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jueves, 1 de agosto de 2013

UNA CARRERA EN NÚMEROS





Cuando el pasado Junio dedicábamos un par de entregas de nuestro blog a rendir un pequeño homenaje al Grant Hill tras su retirada después de casi dos décadas de profesional NBA, un amable lector comentó en tono jocoso que cuando tratásemos la retirada de Jason Kidd, de carrera más extensa (y más sana) que el alero tejano aquello nos iba a ocupar bastante más de dos entradas de blog. Pero lo cierto es que desde mi propio subjetivismo no he visto nunca a Kidd de la misma manera que a Hill, no hay el mismo aprecio que el que siento por un ex –piston que estaba llamado a marcar una época en la NBA de no haber tenido tantas desgracias, algunas de tanta seriedad que casi cuestan con su vida. De todo ello ya hablamos en su momento. 

El caso es que Jason Kidd nunca ha sido un jugador que me haya transmitido nada especial. Ningún atisbo de magia, ningún destello de genialidad, alguna chispa. Pero hablamos de un jugador a todas luces descomunal. Un ejemplo de profesionalidad y de pasión por este deporte. Al no conocer personalmente al personaje uno tiende a basar su opinión en lo que le llega de él, especialmente a través de las entrevistas. En ese escenario Kidd siempre ha dejado clara su motivación, hambre y deseo a la hora de vestirse de corto. Sólo así se puede entender su apabullante producción estadística en todos los apartados del juego, y su inusual capacidad reboteadora en un base de 193 centímetros. Kidd ha sido un devorador de registros que deja unos números en lo individual para la historia. Y es en este aspecto, en el puramente estadístico, donde sí creemos que merece la pena detenerse a contemplar la deslumbrante cosecha de cifras que deja el nuevo entrenador de los Brooklyn Nets. Un ejemplo de longevidad deportiva y de competitividad más allá de su edad o de las aspiraciones de la camiseta que vistiese en cada momento. En definitiva, la carrera de un auténtico enamorado de este deporte que ha disfrutado dándolo todo cada segundo que ha estado en cancha. Hablamos, nadie lo olvide, de quien con justicia ha recibido el apodo de Mr. Triple Doble debido a su facilidad para conseguir dobles figuras en tres registros estadísticos distintos. Este es Jason Kidd en números: 

-Nacido el 23 de Marzo de 1973 en San Francisco, California. 

-Elegido mejor jugador de instituto a nivel nacional en 1992 en el St.Joseph Notre Dame High School de Alameda, California (Naismith Prep Player of the Year Award)

-14.9 puntos, 8.4 asistencias, 5.9 rebotes y 3.5 robos en su carrera NCAA (2 temporadas en los California Golden Bears) 

-Jugador del año de la Pacific 12 Conference de la NCAA en 1994

-Dos oros olímpicos y tres oros continentales. 56 veces internacional (balance 54-2)

-12.6 puntos, 8.7 asistencias, 6.3 rebotes y 1.9 robos en su carrera NBA (19 temporadas)

-Ha vestido cuatro camisetas distintas en el baloncesto profesional estadounidense, Dallas (8 temporadas), New Jersey (7 temporadas), Phoenix (5 temporadas) y New York (1 temporada)

-17 veces jugador de la semana, 3 veces jugador del mes, 1 vez rookie del mes.

-Rookie del año e integrante del mejor quinteto de rookies de la NBA en 1995.

-5 veces en el mejor primer quinteto de la NBA

-1 vez en el segundo mejor quinteto de la NBA

-4 veces en el mejor quinteto defensivo de la NBA

-5 veces en el segundo mejor quinteto defensivo de la NBA

-10 veces All Star Game

-Ganador del concurso de habilidades del All Star Game (Skills Challenge) en 2003 

-Jugador más deportivo del año en 2 ocasiones. 

-Campeón de la NBA en 2011 (Dallas Mavericks)

-Campeón de la Conferencia Este en 2002 y 2003 (New Jersey Nets)

-Segundo clasificado en las votaciones para el MVP en 2002, superado por Tim Duncan.

-107 triples dobles en su carrera NBA (sólo superado por Oscar Robertson con 181 y por “Magic” Johnson con 138) 

-Sexto jugador con más partidos NBA disputados (1391, le superan Parish, Jabbar, Stockton, Karl Malone y Kevin Willis)

-Tercer jugador con más minutos NBA (50111), sólo superado por Jabbar y Karl Malone. 

-1988 triples anotados (1.4 por partido), tercero en la historia por detrás de Ray Allen y Reggie Miller.

-8725 rebotes capturados, siendo el base que más ha reboteado en la historia.

