Plaza, Laso, Aíto y Pascual. Se acercan días grandes para ellos. |
A medida que transcurre el frío y largo Enero (que
al final, a ciertas edades en las que la percepción del tiempo es puro vértigo,
no se hace tan largo) quienes llevamos mal esto del Invierno vamos poco a poco
imbuyéndonos de optimismo. Soportamos los días más fríos del año sabedores de
que son un mal trago que una vez pasado no volveremos a acometer hasta más de
50 semanas después, y asistimos gozosos al lento y seguro espectáculo de ver
crecer los días y anochecer más tarde, otorgándonos esa tregua a quienes
vivimos bajo el yugo laboral de poder disfrutar de pequeños ramalazos luminosos
una vez liberados del puesto de trabajo. El Invierno es duro, pero precisamente
por eso el tránsito hacia la Primavera es tan dulce para quienes rezamos al
sol.
En mi caso concreto esta mentalidad negativa/positiva,
esta relación de amor/odio a los días actuales, se acentúa gracias a que mi
deporte favorito, el baloncesto, se va encaminando a los momentos decisivos, a
una rampa de lanzamiento en la que se comienzan a jugar títulos (Copa del Rey),
se perfilan los cruces de las competiciones europeas, recibimos el refrescante
chorro de baloncesto amateur de la NCAA y su “March Madness”, y nos pegamos una
buena fiesta con el All Star Weekend de la NBA. Por todo eso amo el
carnavalesco mes de Febrero. Y aunque es cierto que aún quedan 12 días para su
llegada, ya se va oliendo la intensidad del mejor baloncesto en una semana como
esta que nos trae citas ineludibles para los amantes de este deporte.
Primero en una Euroliga que nos regala otro clásico
del baloncesto español, un Real Madrid- Barcelona que volverá a pulsar el
estado defensivo de los blancos sin sus dos mejores “stompers”, Sergio Llull y
Rudy Fernández, aunque se espera que el menorquín pueda vestirse de corto para
este jueves. El concurso del base-escolta madridista es vital para Laso, ya que
el excesivo minutaje que ha tenido que soportar en sus espaldas el otro Sergio,
Rodríguez, ha dejado al descubierto las numerosas luces pero también las
(escasas) sombras del genio canario. Un Sergio Rodríguez con demasiados minutos
en pista acaba perdiendo esa chispa y capacidad de dinamitación que es
característica de su juego. El partido es trascendente a más no poder para los
blancos, con la afición “mosca” tras los últimos resultados, incluyendo
precisamente el partido navideño del Palacio en el que el Barça de Pascual con
Satoransky desbocado les pasa por encima. Una segunda derrota consecutiva
frente al eterno rival y en el feudo madridista que pasadas temporadas parecía
inexpugnable acrecentaría peligrosamente el tóxico ruido de la crítica
alrededor de Laso en un club acostumbrado por alguna extraña razón a querer
vivir en la tormenta y despreciar la calma. Además en un grupo del Top-16
absolutamente sanguinario cualquier tropiezo en casa puede significar verte
obligado a jugar sin red en lo que queda de liguilla. Pero si el partido es
trascendental para los blancos, no menos para los azulgranas, que comparecen
con un balance de 1-2 y una nueva derrota les dejaría bastante tocados en el
grupo y a dos victorias de los madridistas. Por mucho que las tres derrotas se
hubiesen producido en tres canchas complicadas como El Pireo, Moscú y Madrid la
realidad de verse tras cuatro jornadas con un balance de 1-3 encendería sin
duda las alarmas en la entidad culé. Se presenta un partido realmente
apasionante.
¿Y qué podemos decir de lo que nos espera el próximo
domingo? Con sólo cinco equipos clasificados matemáticamente para la fase final
de la Copa del Rey ( Valencia, Barcelona, Laboral Kutxa, Real Madrid y Río
Natura como anfitrión) nos espera una jornada de emoción y calculadora,
resaltada por el hecho de que casi todos los equipos que se juegan su billete a
La Coruña tienen partidos realmente complicados, con lo cual la machada de
meterse en la Copa (teniendo en cuenta que no se trata de los grandes de
nuestro basket) sería todavía más meritoria.
Matemáticamente son seis equipos jugándose tres
plazas, pero virtualmente queda reducido a cinco y dos. Y es que el Gran
Canaria tiene prácticamente asegurada su presencia en la cita gallega. Tanto es
así que su partido frente al Movistar Estudiantes es el único trasladado a la
tarde del domingo no jugándose en el horario unificado de las 12,30 del mediodía.
Sólo quedaría fuera si además de perder en el Palacio madrileño tres de estos
equipos ganan sus partidos y son capaces de remontar estas diferencias en el
average respecto a los de Aíto: 25 en el caso de Unicaja, 78 en el de Andorra,
97 el Bilbao, y 110 el Fuenlabrada. No sé si pueden cuantificar las
posibilidades del Herbalife de estar en la final a ocho, pero digamos que
pueden ser de un 99,99999999999999% por cierto, y quizás nos quedemos
cortos.
