La casta de Felipe salvó el partido |
Cuarta victoria de la selección española en su
camino hacia el Eurobasket 2015, en esta ocasión un triunfo sufrido, agónico,
casi milagroso, gracias a un palmeo imposible de Felipe Reyes frente a dos rivales (en la jugada
anterior había protagonizado un “air-ball” desde el triple) De esas victorias
tan sufridas que se dice que saben mejor… si no fuera porque hablamos de un
rival tan inferior que el sorprendente resultado final invita a cualquier cosa
menos al optimismo, cuando estamos a poco más de dos semanas del comienzo de la
gran cita continental.
En efecto, teníamos que frotarnos los ojos para
creernos el 67-73 a favor de los venezolanos que reflejaba el marcador a falta
de tan solo 3 minutos. Los vinotinto parecían haber entregado la cuchara
después de un magnífico partido cuando acabando el tercer cuarto parecíamos
poner el partido en franquía (63-55), pero su absoluto descaro en el
lanzamiento triple, unido a nuestra indolencia defensiva, propició su “vuelta”
al partido y a las opciones de victoria. Mención aparte para uno de nuestros
grandes puntos negros durante esta preparación (excepto ante Senegal, cuando
nos entró todo), el lanzamiento exterior. Ayer de nuevo mal en esta faceta con
un 8 de 26 en triples mostrando una mala selección de tiro y excesiva
precipitación. Precipitación que también pareció seña de identidad de un rival
que sin apenas rigor táctico jugaba un alocado “run&gun” que nos hacía
recordar por momentos al Madrid de Laso. Muy preocupante en ese sentido la
estadística de Sergio Rodríguez, acumulando un 4 de 14 desde el 6,75. Si
obviamos el partido ante los africanos, cuando se sumó al acierto general con 3
aciertos de 4 intentos, en los otros tres partidos suma un esperpéntico 1 de
10. Un mísero 10% que si llega a firmar algún base NBA que conocemos todos
estamos pidiendo su retirada de la selección de por vida. No obstante esperamos
que el Chacho recupere su mejor golpe de muñeca cuando comience la competición.
Sabemos que desde luego no se va a esconder, ya que no es un jugador que se
arrugue, pero por eso mismo también y sabiendo el arma de doble filo que puede
ser un base que necesita tanta acaparación del juego, esperamos que Scariolo
deposite mayor confianza en Ribas y Vives, quienes visto lo visto han de ser
fundamentales.
Scariolo al finalizar el partido se refería al mismo
como otro “entrenamiento”. Es cuidadoso el técnico italiano al utilizar este
lenguaje para dejar clara la intrascendencia del choque. Sabe que ayer se
bordeó la debacle y procura huir de la intoxicación que se puede generar en la
opinión pública, siempre dispuesta a sacar el cuchillo en cuanto se atisba la
menor oportunidad. Es cierto que el italiano no pierde de vista el hecho de que
estos partidos deben servir para ir rodando a los jugadores. Ayer volvieron a tener
minutos todos sus hombres, incluyendo Abrines, quien por fin pudo vestirse de
corto superando las molestias de su fascitis plantar. La tensión,
evidentemente, no es la misma que la que se tendrá en el torneo. La mala imagen
de ayer podría ser únicamente coyuntural, un tropiezo esporádico. Lo
preocupante es que llega en el ecuador de una gira de sólo siete partidos, y
después de haber hecho el mejor encuentro, ante Senegal, por lo que no deja de
ser un paso atrás. Hay que tener en cuenta que de todos los equipos que
participarán en el Europeo España es la selección que menos choques de
preparación ha decidido jugar, sólo siete. Hemos vista estos días a Turquía perder
contra Túnez, Grecia cayendo ante Bélgica, Francia igualmente derrotada ante
Finlandia, o Croacia sufriendo lo suyo y venciendo por sólo dos puntos a Nueva
Zelanda. Tropiezos puntuales al comienzo de unas giras preparatorias más largas
que las de España, y por tanto con mayor margen para dar distintas caras.
España se juega su puesta a punto en siete partidos y apenas puede permitirse
relajaciones, por mucho que Scariolo, hábilmente, disfrace lo de ayer de “entrenamiento”.
Hay que reconocer el mérito a Venezuela, no
obstante, que sigue dejando muy buena imagen en sus partidos europeos y va a
llegar al Preolímpico henchida de moral. El baloncesto es un deporte muy
popular en su país y experimenta un notable crecimiento al que ha ayudado la
llegada de entrenadores españoles a su liga, caso de Gustavo Aranzana, Luis
Guil o Piti Hurtado. La selección nacional ha sido encomendada a un clásico del
baloncesto latinoamericano como Nestor “Che” García, quien ha imprimido carácter
al equipo pero manteniendo una filosofía de juego más propia del baloncesto
centroamericano, al estilo dominicano o portorriqueño. Defensas muy físicas y
cierto aroma “street-basket”, con las individualidades predominando sobre la
pizarra en un baloncesto muy dinámico. Un juego descarado como bien pudimos
comprobar ayer que nos dejó para la retina auténticos canastones de los
vinotinto, con triples de cortar la respiración o penetraciones suicidas. Un
tipo de baloncesto que no vamos a encontrar en el Eurobasket, pero para el que
debíamos haber encontrado mejor respuesta dada nuestra enorme superioridad
sobre el papel.
Nos queda un doble enfrentamiento ante Macedonia, en
Madrid y Logroño, y por último Chequia en Zaragoza. En teoría los partidos más
exigentes de la gira, de modo que buena piedra de toque para ver con que
sensaciones llegamos a un torneo en el que hay que volver a recordar que
Francia y Serbia son hoy por hoy candidatos al título con mayores
probabilidades que nosotros. Que nadie venda humo.
Aprovechamos para decir que vamos a tener unos días
de vacaciones, por lo que intentaremos desconectar un poco de internet y quizás
no actualicemos el blog en más de una semana. Pero les contaremos lo vivido en
los tres partidos que restan y analizaremos con detalle un inminente Eurobasket
que nos pone los dientes largos y estamos convencidos de que va a ser un torneo
de muchísima calidad y competitividad.
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