-12091 asistencias repartidas (segundo en la historia, sólo superado por John Stockton) 

-1263 asistencias repartidas en play offs (tercero en la historia, sólo superado por “Magic” Johnson y John Stockton)

-2684 robos de balón (segundo en la historia, sólo superado por John Stockton)

-302 robos de balón en play offs (sexto en la historia por detrás de Pippen, Jordan, “Magic”, Stockton y Kobe) 

-17529 puntos anotados

-450 tapones. 


-Único jugador en la historia en alcanzar al menos 15000 puntos, 10000 asistencias y 7000 rebotes.  

miércoles, 17 de julio de 2013

LOS SIETE MAGNÍFICOS DE BROOKLYN


Se cumplen nada menos que 40 años del último anillo ganado por la franquicia con mayor mercado de toda la NBA. Los Knickerbockers de New York. Hace ya cuatro décadas que los Dave DeBusschere, Walt Frazier, Earl “The Pearl” Monroe y Willis Reed daban a la Gran Manzana su último momento de gloria suprema, en un roster en el que por cierto también figuraba el posteriormente entrenador más laureado de todos los tiempos Phil Jackson, quien en la rotación neoyorquina era algo así como el octavo hombre. El mítico William “Red” Holzman, nativo de Brooklyn, figuraba como entrenador aquella temporada. Marvin Gaye dominaba los charts cantando aquello de “Let’s get i ton” y David Bowie fantaseaba con la vida en nuestro vecino planeta rojo. Aquellos maravillosos 70.     



"The Pearl" echándose una partida tras ganar a los Lakers en las finales del 73


“Red” Holzman, que dirigió como primer entrenador a los Knicks durante 15 temporadas (suya fue la conquista del anterior título de la franquicia, en 1970) falleció hace ya década y media, por lo que no puede contemplar como en la urbe que más respira baloncesto del globo es precisamente su barrio natal, Brooklyn (un barrio de dos millones y medio de habitantes por otro lado), quien acapara hoy día los focos mediáticos en tan sólo su segunda temporada desde que los Nets cruzaran el río Hudson para mudarse desde New Jersey a su nueva ubicación. El magnate multimillonario Mikhail Prokhorov ha logrado reunir un buen ramillete de figuras que hacen que pensar en el anillo no sea ninguna utopía para las gradas del Barclays Center. De hecho se diría que a día de hoy ningún roster NBA puede presumir de la cantidad de figuras que atesoran los Nets, no sólo concentradas en el típico Big Three, si no mostrando una buena profundidad de plantilla. Posiblemente vayan a contar con el mejor quinteto titular de la liga (claro que lo mismo pensábamos el pasado año respecto al Nash-Kobe-MWP-Pau-Howard de los Lakers y pasó lo que pasó) a los que añadir buenos jugadores de rotación, especialmente dos estrellas como Jason Terry y Andrei Kirilenko. Prokhorov es de esos tipos que parece tener el dinero por castigo, lo cual facilita las cosas, claro que esta constelación de estrellas no hubiera podido reunirse de no ser por la inestimable colaboración de los Boston Celtics, dispuestos a rejuvenecerse a toda costa y prescindiendo de Pierce, Garnett y Terry. Por otro lado Kirilenko renuncia a 7 millones de dólares (en Minnesota le esperaba un contrato de 10.2 millones por la siguiente temporada, por los 3.2 que cobrará en Brooklyn) para tener opciones reales de pelear por su primer anillo. Así las cosas Prokhorov ha logrado formar hasta un septeto realmente estelar. Estos son sus poderes. Los siete magníficos de Brookyn:


-DERON WILLIAMS (29 años. 1,91) Hasta hace bien poco existía en la NBA el debate sobre quien era el mejor base del mundo. Si Chris Paul o el jugador de West Virginia. La irrupción de los Westbrook, Rose, Irving, Rondo, etc, ha hecho olvidar esa discusión, pero sigue siendo uno de los mejores. 3 veces All Star. 17.8 puntos por partido, 9 asistencias, 3.2 rebotes y 1.1 robos de balón de media en sus 8 años de carrera NBA. 

-JOE JOHNSON (31 años, 2.01) Uno de los jugadores más infravalorados de la liga, nunca ha ocupado demasiada atención mediática, pese a haber sido 6 veces All Star y líder indiscutible de los Atlanta Hawks hasta su llegada a Brooklyn la pasada temporada. Le contemplan 12 años de experiencia NBA con medias de 17.6 puntos, 4.1 rebotes y 4.4 asistencias. 

