Un torneo para la historia |
Protagonismo absoluto para el
baloncesto femenino durante el pasado fin de semana, y por ello merece que le
dediquemos la primera entrada de la semana, por delante del comienzo de la Liga
Endesa.
Y es que el pasado sábado
hacíamos historia al superar a Turquía en semifinales y acceder por vez primera a la final de un campeonato del mundo de baloncesto en categoría
femenina absoluta. No fue fácil, ante un conjunto anfitrión que llegó a ponerse
siete arriba (39-32) mediado el tercer cuarto, pero un parcial de 9-0 antes de
concluir dicho periodo (en realidad parcial de 12-0, si contamos el triple con
el que comenzamos el último cuarto) nos metió en el partido y a partir de ahí
la extraordinaria exhibición de Alba Torrens (28 puntos, 6 rebotes y 3 asistencias)
nos llevó en volandas hacia la gloria, subiendo el peldaño que nos faltaba
desde que en 2010 fuésemos semifinalistas y bronce.
En la final, como era de
suponer, no tuvimos opciones ante un Estados Unidos muy superior plagado de
estrellas (pese a la ausencia de Candance Parker), como la devoradora de
títulos Diana Taurasi, o la espectacular Maya Moore (MVP del torneo), ya un
mito del baloncesto femenino con tan sólo 25 años. El tópico de “una plata que
sabe a oro” vuelve a cobrar veracidad. Con un dominio tan aplastante de Estados
Unidos en este deporte, quedar justamente detrás de ellos y ellas es siempre el
mayor éxito al que se puede, por el momento, aspirar de una manera realista.
Alba Torrens (15.5 puntos, 3
rebotes y 2.5 asistencias por partido) y Sancho Lyttle (estratosféricas cifras
de 18.2 puntos, 11.5 rebotes, 1.8
asistencias, 2 tapones y 3.3 recuperaciones por partido, números de MVP, si no
fuera porque le ha faltado el oro), han sido nuestras grandes líderes en la
cancha (e incluidas en el Quinteto Ideal del torneo), sin olvidar el magnífico
aporte de jugadoras como Anna Cruz con sus 8.8 puntos y 3.3 rebotes por
partido, o el trabajo bajo tableros de Laura Nicholls, capturando 9.2 rechaces
por encuentro. Pero es inevitable hablar del trabajo de Lucas Mondelo al frente
de este grupo de jugadoras, y como en tan sólo dos años ha sido capaz de
hacernos campeonas de Europa y del mundo después de la enorme decepción que
supuso el Europeo de 2011 en Polonia. Ya que les damos tantos palos a los entrenadores cuando se pierde, justo es reconocer sus méritos cuando se gana. Hagamos memoria. Afrontábamos aquel
torneo con las máximas ilusiones y expectativas después de haber sido bronce en
el Mundial de Chequía, lo cual era hasta entonces el mayor éxito conseguido por
nuestro baloncesto femenino en una competición de esta categoría. Hasta ocho
jugadoras que han estado en este Mundial de Turquía compitieron, y cayeron sin
ser capaces de clasificarse para los cruces del torneo. Un fracaso que además
llevaba el castigo de dejarnos fuera de los Juegos Olímpicos de 2012. En aquel
2011 un entrenador llamado Lucas Mondelo comenzaba a labrar su leyenda en los
banquillos, ganando todos los títulos posibles (excepto la Copa de la Reina)
con el Perfumerías Avenida, incluyendo Copa y Supercopa de Europa frente a
equipos con mucho mayor presupuesto. La FEB ya había confiado en él poniéndole
al frente de las Sub20, con las que consigue el oro en Novi Sad de manera
brillantísima pese a no ser favoritas para el título final (Rusia y Serbia
contaban más sobre el papel) Las chicas de Mondelo dan una auténtica exhibición
rematando en la final con un bestial 38-75 para ganar el oro ante la anfitriona
Serbia. Mondelo era el hombre.
Tras la destitución de José
Ignacio Hernández, no es hasta mediados de 2012 cuando la FEB hace público que
Mondelo asciende de la Sub20 a la absoluta, para comenzar a preparar un Europeo
de 2013 que acaba con el oro para nuestra selección, reverdeciendo lo que había
sido el mayor éxito de nuestra historia 20 años antes (el Europeo de 1993), y
sin grandes revoluciones en el roster, incluyendo la continuidad de las veteranas
Amaya Valdemoro y Elisa Aguilar, que pueden así despedirse de la selección en
lo más alto del podio. Un año después el
buen hacer de Mondelo se sigue reflejando en la cancha, llevándonos al puesto
más alto jamás conseguido en un Mundial.
Lucas Mondelo sigue escribiendo su leyenda |
Es bueno recordar el batacazo
de 2011 precisamente ahora que la herida del fracaso en el pasado Mundial
masculino sigue abierta. Aquel tropiezo puntual no provocó ningún cataclismo en
los cimientos y estructuras de la FEB. Se tomaron las cosas con calma, se tardó
casi un año en confirmar al nuevo seleccionador, y se siguió confiando en el
mismo bloque de jugadoras. También es cierto que la poca importancia mediática
que tiene el baloncesto femenino dejó trabajar a la federación de manera mucho
más tranquila y sin tanto ruido alrededor que en todo lo referente al
masculino. Un tropiezo puntual no debe invalidar todo lo bueno del camino
andando.
Lucas Mondelo, a sus 47 años,
es posiblemente ya el mejor entrenador español de baloncesto femenino de la
historia. Su palmarés habla por si solo, siendo campeón de Europa de clubes y
de selecciones y recolectando todo tipo de medallas con el combinado absoluto y
distintas categorías de formación. Otro de esos entrenadores que ha venido
trabajando desde abajo y con la confianza de la FEB nos ha llevado a lo más
alto. Pero éxitos y resultados al margen, como ya hemos comentado en otras
ocasiones, es un tipo absolutamente genial y singular, con una filosofía
baloncestística muy clara y de quien es un placer leer y escuchar cada vez que
se expresa. Síganle la pista y descubrirán a uno de los hombres más
interesantes del baloncesto actual, destinado a entrar en la historia de este
deporte.
El trabajo y el dinero invertido se dejan ver. En femenino aún se mantienen estructuras como el Siglo XXI y aquí están los resultados. En masculino, por contra, esas estructuras han desaparecido y así nos va... Ojalá en este país se pusieran de acuerdo todos los estamentos para tirar del mismo carro y al mismo tiempo, seríamos imparables (y no solo en baloncesto).
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