De modo que la auténtica emoción se va a vivir en
cuatro tremendos partidos: Real Madrid-Unicaja, Laboral Kutxa-Baskonia, Bilbao
Basket-Río Natura y Cai Zaragoza-Fuenlabrada. Ninguno es un duelo directo, pero
muy posiblemente, y al estar los cuatro equipos implicados en el mismo balance
8-8, cualquiera de ellos que gane su duelo obtendrá pasaporte copero, ya que es
muy difícil que ganen los cuatro, o incluso tres de ellos. Tampoco podemos
olvidar el Iberostar Tenerife-UCAM Murcia, aunque en el caso de los murcianos,
con una victoria menos que sus predecesores, necesitaría ganar su partido y
esperar derrotas de los otro cuatro equipos, en el caso de los andorranos
además por paliza para superarles en average. Casi imposible.
Ha querido el caprichoso destino, representado en el
calendario ACB, que Joan Plaza, ganador de Uleb y Copa del Rey con el Real
Madrid en 2007 se juegue meter a su Unicaja en la posiblemente cita
baloncestística más bonita del año en nuestro país en la cancha del equipo con
el que demostró su sobrada capacidad como primer entrenador tras años de
aprendizaje al lado de monstruos de los banquillos como Aíto o Maljkovic. Un
Real Madrid-Unicaja en el que irremediablemente será factor a tener en cuenta
lo sucedido tres días antes en el mismo escenario entre el equipo de Laso y el
Barcelona de Pascual. Para empezar e independientemente del resultado de
Euroliga, aquel encuentro exigirá a los locales un esfuerzo que bien puede ser
aprovechado por Unicaja, si bien es cierto los malagueños tienen también cita europea
y un día después, en viernes, y en cancha dura como es la Sala Pionir en este
caso acogiendo a Estrella Roja. Por otro lado según haya sido el resultado
podremos ver a un Real Madrid en versión “animal herido” o por el contrario más
relajado. Una derrota ante el eterno rival en Euroliga obligaría a los blancos
a salir con el cuchillo entre los dientes para no sumar tres tropiezos
consecutivos (Fuenlabrada, Barcelona y Unicaja), pero con una victoria de
postín ante los azulgranas la presión se relativizaría e incluso muchos
madridistas que guardan buen recuerdo del paso de Plaza por Madrid no se
rasgarían las vestiduras por la quinta derrota liguera de los suyos que
propiciaría, casi con toda seguridad, la clasificación copera de Unicaja. Sin
duda el partido de la jornada en lo tocante a la Copa (el mejor partido,
lógicamente, hay que considerarlo el Barcelona-Valencia)
Pero no hay que perder de vista los otros escenarios,
donde a buen seguro vivirán una mañana, como antaño se decía, de transistores
(ahora más bien de tablets o móviles con conexión a internet) El Bilbao de Sito
Alonso es como hemos explicado el único de los cuatro equipos necesitados de
victoria (cinco, si queremos darle aún opciones al Andorra) que se la juega en
casa, razón por la cual creo que son grandes candidatos a hacerse con una de
las dos plazas en juego. Es cierto que no dependen de ellos mismos, pero tienen
a priori el envite más fácil (reciben a un Río Natura Monbus sin presiones) en
una estupenda ocasión para que Miribilla vuelva a ser factor diferencial. Apostaría
por ellos. La segunda plaza en juego creo que estará entre Unicaja y
Fuenlabrada, incluso le daría un pequeño margen de favoritismo al modesto
conjunto fuenlabreño, que se ha mostrado muy fuerte en la primera fase y visita
la cancha de un Cai Zaragoza que aunque trata de mostrar mejoría de la mano de Andreu
Casadevall, ha perdido gran parte de la competitividad que mostraba de la mano
del llorado y recordado José Luís Abós. Una victoria de los madrileños unida a
dos derrotas combinadas entre Unicaja, Andorra y Bilbao les metería en Copa.
El sorprendente MoraBanc Andorra de Joan Peñarroya
creo que es quien menos opciones tiene de estos cuatro equipos. Visita un Buesa
Arena prácticamente inexpugnable esta temporada y donde han caído equipos como
Real Madrid o Barcelona (sorprendentemente el único equipo que ha salido con
victoria de ese feudo es el Iberostar Tenerife) Sólo una excesiva relajación de
los de Perasovic podría hacer saltar la sorpresa, quizás exhaustos en lo físico
y mental tras el que se presupone duro partido del jueves ante el potente CSKA
Moscú. Pero lo cierto es que son tan buenas las sensaciones que está dejando el
equipo alavés que se hace muy difícil pensar en una victoria visitante. Lo
bueno es que dependen de sí mismos, cosa que no sucede por ejemplo con el
Bilbao, aunque en opinión de este blog y como ya hemos comentado, los de Sito
Alonso tienen un panorama más despejado para alcanzar la meta copera.
En definitiva nos espera una apasionante semana
tanto en Euroliga (partidos como Real Madrid-Barcelona o Baskonia-CSKA) como en
la mañana dominical ACB. ¡Qué buenos días nos esperan a los amantes del
baloncesto! Como cantaba Ray Davies al frente de los nunca bien ponderados The
Kinks… thank you for the days!!
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