-PAUL PIERCE (35 años, 2.01) El gran icono celtic durante largos 15 años en los que ganó el título en 2008, siendo MVP de las finales. 10 veces All Star. 21.8 puntos, 6 rebotes, 3.9 asistencias y 1.4 robos en sus 15 años de carrera, todos con la camiseta verde de Boston. 

-KEVIN GARNETT (37 años, 2.11) The Big Ticket, otro mito viviente. Gran exponente del 7 pies moderno, y con una competitividad y deseo de ganar fuera de toda duda. Busca su segundo anillo al igual que Pierce. 14 veces All Star (MVP en el 2003) y MVP de la temporada regular en 2004. A través de 18 años de carrera ha promediado 19.1 puntos, 10.5 rebotes, 3.9 asistencias, 1.5 tapones y 1.3 robos de balón. Casi nada. 

-BROOK LOPEZ (25 años, 2.13) Un pipiolo al lado de todo lo que tiene al lado. El único titular que no ha sido All Star del roster neoyorquino. Sin embargo sus medias en sus hasta ahora cinco años de experiencia son para tener en consideración: 17.9 puntos, 7.4 rebotes, 1.5 asistencias y 1.7 tapones. 

-JASON TERRY (35 años, 1.88) Campeón en 2011 con Dallas (brillantes finales se marcó) y elegido Mejor Sexto Hombre de la temporada en 2009. Pese a no haber sido nunca All Star es un jugador genial e imprevisible, de escaso físico pero resolutivo uno contra uno. Un poco un Navarro a la americana. Su pasado curso en Boston fue decepcionante, sobre todo si tenemos en cuenta que en sus 14 años NBA promedia 15.7 puntos, 4.5 asistencias, 2.6 rebotes y 1.3 robos. 

-ANDREI KIRILENKO (32 años, 2.06) Uno de los jugadores más talentosos que ha dado jamás el Viejo Continente aspirará por primera vez con opciones reales a ser campeón de liga, tras diez años en Utah donde se ganó cierta fama de acomodado, después de que en 2004 (año en que fue All Star) cazase un contrato brutal por 86 millones de dólares en 6 años. Ahora busca otras motivaciones. Sigue siendo un todoterreno. Sus once años NBA se resumen en 12.4 puntos, 5.6 rebotes, 2.8 asistencias, 1.9 tapones y 1.4 robos de balón.   



Cambio de aires.


Estos son los siete magníficos que tendrá a su disposición el novato en los banquillos Jason Kidd, quien cuelga las botas después de nada menos que 19 años de carrera, en los que sólo consiguió el título en una ocasión, precisamente junto a Jason Terry en 2011. Pese a ello su trayectoria en lo individual sólo cabe calificarse de sobresaliente. De hecho la falta de palmarés en las figuras de Brooklyn (estos siete jugadores citados sólo suman tres anillos) puede ser un preciado acicate en forma de hambre de victoria. La edad puede jugar en contra en los casos de los jugadores provenientes de Boston, pero Deron y Johnson parecen en los mejores momentos de su carrera, mientras que Brook Lopez sigue creciendo. No se acaban ahí los argumentos de los Nets. El veterano Reggie Evans seguirá aportando músculo en la zona (la pasada temporada sumó 11.1 rebotes por partido en tan sólo 24.6 minutos de juego) Andray Blatche será otra pieza de rotación interior importante. Por fuera Shaun Livingston también tendrá minutos. Veremos que sucede con el veterano Jerry Stackhouse, de momento en el roster, y quien siempre es una amenaza desde el perímetro a pesar de sus 38, camino de 39, años. Y por supuesto estaremos atentos al curso “sophomore” de un viejo conocido ACB como Mirza Teletovic.   


Con todo esto no cabe duda de que uno de los equipos a seguir la pista la próxima temporada son estos Brooklyn Nets. En este momento su consecución del próximo título NBA se paga 11 euros a 1 en bet365 (por si se animan), al mismo nivel de favoritismo que Houston y Chicago y por detrás de Miami (3 a 1) y Oklahoma City (7 a 1) Y es que pese a tanto magnífico en Brooklyn, LeBron sigue siendo el rey…    



¡Y encima tienen a Beyonce!

miércoles, 8 de febrero de 2012

AS TEARS GO BY

“It is the evening of the day
I sit and watch the children play
Doin things I used to do
They think are new
I sit and watch
As tears go by” 

(The Rolling Stones, “As tears goes by”, 1964)     

"Que bueno es este chico" parece pensar Kidd.


Es lo que parece estar pensando el gran Jason Kidd en esta foto ante la bandeja de Ricky en el segundo de los dos partidos disputados esta temporada entre las franquicias tejana y de Minneapolis, saldados ambos con victoria lobezna y con estupendas sensaciones por parte del base español.  

