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martes, 29 de noviembre de 2011

EL TIBURÓN SIGUE HAMBRIENTO

Escribir sobre Navarro en este blog es sumergirse en un constante “deja vu” literario.En realidad toda la carrera del escolta barcelonés, asistir a la creación de sus prodigios y milagros, es un “ya visto” desde que le vimos anotar su primera e imposible “bomba”. 

Cuando le dedicamos una entrada tras haber recibido su MVP como el jugador más determinante del pasado campeonato de Europa de selecciones, incidíamos en las características asesinas del jugador. Un tiburón. Un depredador. Cualquier comparación de ese tipo nos acerca a una de las mentalidades más ambiciosas que ha dado el baloncesto europeo en toda su historia. Un sujeto que nunca se acomoda en el triunfo.

A sus 31 años de edad, y con el más deslumbrante palmarés de un jugador europeo en activo, Navarro vuelve a ser protagonista absoluto del basket continental con una nueva distinción que llena de orgullo a toda la afición española, y al barcelonismo en particular. La marca que le acredita como máximo anotador histórico de la Euroliga, record que le llega en plena madurez de su carrera, cuando su pólvora dista mucho de estar mojada, y en su cargador parecen quedar interminables balas, y así sea por el bien de nuestro baloncesto. Navarro comparte tan distinguido galardón junto al mito madridista (muy a pesar de alguna parte del madridismo incapaz de reconocerse a si mismo, ese del que ya hablamos en la entrada “Blanco perfecto”) Raúl González como máximo artillero en la Champions balompédica. Que los dos supremos realizadores en las dos máximas competiciones continentales a nivel de clubes en los dos deportes por equipos más populares, sean españoles, nos muestra la nueva mentalidad de nuestro deporte que se ha ido plasmando en los últimos años en las actuales generaciones, con profesionales cuya ambición por el triunfo y la victoria raya a veces en lo obsesivo.   

Navarro ante su público, en el momento de convertirse en el máximo anotador histórico de Euroliga.


Pero volvamos a nuestro protagonista, al genio estético y poético del actual baloncesto europeo. Tales epítetos no son gratuitos, ya que el juego del catalán escapa de las esferas meramente físicas de velocidad o fuerza para entrar en terrenos de baloncesto febril, inconsciente, loco, suicida, y siempre impregnado de pinceladas de arte. En nuestra anterior entrada dedicada a este Dalí de la canasta comentábamos algo muy curioso: Navarro es un jugador muy poco evolucionado, su juego siempre ha sido prácticamente igual. Desde sus primeros asomos al baloncesto de elite como junior nos dimos cuenta de que se trataba de un jugador que desafiaba las leyes de la lógica deportiva, su estilo insolente trata de derribar todos los esquemas, de destrozar todos los planes, hacer trizas cualquier guión.   

Es en todo caso en eso que llaman “IQ baloncestístico” en lo que Navarro ha crecido y evolucionado. En una mentalidad más fuerte, y una capacidad para saber leer los partidos en cada momento. Y diríamos que no sólo los partidos, también las temporadas, las competiciones, los torneos, las situaciones. Una muestra muy clara fue el pasado Eurobasket de Lituania. Acudió al rescate del colapso que nos provocó una gran defensa polaca en la primera jornada para después mostrarse durante varios partidos en segundo plano, incluso con dos actuaciones francamente malas (Gran Bretaña y Turquía)… para explotar en cuanto llegaron los cruces, las eliminatorias, los partidos a vida o muerte. En una ocasión leí a Jorge Valdano, con su lucidez habitual, llamar la atención sobre un aspecto o situación que se da a menudo en el fútbol. Comentaba que si un jugador se pega una impresionante carrera en vano para acabar tirándose en plancha hacia un balón que se veía claramente que era imposible llegar, recibirá el aplauso del público puesto en pie ante la racial demostración de bravura y testiculina. Si por el contrario el jugador, consciente de sus limitaciones y de la imposibilidad de llegar a ese balón inalcanzable decide no hacer el mínimo gesto de ir hacia el esférico, guardando sus energías para los minuto posteriores, recibirá improperios y la desaprobación del respetable. Sin embargo el jugador de la segunda situación habrá sido mucho más inteligente.   

