Garuba sigue arrasando |
Para redondear el magnífico fin de semana pasado en
el que disfrutamos de la gloria olímpica que nos han dado nuestras dos
selecciones absolutas, plata en femenino y bronce en masculino, la selección
Sub16 dirigida por David Soria se proclamaba campeona de Europa de la categoría
cosechando otra medalla más en el primer verano como presidente de la
federación de Jorge Garbajosa, que parece seguir la línea de éxitos deportivos
de su antecesor, José Luis Sáez.
La autoridad de este combinado ha sido tal que no
han mordido el polvo en ninguno de los siete partidos disputados. Todos los han
contabilizado como victorias, todas ellas contundentes hasta llegar a
semifinales, donde sufrieron ante un clásico de estas categorías como Turquía y
en una final ante la siempre presente Lituania de desenlace épico con un triple
del alero del Real Madrid a diez segundos del final que daba el oro. Unanue
sólo jugó diez minutos y anotó seis, resueltos en dos triples, el segundo de
ellos, como decimos, vale un campeonato de Europa.
Pero el gran nombre protagonista es el de Usman
Garuba, MVP del torneo y que en la final se destapó con un asombroso
triple-doble, 15 puntos, 11 rebotes y 10 tapones (además de 4 robos), siguiendo
la estela de Dario Saric y Ricky Rubio, quienes también consiguieron tamaña
gesta en una final de esta categoría. Imposible olvidar en ese sentido aquella
final de Linares de hace diez años en la que nuestro base internacional de El
Masnou derrotaba a Rusia con una estratosférica actuación de 51 puntos, 24
rebotes y 12 asistencias, que casi fue cuádruple-doble ya que añadió siete
robos de balón, además de un triple desde medio campo para forzar una de las
dos prórrogas de las que dispuso el partido.
Lo realmente meritorio de Garuba es que ha dominado
esta categoría con tan sólo 14 años, es decir, dos menos que la gran mayoría de
los rivales a los que se ha enfrentado. La diferencia con los chavales de su
quinta es tan abrumadora que va subiendo peldaños a pasos agigantados, pero es
que incluso con chicos dos años mayores que él demuestra una superioridad
física aplastante. Garuba dibuja un futuro ilusionante para el baloncesto de
nuestro país, tan ilusionante que sería una pena que no comprendiésemos que
exhibiciones como las que está dando en categorías inferiores no van a ser
fáciles de repetir cuando sea profesional (¿alguien recuerda cuando fue el
último triple-doble en una final de un gran torneo FIBA de selecciones en categoría
absoluta?) y le machacásemos con el tópico de “no cumplir las expectativas”
como hemos hecho, sin ir más lejos, con Ricky Rubio. Veremos donde está su
techo, pero no le levantemos un pedestal para luego derribarlo sin piedad como
tantas veces hemos hecho en este país con algunos de nuestros mejores
deportistas.
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