿Cuánto se habló de a
ver quién iba a ser el guapo que se atreviera a hacerse cargo del combinado
nacional el pasado Eurobasket ante las ausencias que se avecinaban? Recordemos
que el único verano en el que no contamos con Pau Gasol desde la irrupción del
talento de Sant Boi fue en el Mundial 2010, donde acabamos en quinta posición
(aquel triple de Teodosic), es decir, nos bajamos del cajón por primera vez
desde que fuímos campeones del mundo en 2006. Ahora, sin Pau, Navarro, Felipe,
Ibaka (ni Mirotic), Orenga tenía una difícil papeleta no pensando sólo en el
presente inmediato si no como examen de como debe afrentarse la difícil
transición que nos espera. Aún con todas las dudas y lagunas que puede haber
generado su labor, lo cierto es que nuestra selección siguió siendo de las más
fuertes de Europa, tanto es así que incluso nos fuímos con la sensación de que
aún podíamos haber hecho algo más. Y eso es muy positivo. El futuro no parece
tan negro sin nuestros cracks. Le pese a quien le pese, Orenga ha aprobado. Por
suerte para todos.
Seguimos en la élite. |
Otros nombres que se nos vienen a la cabeza y también
han hecho méritos: el citado Alejandro Martínez, capaz de tener al CB Canarias,
recién ascendido, con opciones de puestos de play offs hasta el final de la
temporada regular, José Luís Abós y Moncho Fernández, profetas en sus tierras
maña y gallega respectivamente, o Joan Plaza, ganador de la liga lituana con el
Zalgiris pese a todos los problemas soportados (llegó hasta a verse viviendo
sin luz en el domicilio que le facilitaron, debido a la precariedad del club
lituano), y que ha vuelto a nuestro baloncesto para tratar de reconducir al
Unicaja Málaga por la senda de los éxitos. Y también debemos tener un recuerdo para una auténtica institución de nuestro baloncesto que nos dejó víctima del maldito cáncer. Hablamos del mítico Manel Comas, historia viva de la ACB y entrenador de media liga, entre los muchos jugadores que tuvo a su cargo precisamente se encuentra el hombre con quien abrimos esta entrada, Pablo Laso. Le echamos de menos.
El año en que el Sheriff nos dejó. |
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