Yo creo en la naturaleza de los jugadores y en su comportamiento en base a esa naturaleza, a ese ADN que les hace competir con unas armas o con otras. Por ejemplo es fácil imaginarse a otro de los grandes de nuestro baloncesto, Felipe Reyes, como el futbolista del ejemplo de Valdano, tirándose en plancha hacia el graderío hacía un balón quimérico e imposible. Lo lleva en la sangre, es algo natural e instintivo en él. Sin embargo es difícil que veamos a Navarro “gastar” sus energías en un esfuerzo que puede considerar vano y hacer mella en su posterior rendimiento. Evidentemente estamos hablando de “IQs baloncestísticos” distintos, y ninguno de ambos jugadores merecería reproche alguno. Simplemente habrían seguido la naturaleza de su juego.   

Los dos máximos triplistas de la historia de Euroliga, ¡sólo puede quedar uno!


Veremos si este es el único record que cae esta temporada para Navarro, mantiene una lucha enconada con el gran Basile por ser el máximo triplista de la competición, pero teniendo en cuenta que el español tiene seis años menos no cabe duda de que si no es en este curso, más pronto que tarde será otra de las proezas que añadir a su prodigioso palmarés. 

jueves, 3 de noviembre de 2011

CINCUENTA NOMBRES PARA LA EUROLIGA (II)

Seguimos con nuestro pequeño repaso a algunos de los nombres que más nos apetece seguir en esta presente Euroliga. La verdad es que vamos con un buen retraso. Como ya dije en la anterior entrega sobre tema, obviamos los jugadores que ya mencionamos en nuestra serie sobre la Liga Endesa, de ahí que el lector no encuentre referencias a quizás los dos nombres que más brillan en esta posición actualmente en esta edición del campeonato: Juan Carlos Navarro y Rudy Fernandez.  




Vassilis Spanoulis (Olympiakos, 29 años, 1.93) Tras las espantadas de Teodosic y Papaloukas, Spanoulis queda como orgulloso estandarte del club heleno. Tendrá que ser una especie de "hombre para todo" (ojo a sus números en asistencias en este comienzo de Euroliga) y aumentar exponencialmente su arsenal baloncestístico si quiere que su equipo tenga opciones de llegar realmente lejos, más allá de seguir siendo el referente ofensivo. Su "uno contra uno" sigue siendo de los mejores de Europa y su capacidad de improvisación en penetración sólo comparable a la de Navarro. No obstante son inevitables las comparaciones con el otro genio actual del baloncesto griego, Diamantidis, mientras uno se mantiene como un peligroso "killer" en lo individual, quien sigue siendo pupilo de Obradovic demuestra con los años una mayor ascendencia en el juego y en sus compañeros, así como una mayor capacidad competitiva, funcionando incluso mejor cuando no ha tenido a su lado a Spanoulis. Pero de eso hablaremos en el siguiente párrafo.   


Dimitris Diamantidis (Panathinaikos, 31 años, 1.98) Ponemos a "Spider-Man" entre los escoltas, por ubicarlo en alguna posición, ya que el genio de Kastoriá, al igual que Papaloukas, Eidson, o en su día Bodiroga, es de esos jugadores que puede jugar prácticamente en cualquier posición y que domina totalmente el juego exterior. Actual MVP de la competición, la cual ha ganado tres veces, todas ellas en los últimos años impares y a las órdenes de un Obradovic que lo ve como su prolongación en la pista. Exuberante en su juego defensivo, ejerce como lider anotador cuando la situación lo requiere. En definitiva uno de los jugadores más completos de Europa. 

Una pesadilla en defensa.

Drew Nicholas (Arman Milan, 30 años, 1.91) El fino escolta neoyorquino ha sido durante un tiempo un trotamundos, un francotirador mercenario que firmaba grandes números allá por donde pasaba gracias a una excelsa muñeca, hasta la llegada a un Panathinaikos (tres temporadas) donde se asentó tras un paso por el Efes Pilsen donde siguió firmando grandes actuaciones ofensivas. Al servicio de Obradovic (a quien le había metido 29 puntos el año antes de ficharle vistiendo la zamarra del Efes) adaptó su juego a un rol más secundario, demostrando cierta excepcionalidad, ya que es habitual ver fracasar y no saber adaptarse a jugadores que son la primera referencia ofensiva de sus equipos cuando fichan por un club de entidad superior. Nicholas si se adaptó y su palmarés se vió recompensado. Ahora a las órdenes de Scariolo, y al lado durante el lock-out de Gallinari, recupera galones en un Milan que aspira a grandes cosas tanto en lo doméstico como en lo continental. En su anterior aventura italiana fue máximo anotador de la Lega y de la Legadue.


