Descanso en Ljubljana.
Víspera de destrucción, que cantaba Barry McGuire, y eso mismo debe estar
pensando Juan Antonio Orenga al frente de una selección española agotando la
paciencia de unos aficionados mal acostumbrados y en ocasiones demasiado
injustos y desmemoriados.
“Calderón está haciendo un
campeonato infame”, “Víctor Claver no tiene nivel”, “Rudy Fernández
desaparecido una vez más”, “Ricky Rubio es un jugador sobrevalorado”, “Sin
Navarro y sin el Gasol bueno no somos nada”, “Son una banda”, “Orenga no puede
ser seleccionador”, etc, etc, y una larga lista de dolorosos “etc”… así respira
España después de nuestra tercera derrota. Dan ganas, visto lo visto, de decirle a José Luis Sáez que coja a la
expedición y se la traiga de vuelta cuanto antes. “Chicos, que mejor no nos
presentamos ante Serbia”. Es más, viendo algunas reacciones incluso debería
cerrar el chiringuito de una federación que verano tras verano no ha parado de
darnos alegrías y recolectar medallas para nuestro deporte en distintas
categorías y tanto en masculino cómo en femenino. El cainismo nacional más
desatado que nunca.
No se trata de defender desde
aquí a la selección. Desde luego en El Tirador tampoco estamos disfrutando un
pimiento con nuestro papel hasta el momento (ni con el torneo en general, con
un nivel de juego escaso en calidad como ya hemos comentado y en el que
técnicos pacatos y del viejo y feo estilo noventero como Repesa o Maljkovic son
los que están triunfando) y ayer nos tirábamos de los pelos tras el
esperpéntico final contra la escuadra azzurra. Pero no nos vamos a sumar al
linchamiento general. No nos sale del teclado. No olvidamos todo lo que nos han
dado (y que aún nos pueden dar) la mayoría de estos jugadores.
Y ahora vamos con las
críticas, tratando de buscar explicaciones al porque esta selección alterna
momentos realmente brillantes y soberbios (o a ver si cuando hemos dejado a
Croacia, equipo más en forma del campeonato, en 40 puntos, o ayer cuando
dominábamos a placer a Italia no ha sido así) con desconexiones impropias de lo
que siempre ha sido un grupo ganador y competitivo. Desconexiones que además
nos han costado tres derrotas que instalan la duda ya acomodada como compañera
de viaje dentro de este grupo. Posiblemente nuestro análisis, nuestro intento
de escarbar en nuestros errores, no guste, ya que escapa al simplón “somos una
banda”. Ya estamos acostumbrados.
Calderón fuera de sitio, un experimento que no funciona. |
Hablemos de líderes, que al
fin y al cabo son los que te hacen ganar y perder partidos (y campeonatos)
Siempre hemos mantenido que esta selección actual, la de este verano, partía
con tres grandes líderes por encima del resto en base a su calidad, jerarquía,
galones y experiencia. En este orden: Marc Gasol, José Calderón y Rudy
Fernández. Con Marc y Calderón, jugadores NBA consolidados, como nuestras
primeras espadas.
No parece haber dudas sobre
el rendimiento de Marc, y menos después de su colosal y homérica exhibición de
ayer contra Italia. Un partido para los anales de su particular historia dentro
de la selección, pese a la derrota. Pero cabe preguntarse, ¿nos está lastrando
la excesiva dependencia de Marc Gasol?, ¿estamos desperdiciando y despreciando
otras armas por la tendencia de que todo empiece y acabe en el de Sant Boi? El
dato de que Marc haya perdido ya 20 balones en el torneo es apabullante. Dudo
mucho que ningún otro pívot haya perdido tantas posesiones, y desde luego es el
jugador de nuestra selección que más bolas ha perdido (doblando a los
siguientes en la lista, Llull y Rudy, con 10) Creo que cualquiera que entienda
de este deporte coincidirá conmigo en que los jugadores más proclives a perder
balones, y la estadística lo demuestra, son los bases. Es la propia lógica de
tratarse de quienes acumulan más tiempo el balón en sus manos. Que nuestra gran
referencia interior sea quien más balones regale al rival indica algo antinatural
en nuestro juego, una especie de descabezamiento abstracto de quien es culpable
en parte Orenga (ahora algunos echarán de menos a Scariolo), pero también el
propio jugador, de quien es loable su intento de convertirse en una especie de
“point-center”, un “all around player” al estilo LeBron James, pero quien
debiera darse cuenta de que dentro de la zona es donde es imparable de verdad y
mejor para nuestros intereses sería que la convirtiese en su hábitat
natural. El Marc a seis metros del aro congelando el balón a una mano, en una
imagen ya demasiado habitual, chuleando a rivales y compañeros (que te la
enseño, que te la paso, que sí, que no…) lastra demasiado unos ataques
estáticos que están siendo, una vez más, nuestras más grandes lagunas. Nuestro
pívot no puede retener el balón tanto tiempo tan lejos del aro dejando que
nuestras posesiones acaben siendo casi agónicas.
¿Qué hay sobre quien debía
ser nuestra otra gran referencia, José Calderón? Desgraciadamente se le ve
ausente y desaparecido en su nuevo rol de escolta tirador. El nuevo jugador de
los Mavs declaraba en una magnífica entrevista en el último número de la
revista Gigantes que Orenga le había pedido ser el “navarro” (si tal cosa es
posible) del equipo. Su excelso 46% en triples la pasada temporada en la mejor
liga del mundo parecía suficiente aval para que el extremeño se convirtiera en
nuestra metralleta. Pero hasta la fecha, y obviando el recital anotador ante
Finlandia, el experimento no ha funcionado. Sus 9.4 puntos por partido parecen
insuficientes para quien debiera ser nuestra primera opción ofensiva en el
perímetro. Eso sí, su muñeca sigue caliente (18 de 37 en triples, fantástico)
Un dato muy intranquilizador: sólo ha lanzado tres tiros libres. Necesitamos a
un Calderón más agresivo y vertical que no rehuya el contacto.
