Para Felipe no hay amistosos |
Por fin comenzó a botar el balón para los hombres de
Scariolo en partido preparatorio después de varios días de concentración y
entrenamientos. El primer test apenas permite sacar conclusiones, no obstante
si creemos que pueden extraerse algunas lecturas del encuentro, que ofrecemos a
continuación.
En primer lugar, el rival, Bélgica. Compareció
demostrando estar más rodado que el combinado español, tras dos partidos de
preparación disputados como locales, que supusieron sendas victorias (la
primera fácil, frente a Holanda por 15 puntos, y la segunda frente a, ojo, todo
un candidato a medalla como Grecia) No es un equipo cómodo. Encuadrado en un
grupo no especialmente duro como es el D (junto a Chequia, Estonia, Letonia,
Lituania y Ucrania), tiene opciones de pasar a octavos de final, con lo que
cumpliría sobradamente. No son para nada una perita en dulce y a varios de sus
jugadores los conocemos de la ACB (Hervelle, Van Rossom, Tabu)
Vamos con España. Scariolo se tomó el partido como
lo que es, un preparatorio. Aunque de salida mostró un quinteto que bien podría
ser el habitual titular (Chacho, Llull, Rudy, Felipe y Pau, quizás con Mirotic
por Felipe podría ser el quinteto titular del torneo), o que desde luego va a
jugar muchos minutos unido (son los cinco jugadores que, junto al citado
Mirotic, parece claro que van a formar el núcleo duro del equipo), la
dosificación fue la nota predominante (no tanto como la rotación, ya que el
técnico italiano prefirió mantener en pista muchos minutos seguidos a los
jugadores, aunque luego no les volviera a sacar, para no cortar su ritmo) Sólo
Xavi Rabaseda, jugador con todas las papeletas para ser uno de los dos
descartes de Scariolo, tuvo un papel más residual con cinco minutos y medio en
pista, en los que no miró aro. El resto se movieron entre los 9.19 de Gasol
(sólo jugó el primer cuarto) y los 21.19 de Sergio Rodríguez.
En el aspecto individual, dos jugadores que vienen
de una hacer una magnífica campaña como Felipe Reyes y Sergio Llull, parecen
prolongar su feliz estado de forma. El capitán madridista fue el mejor del
partido con sus 16 puntos y 5 rebotes en 17 minutos de juego, demostrando una
vez más que no hay otro jugador capaz de superarle en productividad. Aprovecha
cada minuto en pista como nadie. El base-escolta balear volvió a hacer un poco
de todo (12 puntos, 4 rebotes y 3 asistencias en 20 minutos) demostrando que no
ha perdido un ápice la energía que le llevó a ser proclamado MVP de las pasadas
finales ACB. Reyes y Llull serán fundamentales en el Europeo, y su integración
en el grupo está fuera de toda duda, al igual que en el caso de Sergio
Rodríguez, Pau y Rudy Fernández. Presumibles jugadores de “segunda unidad” como
San Emeterio o incluso el joven Alex Abrines (ausente ayer por lesión) también
han demostrado su solvencia. Scariolo debe trabajar para adaptar a otras piezas
que deberán ser fundamentales de cara a tener una rotación larga, algo
indispensable si se quieren tener opciones cuando llegue la competición.
Guillem Vives, Willy Hernángomez y Nikola Mirotic como los “nuevos”, son en
quienes más hay que incidir en dicho trabajo. En menor medida también con Pau
Ribas, conocedor de la dinámica de la selección al ser invitado el verano
pasado en la preparación mundialista, pero ahora con altas posibilidades, se
diría que al 99%, de estar en el roster definitivo. En el caso de Claver y
Aguilar, creemos que sólo uno de ellos dos estará en la lista, con más
posibilidades para el valenciano nuevo jugador del Laboral Kutxa, habitual en
los últimos grandes torneos con la selección.
Un aspecto positivo: el rebote. 43 rebotes y nada
menos que 16 de ellos en ataque, ante una selección con un buen nivel físico
como es Bélgica (con varios jugadores de origen africano) Valga como ejemplo
los dos rebotes ofensivos consecutivos de San Emeterio, vitales para que no se
nos escapase la victoria en los últimos minutos del encuentro. El pundonor
debajo de los tableros de la mayoría de nuestros jugadores parece fuera de toda
duda. Será vital para cuando no entren las canastas… como sucedió ayer, y es
que en el plano negativo hay que señalar nuestros pírricos porcentajes en el
tiro, 6 de 26 en triples (23,1%), 14 de 32 en tiros de 2 (43,8%), para un total
de 20 de 58 en tiros de campo (34,5%), horrible. Tampoco estuvimos finos en los
tiros libres (21 de 29, 72,4%) Jugadores como el Chacho o Mirotic (ambos errados
de cara al aro con 1 acierto de 8 intentos cada uno) tienen que recuperar su
mejor golpe de muñeca, ya que hablamos de jugadores que posiblemente tengan más
de diez tiros por partido. Tampoco los números de los belgas son para echar
cohetes ( 39,7% en tiros de campo), y es que hubo momentos en los que logramos
defender muy bien, especialmente en la segunda parte, con Willy Hernángomez
cerrando nuestro aro y permitiendo a los exteriores correr tras rebote
defensivo. A partir de ahí vimos los mejores momentos de la selección,
alcanzando diferencias que en el tercer cuarto llegaron a ser de 17 puntos. No
supimos mantenerlas ni cerrar el partido, con un Scariolo más pendiente de
repartir minutos entre los 13 jugadores que en asegurar la victoria. Incluso es
posible que el italiano haya preferido el final igualado que vimos en Gijón, obligando
a jugadores con menos peso específico en el equipo a mantener la tensión y
demostrar que saben ganar partidos complicados y a cara de perro.
Próxima cita en Santander, contra la Polonia de
Marcin Gortat, y al día siguiente, dependiendo del resultado, contra Angola o
Senegal.
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