Sonny Weems (Zalgiris Kaunas, 25 años, 1.98) El ex de Toronto es de las pocas noticias positivas en el comienzo de temporada de un Zalgiris que ya ha tenido que cambiar de entrenador (Trifunovic por Zouros, en un banquillo que ya lleva nada menos que siete entrenadores en dos años) A diferencia del decepcionante Ty Lawson, la adaptación de Weems ha sido correcta desde el principio, y su implicación en el actual proyecto lituano parece fuera de toda duda. Recordemos que ha firmado por toda la temporada y no tiene cláusula de vuelta a la NBA aunque finalice el dichoso lock-out. 

De Toronto a Kaunas.


Henry Domercant (Unics Kazan, 30 años, 1.92) Todo un clásico del baloncesto europeo de los últimos años, MVP de la liga regular de la ULEB hace unos años, llega al Kazan en su plena madurez de los 30 años tras una brillante temporada también en el baloncesto ruso en el pujante Spartak St. Petesbourg. Exterior clásico, de los de toda la vida, anotador de gatillo fácil. 


Ramunas Siskaukas (CSKA Moscu, 33 años, 1.98) Uno de los jugadores más brillantes de la historia reciente del basket europeo. Uno de esos nombres evocadores de baloncesto de alto nivel. Si no recordamos a los Jasikevicius, Kaukenas o Siskaukas como la generación reciente más brillante del continente, es porque afortunadamente ha surgido un puñado de compatriotas nuestros que los han superado con creces. Su papel actual, con 33 años, dista mucho del de antaño, cuando era uno de los líderes de la apisonadora moscovita dirigida por Messina, pero mantiene sus esencias en un equipo que busca reverdecer no tan viejos laureles, y plantilla tiene para ello. Pese a que su comienzo de Euroliga está siendo muy discretito, ¿alguien duda que será uno de los jugadores más fiables cuando lleguen los choques decisivos? 

Ramunas penetrando, poetry in motion.


Rimantas Kaukenas (Montepaschi Siena, 34 años, 1.92) Otro de la vieja guardia lituana, y por éste si que parece no pasar el tiempo. Pese a su "extraño" paso por el Real Madrid, lo cierto es que ha sido uno de los jugadores más regulares en alta competición en los últimos años (nunca ha bajado de los 10 puntos por partido en Euroliga), y se mantiene como una de las principales referencias de uno de los equipos favoritos al título. Su comienzo de temporada, brillante (16.3 puntos por encuentro), en un club como el de Siena donde es ya toda una institución y un ídolo absoluto. 


Gianluca Basile (Bennet Cantu, 36 años, 1.92) Tiro de forofismo descaradamente incluyendo aquí a un jugador que ya se mueve en un segundo plano a nivel europeo, pero que me transmite una personalidad baloncestística totalmente acorde con la del Tirador Melancólico. No me extenderé mucho sobre él, ya que en este blog le dedicamos una entrada en exclusiva donde glosamos su figura y carrera, simplemente recordar que afronta su decimoprimera Euroliga, y lo hace con la ilusión de un novato, reinventándose a si mismo tras la salida de un club ganador como el Barcelona. Como jugador y persona, absolutamente genial.   

Il Baso con su nueva maglia... sigue siendo uno de nuestros favoritos.


Thabo Sefolosha (Fenerbahce Ulker, 27 años, 2.01) Nada menos que el escolta titular de todos unos semifinalistas NBA como los Oklahoma City Thunder, el suizo recala en el baloncesto turco durante el cierre estadounidense. Jugador completo y polivalente, destaca sobre todo en labores de guerrilla, ahí es donde se ha mostrado como un buen escudero para Kevin Durant a la hora de realizar las tareas más oscuras. Destaca sobre todo en defensa y por su trabajo estajanovista, no es jugador de grandes números individuales.  


Malik Hairston (Armani Milan, 24 años, 1.98) Ojo a este jugador aún no muy conocido en Europa, pese a llegar a la Final Four el pasado año con el Siena. Segunda temporada en el continente, y segundo curso italiano, cambiando el club de la ciudad toscana por el nuevo y ambicioso Milan de Scariolo. Deslumbrante en el juego físico y con buena mano en el tiro exterior, es una de las sensaciones del comienzo de esta Euroliga saliendo desde el banquillo. Posiblemente el mejor sexto hombre de la competición en estos momentos.      