No creo que Rudy esté
haciendo un mal campeonato. Una vez más hay que recordar su generosidad y
estajanovismo al convertirse en relevo forzado de Carlos Jiménez y tener que
ocupar esa posición de tres, de alero alto, que le obliga a la lucha y la pelea
con jugadores más altos y fuertes que él. Y Rudy no se arruga. Es nuestro
máximo recuperador de balones, nuestro segundo máximo anotador y nuestro tercer
máximo reboteador. Está cumpliendo. A Ricky Rubio podríamos situarlo en un
escalafón intermedio dentro de la jerarquía de la selección. Es nuestro jugador
más joven, luego no puede exigírsele lo mismo que a un veterano como por
ejemplo Calderón. Pero también es cierto que el del Masnou ya vive su tercer
Europeo a pesar de su edad. Puede dar mucho más de sí, y da la sensación de que
definitivamente el baloncesto FIBA es una carga para él.
¿El resto?, a sumar en lo que
pueden. Especialmente en el caso de un magnífico Víctor Claver, creciendo desde
el partido frente a Grecia y otro de los jugadores con quienes más injustas
están siendo las críticas. Ayer hubo una jugada absolutamente paradigmática en
ese sentido. Contrataque del alero de los Blazers que se va como un rayo hacia
el aro buscando el mate… y se encuentra con un soberbio tapón del nuevo jugador
de los Pistons Luigi Datome (al que espero que en la MoTown le obliguen a
cambiar de peinado, por cierto, pero esa es otra historia) A toro pasado parece
que Claver pecó de ingenuo y debió esperar a forzar la falta del italiano, pero
precisamente una de las cosas que más se le han achacado al valenciano es su
indolencia y falta de carácter y determinación. Ayer en esa jugada fue sobrado
de ambas cosas… ante el pitorreo generalizado de la afición. Más cainismo, más
madera.
La potencia, sin control... |
Llull notando en exceso su
hematoma en las costillas. Está tocado. El Chacho con su habitual y maravilloso
juego sin red (y en ese sentido fue extraño verle errar dos tiros libres
decisivos en nuestra última jugada antes de la prórroga, siendo un jugador que
se maneja sin miedo al fallo, como ajeno a cualquier presión) San Emeterio y
Mumbrú desaprovechados en ataque (el ataque estático de nuevo, nuestro
asignatura pendiente, esa que tan bien solucionó Scariolo y tan poco se lo
reconocieron), Rey, esforzado, y Aguilar y Gabriel definitivamente no cuentan.
Esto es lo que hay, ¿llegará para ganar a Serbia? No veo porque no. En las
principales casas de apuestas parecen opinar lo mismo, ya que España sigue
siendo la principal favorita en los pronósticos y por tanto la peor pagada de
cara a alzarse con el título. Se ve que por ahí fuera no dudan tanto de
nosotros.
“You don’t believe, we’re on the eve of destruction”, cantaba Barry
McGuire. Los cuchillos ya están afilados
para que mañana de los nuestros no quede ni el utillero.
Yo creo que objetivamente nadie puede dudar de Rudy, Chacho o de Claver, pero como tu bien dices ¿qué pasa con el ataque estático?. Orenga no sabe o no quiere atacar en estático...¿cuantos bloqueos ves en un ataque de España?...es desquiciante. Si no se puede correr se tendrá que atacar en estático y ahí no sé porqué coj... no sale Germán Gabriel. Al final es lo de siempre, correr y correr, meterse bajo el aro para doblar el balon..y perderla...y así no se puede. Serbia el otro día contra Francia hizo un gran partido en la pintura y eso contra una selección física como la francesa...no quiero ni pensar lo que podemos hacer nosotros con ¿Xabi Rey?, lo siento, pero no lo compro.
ResponderEliminarA veces me da la sensación de ver un partido de mini-basket en el que todos los jugadores convocados están obligados a jugar...esas rotaciones nos están matando ¿tampoco lo ve nadie?. Solo espero que la presencia de Pau sirva como revulsivo, porque a este equipo le falta también un lider en el vestuario...a ver que pasa contra Serbia...lo comentaremos en facebook ;-)
Anda, tú eres el Marcos del facebook del Tirador, ahora ya te tengo localizado, :-)
ResponderEliminarGenial y acertado análisis. De acuerdo con todo salvo con el tema de que San Emeterio y Mumbrú estén desaprovechados en ataque (ayer entre los dos hicieron 8 puntos con un paupérrimo 4/13 en tiros de campo y un 0/8 en triples, de los cuales 2 o 3 de San Emeterio estaba solo en el 6,75). Creo que huelga decir que X.Rey se esfuerza, todos se esfuerzan, pero a la hora de competir a un alto nivel hay que poner algo más que esfuerzo. Aquí es donde no me encaja el ostracismo al que se condena a Aguilar y Gabriel (más teniendo en cuenta que solo tenemos dos hombres interiores)
ResponderEliminarTienes razón en lo de San M y Mumbrú... los números no mienten, no tuve la sensación de que mirasen tanto aro...
ResponderEliminarYes I am...jejeje.
ResponderEliminarLo de Claver es como dices a pie de foto "la potencia sin control"
ResponderEliminarlo facil que hubiese sido el mate a 2 manos protegiendo el balón...
canasta y falta casi seguro
Bueno, fácil para un tío como Claver, claro, :-D
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