La división sureste de la NBA
es la que más ha sufrido el retorno de LeBron a Cleveland, desahuciando a unos
Miami Heat que de ser claros favoritos al título en las cuatro últimas
temporadas apenas cuentan para colarse en primera ronda de play-offs. Siguen
Wade y Bosh, pero el impacto de la marcha de The King es imposible de
relativizar ni aunque Luol Deng, llegado desde Chicago como free agent, haga el
mejor baloncesto de su carrera. Por lo demás apenas hay novedades en el roster
de Florida, siguen los Andersen, Chalmers, Cole… y Spoelstra en el banquillo. Danny
Granger, antaño líder de Indiana Pacers, es una incógnita debido a sus ya
habituales problemas físicos, y Josh McRoberts, también aterrizado en Florida
este verano, ha demostrado ser un jugador de banquillo solvente, pero también comienza
la temporada en la enfermería. No optarán por el anillo ni de lejos, pero
tampoco es previsible un costalazo mayúsculo que les deje fuera de play
offs.
Washington quiere seguir creciendo
de la mano de John Wall y la exhuberancia de su juego. El base forma un
backcourt de lujo junto al escolta de tercer año Bradley Beal, quien estará
ausente por lesión las primeras semanas de la competición. Llega una leyenda en
vida como Paul Pierce para ocupar la plaza de alero, y en el juego interior dos
bastiones como Nené Hilario y Marcin Gortat conforman uno de los quintetos
titulares más temibles de toda la conferencia. Claro que para compensar, su
banquillo no ofrece demasiadas garantías. Confianza plena en el coach Randy
Wittman, que la pasada temporada les llevó a play offs tras cinco años fuera de
post-temporada. Este curso quieren dar un paso más.
Atlanta es una de esas
franquicias que parecía ejemplar en su progresión no hace demasiadas
temporadas, cuando durante tres años seguidos pasaron de primera ronda de play
offs. Hablamos de hace apenas tres o cuatro cursos. El bloque estaba muy
definido y tenía margen de mejora, con Jeff Teague, Joe Johnson, Marvin
Williams, Josh Smith o Al Horford. Mucho ha cambiado la fisonomía de su roster
en tan poco tiempo, pero siguen siendo un equipo fiable e incluso la baja de Al
Horford prácticamente toda la temporada pasada no impidió que acudieran a su
cita de post-temporada. En esta ocasión no lo tendrán fácil, ya que la
competencia en el Este es cada vez mayor.
Charlotte busca consolidarse
después de su buena campaña anterior (balance 43-39 y billete para play offs),
para ello se hicieron con los servicios de uno de los agentes libres más
deseados del mercado como era Lance Stephenson, corajudo exterior capaz de
aportar en todas las facetas del juego y en ambos lados de la cancha. Debe
liderar, junto al estelar pívot Al Jefferson, a unos Hornets (recuperan su antiguo nombre y los Bobcats pasan a la historia) en los que se espera que los jóvenes Kemba Walker, Cody
Zeller, o Michael Kidd-Gilchrist, sigan creciendo (sobre todo éste último,
quien tantas expectativas había levantado, de momento no cumplidas)
Y nos queda Orlando, otrora
equipo finalista de la NBA en los tiempos de Dwight Howard, y ahora
posiblemente el peor equipo de su división (la cual posiblemente también pueda
ser considerada la peor del Este) Poco se espera a corto plazo de la otra
franquicia de Florida, cuya apuesta es claramente de futuro siendo uno de los equipos más jóvenes de la liga, con varios
jugadores nacidos en la década de los 90, entre ellos quien debe ser su nuevo
jugador franquicia, Victor Oladipo (baja indefinida en estos momentos), el
emergente Tobias Harris, o su base rookie internacional USA sub19 Elfrid
Payton. Vucevic, otro jugador en progresión, se seguirá hinchando a coger
rebotes. A verlos crecer.
Elfrid Payton, futuro para los Magic. |
NUESTRO PRONÓSTICO:
MIAMI: 1ª o 2ª ronda de play
offs.
ATLANTA: Fuera de play offs.
CHARLOTTE: Fuera de play
offs.
ORLANDO: Fuera de play
offs.
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