Malik, la canasta de la vida.

martes, 12 de julio de 2011

SENZA CONSCIENZA

“Lo poco que sé, se lo debo a mi ignorancia” (Platón)

A nadie puede pillar por sorpresa que evidentemente una de las figuras baloncestísticas que más nos apasiona en este blog es la del tirador. Por cuanto tiene de loco, genial e inconsciente. Si hablamos de pura inconsciencia en el lanzamiento (pero de una gran entrega y sacrificio para el equipo y una cabeza perfectamente amueblada en el resto de las facetas del juego), pocos jugadores representan más ese tipo de baloncesto que más que un deporte parece un estado de ánimo que el protagonista de nuestra entrada, a quien esta temporada decimos adiós en nuestra liga después de seis años de triunfos con el jersey azulgrana, y que se va, ahí es nada, siendo el extranjero que más partidos ha disputado para ese club. Nos referimos al creador del ya celebre “tiro ignorante”, Gianluca Basile, “il bello Baso”. El tirador de mandarinas. El despiadado pistolero de sonrisa seductora.  

Sonrisa de seductor para un alma de killer.




Las finales de la ACB de la temporada 2008/09 se presentaban apasionantes por muchos motivos. Dos grandes plantillas, Baskonia (en su última aparición ACB como TAU) y Barcelona, en un duelo con cierto morbo, con un Ivanovic decidido a consumar la venganza de su salida del club azulgrana un año antes y que ya había comenzado en Supercopa y Copa del Rey, frente a un Pascual que disputaba su primera temporada completa como primer entrenador, y al que le habían puesto en sus manos una plantilla de auténtico lujo y el mayor presupuesto de la ACB. Los vitorianos tenían el siempre apetecible factor cancha a su favor, que les correspondía justamente como mejor equipo de la fase regular. Llegaban a la final con dos títulos esa temporada en sus alforjas, las citadas Supercopa y Copa del Rey, ganando en ambas ocasiones al Barcelona en final y semifinal respectivamente, pero por contra, Pascual y sus hombres habían cercenado el paso de los vascos a la Final Four de la Euroliga tras una vibrante eliminatoria a cinco encuentros. El TAU había sido mejor a lo largo del año, pero el Barcelona parecía encontrar su mejor versión según la temporada se acercaba a su fin.   

Ni Carmichael, ni Trumbo, ni Norris... "Baso" es el extranjero que más veces ha vestido la "maglia" azulgrana.




Con estas premisas se abría un primer partido de las finales en cancha alavesa realmente igualado, disputado, y con momentos de buen baloncesto, esos que dignifican nuestra liga y justifican que se considere la mejor liga del mundo fuera de la NBA. En el último minuto el luminoso reflejaba un empate a 79 totalmente incierto sobre el devenir del primer punto. El TAU golpeaba primero con una falta personal recibida por Rakocevic, quien a pesar de fallar el segundo lanzamiento de tiro libre, colocaba una mínima ventaja para su equipo, traspasando toda la presión para el Barcelona en una última posesión en la que estaba obligado a anotar. La jugada, como no, la iniciaba un Navarro en sus habituales funciones de líder clarividente cuando la presión aprieta. Su intento de penetración concluye en un balón atrás a Andersen, quien llevaba un magnífico partido (21 puntos) que se levanta en buena posición desde la línea de 6,25. No era una mala opción, pero el tiro fue errado. Tras el palmeo e intento en vano de control por parte de varios jugadores el balón acaba llegando a manos de un Basile que hasta el momento sólo había mirado el aro en una ocasión y para fallar, su casillero anotador por tanto estaba a cero. El marcador advertía que quedaban dos segundos para la conclusión del encuentro. El italiano no tuvo que pensar mucho, si es que llegó a pensar algo. Simplemente el balón cayó en sus manos, se levantó, lanzó… y anotó, enmudeciendo el Buesa Arena sobre el que parecía planear de nuevo la sombra del triple de Herreros como paradigma de trabajo echado por tierra en finales insólitos de la ACB. Punto de break para un Barça que rompía el factor cancha a las primeras de cambio ganando un partido a la postre decisivo, puesto que el equipo vitoriano ganó el segundo envite para perder sus dos partidos como visitante en un Palau donde el Barcelona fue muy superior, y Basile se mostró especialmente inspirado con 19 y 17 puntos respectivamente.  

