¡Comenzó lo bueno! Por fin
arrancó el Eurobasket de Eslovenia y lo ha hecho cargado de marcadores
sorprendentes, quizás para compensar que la calidad y el nivel del juego no ha
sido todo lo alto que nos gustaría. Esperemos que vayan llegando los encuentros
espectaculares y las grandes figuras saquen lo mejor de si mismos. Echemos un
vistazo a lo sucedido ayer.
Para empezar, admitamos que
no tenemos ni idea de esto. Llegamos a sugerir que Gran Bretaña y Alemania eran
dos de los peores equipos del torneo y que sólo el enfrentarse entre ellos
produciría que no se fuesen de vacío del campeonato. Bien, pues la primera en
la frente. Al mediodía era Gran Bretaña quien podía con Israel en la prórroga,
después de mandar durante gran parte del choque pero ver como los hebreos
encarrilaban el choque en los compases finales. No supieron sentenciar los de
la Estrella de David frente a una selección británica sujetada en el brío de un
Kieron Achara y su magnífico doble-doble (18 puntos y 13 rebotes) Pero si
sorpresa fue el triunfo de la Union Jack, que decir de lo sucedido a la noche
con el sonoro tropiezo galo ante una Alemania que si bien es cierto fue capaz
de poner en aprietos a los de Collet durante los partidos de preparación, nadie
esperaba que cuando llegase la competición tuviese opciones. Recital del base
Heiko Schaffartzik, que con 12 puntos, 11 asistencias y 1 robo de balón fue uno
de los protagonistas de la jornada. Entre medias Ucrania venció a Bélgica en lo
que parecía un duelo directo por la tercera plaza. Partido discreto pero muy
disputado en el que el acierto exterior ucraniano fue clave (10 triples de 22
intentos), destacando el joven pívot Zatysev, con 16 puntos (y 4 de 5 en
triples) en 19 minutos. De momento una de las revelaciones del campeonato. Pese
a todo Francia e Israel siguen siendo las grandes favoritas para ocupar las dos
primeras plazas del grupo, pero se abre un amplio abanico de posibilidades de
cara a saber quien les acompañará a segunda ronda.
Parker no fue suficiente. |
El Grupo B demuestra que
puede ser el más competido (y quizás el de mejor baloncesto en general) En
Jesenice se vivió el mejor partido de la jornada, disputado entre Macedonia y
Montenegro (el único encuentro en el que ambos equipos han llegado a los 80
puntos) Los macedonios dominaban ligeramente en el luminoso, pero finalmente
llegó la remontada montenegrina de la mano de Tyrese Rice, autor de los últimos
ocho puntos de su equipo. McCalebb falló la canasta decisiva, que tampoco pudo
anotar Chekovski en el posterior palmeo. Letonia ganó con una solvencia
inesperada a una pobre Bosnia que apenas rotó y exprimió en exceso el triángulo
Wright-Djedovic-Teletovic, y por la noche disfrutamos de un siempre interesante
Serbia-Lituania en el que los lituanos, como viene sucediendo últimamente,
decepcionaron un poco. Recital de Nenad Krstic (20 puntos y 9 rebotes) en el
conjunto de Ivkovic, que lejos de echar de menos a Milos Teodosic, se diría que
juegan más cómodos y fluidos sin el genial pero ciclotímico base.
España debutó con una
contundencia que ya no recordábamos en este tipo de competiciones. El 68-40
final es un registro histórico, ya que nunca habíamos superado a los croatas
por una diferencia tan mayúscula. Los 40 puntos de la selección croata es la
peor marca anotadora en un Eurobasket en los últimos 48 años, y hacía 54 años
que en un gran torneo no encajábamos tan pocos puntos (hay que remontarse al
Europeo de 1959 donde Austria nos hizo 33) Todo esto sin hacer nuestro mejor
baloncesto y con la sensación de no descubrir nuestras mejores cartas en
ataque, ante una Croacia en la que Jasmin Repesa, ese hombre eternamente
circunspecto, asistía a la debacle de los suyos y posiblemente de su ya caduca
visión baloncestística. Por el contrario partido plácido para un Orenga armada
de tranquilidad delbosquiana que pudo rotar y dosificar a sus jugadores… a
excepción de Marc Gasol, que con 34 minutos en pista demuestra que no tiene
recambio (preocupante que lo carguemos de tanto minutaje en un torneo a once
partidos) Horas antes Georgia y Polonia se habían encargado de abrir fuego en
nuestro grupo en otro partido con cierto marcador sorprendente, no tanto por la
derrota polaca, que podría entrar en los pronósticos, si no por la diferencia
entre ambos equipos. Ciertamente a los de Bauermann no les salió nada,
erráticos en el tiro (3 de 16 en triples) y sin poder frenar a un gran
Sanikidze (23 puntos y 6 rebotes) bien secundado por un Shermadini (13 y 9)
capaz de plantar frente a las torres polacas Gortat y Lampe. La anfitriona
Eslovenia debutaba por la noche frente a una Chequía que a punto estuvo de
protagonizar otra de las sorpresas de la jornada. Hasta tres balones tuvieron
los checos para ganar el partido o al menos llevarlo a la prórroga, pero
finalmente los de Maljkovic consiguieron su primera, y muy sufrida
victoria.
Concluímos con el grupo D
donde para no variar la tónica de la jornada hubo resultados francamente
inesperados. Primero era Turquía, una selección con tanta calidad como
indolencia en sus filas, quien se dejaba sorprender por una hambrienta
Finlandia en otro partido que sinceramente no conservaremos en las videotecas,
y por la noche Italia demostraba que la Rusia post-Blatt mete menos miedo que
años anteriores. Sorpresa menor lo de los transalpinos, pero sorpresa al fin y
al cabo- Sólo Grecia cumplió con el guión previsto, derrotando con autoridad a
Suecia sin necesidad de grandes esfuerzos (Sloukas, el más utilizado por
Trinchieri, 24 minutos en pista) Con sólo una jornada disputada y ya se pone
realmente interesante este grupo, donde Rusia frente a Grecia y Turquía frente
a Italia afrontan hoy duelos casi dramáticos y que les puede dejar al borde la
eliminación, algo que nadie hubiera podido imaginar en la segunda jornada.
Finlandia vivió su particular pasión turca. |
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