De vuelta de vacaciones toca ponernos al día. Nos
vemos absolutamente desbordados por todo lo que está sucediendo en el planeta
baloncestístico en las últimas semanas, con traspasos y fichajes bomba a ambos
lados del Atlántico. Pero que mejor que comenzar con una excelente noticia, con
otro gran hito del baloncesto español como es el de ver a nuestra selección
femenina senior colgarse de nuevo la medalla de oro que las acredita como
campeonas continentales por cuarta vez en la historia y segunda de manera
consecutiva, cosa que nadie había hecho desde el caso aparte de la URSS,
absoluta dominadora en Europa ganando nada menos que 20 títulos seguidos entre
1960 y 1991. Precisamente fue España quien en 1993 rompía la insoportable
dictadura soviética con nuestro primer oro, una vez que la Unión Soviética ya
se había disgregado y Rusia por su parte realizó un campeonato bastante
discreto en aquella primera comparecencia. A las órdenes de Manuel Coloma
jugadoras como Marina Ferragut, Elizabeth Cebrián, Blanca Ares, o Margarita “Wonny”
Geuer (madre de los hermanos Hernángomez) conseguían el primer gran hito del
baloncesto femenino español. Era sólo el principio, y de hecho después de la
citada Unión Soviética ningún país ha conseguido más campeonatos europeos que
el nuestro.
Las chicas de Mondelo han vuelto a rozar la
perfección realizando un torneo impecable y finalizando invictas. Seis partidos
resueltos con seis victorias. Sólo Letonia en la primera fase y las anfitrionas
serbias en semifinales logran poner en aprietos a nuestro combinado. Para el
recuerdo quedan las exhibiciones de octavos ante Rusia y sobre todo una final
sin historia en la que pasamos por encima de Francia, de nuevo subcampeona y un
peldaño por debajo de las nuestras, como sucediera en 2017 en Chequia. Y todo
ello además sin poder contar con la presencia de una de nuestras grandes
estrellas (y precisamente MVP en 2017), la alero Alba Torrens, lesionada en la
rodilla desde antes del comienzo del verano. Su relevo lo ha tomado una enorme
Astou Ndour. La pívot de origen senegalés ha promediado 14.8 puntos y 8.2
rebotes que la confirman como la jugadora más valiosa del reciente campeonato.
Que nos encontramos ante la mejor generación de
jugadoras de la historia del baloncesto español es una obviedad, tanto como que
no puede haber mejor técnico para este grupo que un Lucas Mondelo al que la
categoría de mito de los banquillos se le queda pequeña. Lo ha ganado
absolutamente todo como entrenador de clubes, pero es que en la selección
española su presencia se traduce en nada menos que diez medallas (siete con la
absoluta, tres con juveniles) Desde que se hizo cargo del banquillo del equipo
nacional senior, en el Eurobasket 2013, no ha dejado de subirse al podio ningún
verano. Siete años consecutivos. Una locura y un palmarés que le sitúa como el
mejor técnico de la Federación Española de Baloncesto en cualquiera de las
categorías.
Ahora que la impresionante generación de los Juniors
de Oro parece tocar a su fin (el Mundial de China será el primer torneo sin ningún
jugador de aquel grupo, desde que en los Juegos Olímpicos de Sydney de 2000
Javier Imbroda llevase a Juan Carlos Navarro y Raúl López, inaugurando un siglo
inolvidable para nuestro deporte) queda seguir disfrutando de una generación
femenina a la que vista la edad de algunos de sus pilares (Ndour, Casas,
Xargay, Torrens…) le queda cuerda para rato (y seguimos esperando a Angela
Salvadores), como cuerda la queda, qué duda cabe, al mejor entrenador de la
mejor generación, Lucas Mondelo.
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