"Il bello" con su trofeo más ilusionante: la Euroliga.


Aquel triple genial de “Baso” entraría por derecho propio en la historia de canastas míticas de la ACB, y pronto se empezaría a hablar de eso que el propio jugador definía como “tiro ignorante”. Lanzamientos que desafían a la lógica, ejecutados desde el poder del corazón y la fuerza del alma. Pura inconsciencia, un salto al vacío. “Senza conscienza”, en palabras e idioma del propio jugador. Luego nos enteramos de que tan peculiar personaje ya llevaba años refiriéndose de tal manera a este tipo de acciones que sólo se pueden entender desde cierto atisbo de locura deportiva, concretamente desde una remontada ante el Cantú en el 2003 cuando jugaba en Bolonia.   

Héroe en Bolonia.




La carrera de Basile está llena de momentos de este estilo, de jugadas de este calibre. Triples imposibles para decidir partidos, como el anotado con los boloñeses ante el Efes Pilsen para meterse en la Final Four de Euroliga, o el que anota en semifinales olímpicas del 2004 ante Lituania para sentenciar el pase a la final. Era su séptimo triple, por cierto, para una tarjeta de 31 puntos frente a una grandiosa Lituania en la que formaban jugadores como Jasikevicius, Macijauskas o Stombergas, en una de las mejores semifinales olímpicas de la historia reciente. Otras inolvidables exhibiciones ofensivas labradas sobre todo a base de canastas de tres puntos, como aquel amistoso ante los Estados Unidos de Iverson, Wade, Carmelo, LeBron y Duncan, o el partido de play-offs de Euroliga con 34 puntos frente al Maccabi Tel Aviv también merecen recordarse como "highlights" de la larga carrera del brioso escolta italiano. Ahora bien, es cierto que el paso de Basile por ACB no puede ser recordado como el de un anotador regular o el de un tirador compulsivo (estamos hablando además de un equipo cuya principal referencia ofensiva siempre la ocupa Navarro, excepto, como es lógico, en su año NBA), si no el de un abnegado jugador de equipo que siempre dio al plantel lo que necesitaba en el momento y pedía el partido. A veces rachas anotadoras cuando no se encontraba el camino de la canasta y había que recurrir a la locura para romper guiones maniatados, pero las más de las veces sacrificio en defensa y ese trabajo oscuro que a priori no se ve pero siempre es apreciado por cualquier entrenador y acaba calando hondo en el buen aficionado. Por eso a sus 36 años Gianluca sigue siendo un jugador con cosas que ofrecer y con mucho baloncesto por delante. Su marcha de la ACB es una baja más en un Barcelona que, por unas u otras razones, va a cambiar prácticamente media plantilla respecto a la temporada pasada, algo un poco chocante en un equipo que ha ganado tres títulos a lo largo del curso. En estos momentos está sin equipo, pero hay informaciones que apuntan a su regreso al Reggio Emilia en el que debutó profesionalmente en el pallacanestro italiano. Allí estamos seguros de que seguirá anotando sus triples ignorantes, asfixiando a los rivales con su defensa incansable, y, porque no decirlo, arrancar pasionales suspiros a las muchachas que visiten los pabellones, ya que "Baso" siempre ha sido uno de los jugadores con mayor predicamento entre las féminas y además los años parecen sentarle de maravilla. Ha sido un honor tener en nuestra liga a este jugador tan especial, aunque más de una vez sus triples me hayan hundido en la miseria cuando eran contra la camiseta blanca, pero el propio Basile seguro que me dará la razón cuando digo que lo cortés no quita lo valiente. Es más, un mundo en el que se pierdan la elegancia y las formas y no se admiren ni se sepan reconocer ciertos ideales y valores estéticos, será un mundo en el que no merecerá la pena vivir.  

Todo un ídolo en Italia.


Para algunas escuelas filosóficas, la ignorancia y la inconsciencia están íntimamente relacionadas con la felicidad, ya que el desconocimiento de la cruda realidad impide la certeza del sufrimiento y la empatía con el dolor. No hay más que echar un vistazo alrededor para darse cuenta de esta gran verdad: nadie vive más feliz que un ignorante o un loco.    

¿Leyendo "El tirador melancólico"?