Pau no fue suficiente. |
Ayer tocó trasnochar para ver el debut de nuestra
selección española de baloncesto masculino, y con ello complicar todavía más
nuestro particular síndrome post-vacacional, ese lujo de Occidente (lujo,
porque sabemos que hay gente que no se puede ni permitir vacaciones) al que nos
vemos abocados hoy (aunque la semana que viene nos volveremos a ausentar unos
días, con la habitual inactividad del blog por lo tanto), sumidos además en la
tristeza y cierta preocupación por un traspiés peligroso que complica desde
luego la primera plaza del grupo, y veremos si algo más.
Todo ello pese a dominar el encuentro durante gran
parte del mismo, con un comienzo arrollador basado en el poderío de nuestra
pareja interior Mirotic-Gasol (anotaron 17 de los 21 puntos del primer cuarto,
los otro 4 llevaron la firma de Llull) Primer aspecto a tener en cuenta: la
excesiva dependencia de la ex –pareja de los Bulls. En efecto, con el
hispano-montenegrino y el de Sant Boi en el banquillo España comenzó a
experimentar serios problemas en ataque, pero gracias a una extraordinaria
actitud defensiva (destacable Felipe Reyes sobre Dario Saric, la gran estrella
croata junto a Bogdanovic) los de Scariolo no dejaron meterse al rival en el
partido. Buenos minutos en la dirección de Sergio Rodríguez estiraban la
diferencia hasta los 12 puntos lindando el descanso (26-38 a 49 segundos del
final del segundo cuarto), pero dos triples consecutivos, el segundo de Hezonja
sobre la bocina, dejaban el marcador en un ajustado 32-38. Demasiado premio
para una Croacia que había sido muy inferior en la primera parte.
Nada hacía prever el descalabro final cuando tras el
paso por los vestuarios España llegaba a tener hasta 14 puntos de diferencia
(36-50, a 2.45 de cerrar el tercer cuarto) Sin un juego excesivamente
brillante, y con una gran dependencia anotadora de Pau Gasol, la concentración
defensiva de jugadores que no brillaban en ataque como Ricky Rubio, Rudy
Fernández, Víctor Claver o Felipe Reyes permitía a los nuestros soñar con la
primera victoria en el torneo y de un modo incluso plácido. Ya habría tiempo
para corregir carencias ofensivas. Pero Croacia no se rendía. Ese extraño
jugador que es Darko Planinic volvía a demostrar su capacidad para hacer daño
pese a sus carencias. Pocos jugadores hay en Europa capaces de sacar tanto con
tan poco. Sus rebotes ofensivos y su facilidad para “estorbar” en la zona española
fueron minando poco a poco la resistencia española. Auténtica labor de pico y
pala. Y entonces apareció Ukic. Cinco puntos consecutivos del base croata
acercaban a siete a los de Aza Petrovic. Una bandeja fácil de Bogdanovic los
ponía a cinco. Se intuía la zozobra. Mirotic fallaba un tiro libre y Planinic,
el gran zapador, anotaba sus dos lanzamientos después de sacar otra falta en la
zona española. A cuatro. Pero el propio Mirotic lo arreglaba con otro triple
característico desde la esquina, y un robo de Ricky Rubio estuvo a punto de
estirar aún más el marcador. Siete arriba para emprender el último acto, en el
que el guión no cambiaba: balones a Pau. Pero las imprecisiones en ataque, los
malos pases y balones perdidos comenzaban a hacer mella. Ukic se fabricaba otro
triple para poner a Croacia a un punto, y Babic culminaba en mate un
contrataque que ponía a nuestros rivales por delante en el marcador por primera
vez desde el 4-0 inicial. El partido se convirtió entonces en un duelo anotador
entre Bogdanovic y Pau, con una España que parecía saber gestionar mejor los
electrizantes minutos finales. Dos tiros libres de Llull nos ponían 3 arriba a
3 minutos del final, pero un incomprensible balón perdido por el Chacho permitía
a Simon culminar un parcial de 5-0 que abocaba el partido a un final a cara o
cruz. Pero no estuvimos acertados en los 90 segundos finales, y sólo un triple
de Mirotic parecía dar esperanzas, poniendo el 71-70 a falta de 17 segundos.
Mandamos a Saric a la línea del libre, quien con su fallo en el primer
lanzamiento nos daba esperanzas. El propio Saric sentenciaba nuestras
posibilidades con su tapón sobre Pau Gasol en lo que parecía una buena opción
para llevar el encuentro a la prórroga. La perla croata, próximo compañero de
Sergio Rodríguez en Philadelphia, demostraba de nuevo su enorme calidad e
importancia en el roster de su país. Pese a su mal partido en ataque (1 de 7 en
tiros de campo, 3 de 6 en libres), sus 7 rebotes, 5 asistencias, y sobre todo
ese tapón final sobre Pau le vuelven a señalar como uno de los jugadores a
seguir en este torneo, y la Croacia de Alexandr Petrovic, después de sorprender
a Italia en el Pre-Olímpico de Turín sigue dejando claro que es un equipo con
un enorme corazón competitivo.
Amargo trasnoche por lo tanto para los nuestros, que
se ven ahora en una situación delicada de cara a su próximo encuentro contra
Brasil. Choque que se antoja dramático, ya que los anfitriones también se han
estrenado con derrota, sorprendidos por una fortísima Lituania que llegó a
estar aplastando a los cariocas al descanso (29-58) para ver como los locales
casi logran una histórica remontada. Argentina por su parte cumplió los
pronósticos derrotando a Nigeria con un gran Facu Campazzo (19 puntos, 3
rebotes, 5 asistencias y 5 robos)
En el otro grupo llama la atención la contundencia
con la que Australia, basada en su trío estelar NBA Mills-Dellavedova-Bogut
aplastó a una débil Francia, mientras que Serbia y Estados Unidos no dieron
opción alguna a Venezuela y Estados Unidos respectivamente. Kevin Durant, por
si quedaba alguna duda, apunta a claro dominador a nivel individual del torneo,
con 25 puntos (5 de 8 en triples), 4 rebotes y 6 asistencias en sus primeros 22
minutos de juego.
KD sacó la metralleta en su estreno. |
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