La imagen pertenece a la prestigiosa agencia Getty Images, referente en el mundo de la actualidad de todo tipo, y por supuesto deportiva, y como ven ha sido elegida por nuestra mítica e incombustible publicación Gigantes del Basket para ilustrar la portada de su último número (el 1371, nada menos)   

"Ey Dirk, ¿has visto lo que acaba de hacer ese crío?"


Ayer nuevamente me sometí al ritual que llevo practicando desde hace tantos años que se pierde en la memoria de encaminarme al kiosco como todos los martes en busca de la edición semanal de esta publicación, y en cuanto vi esta portada admito que la foto me cautivó. Es una de esas instantáneas con una carga de profundidad que te hace poder contemplarla una y otra vez de manera casi obsesiva buscándole recónditas interpretaciones. Toda esa carga de profundidad de la que hablo no está en la bandeja de Ricky, simplemente una canasta más. Está en ese rostro sereno de un hombre que ya lo ha visto todo en este deporte. Está en la expresión estoica de Jason Kidd, en ese gesto complacido y complaciente al verse rebasado en una entrada a canasta por Ricky. Ciertamente, hay jugadores tan buenos que hasta es un placer tenerlos en tu contra y poder asistir al nacimiento de algo realmente grande, como está pasando estos días en la NBA con el debut del catalán.      

"La que me está liando este cabrón", parece que esté pensando Jason.


Ricky ha sido objeto de todo tipo de alabanzas y elogios hacia su electrizante juego, y se le ha comparado sobre todo con los grandes bases de los últimos tiempos en la creación del juego. Con el mayor arquitecto del pick&roll, John Stockton, o con el base que mejor ha puesto la imaginación y visión de juego al servicio de los beneficios de un colectivo, Steve Nash. Pero tiene Ricky también en Kidd un buen espejo en el que mirarse. El base de San Francisco es un jugador de carrera ejemplar, practicante de un baloncesto emocional que nace del corazón, y poseedor de una ética de trabajo que le ha llevado a ser campeón de la NBA con 38 años (en un par de meses cumplirá los 39) tras varios intentos y frustraciones que lejos de desgastarle le han curtido y le han hecho más fuerte como jugador y como persona. “Mr. Triple Doble” ha sido además, como su apodo indica, un base que ha sido capaz de acumular estadísticas de una manera enormemente brillante en todos los apartados del juego, incluido el rebote, y a pesar de su 1,93 de estatura, pero como el propio jugador californiano siempre ha dicho “el rebote es cuestión de deseo”. Y ese deseo por rebotear, por jugar, por ganar, por competir, es lo que le ha llevado a acumular tras sus espaldas nada menos que 17 campañas en la mejor liga de baloncesto del mundo, entre ellas, claro está, la de su debut en la que fue “rookie of the year” con números inferiores incluso a los que está promediando Ricky ahora mismo (Kidd hizo esa campaña 11.7 puntos, 7.7 asistencias, 5.4 rebotes y 1.9 robos) La mirada de Kidd en esta foto que tanto me gusta tiene por ello cierto halo nostálgico, el brillo sentimental de quien sabe lo que está sintiendo Ricky en estos momentos que vive sus primeros partidos en la NBA a una velocidad de vértigo. Jason Kidd es en esa imagen Marianne Faithfull, o mejor aún Mick Jagger, cantando el “As tears goes by”, viendo a los nuevos chicos jugar juegos que los muy inocentes no creían ni que existieran.     

Ricky, seguido desde sus comienzos en la élite.


La verdad es que pese a los 17 años y medio que separan a un jugador y otro, parece darse una extraña sintonía entre ambos cada vez que se han enfrentado, en una rivalidad que viene desde los JJOO de Pekín, como dos púgiles brillantes, dos finos bailarines de la lona, que se están dando un relevo entre golpe y golpe. Uno sabe que está haciendo sus últimos pasos, ejecutando sus últimos movimientos… el otro ni siquiera sabe donde está su límite.    

17 años de diferencia y el mismo objeto del deseo: el balón.


miércoles, 11 de enero de 2012

DIEZ PARTIDOS DE DIEZ

Con diez partidos cumplidos ya en la NBA por parte de Ricky Rubio, parece un buen momento para hacer balance de su espectacular comienzo de temporada. Al margen de que Ricky ha empezado tan fuerte que ya se habla de él como candidato a “Rookie of the year”, y que lidera varias clasificaciones de novatos, destacando por encima de todo que haya ya conseguido cuatro dobles-dobles en tan sólo diez partidos (los mismos que LeBron James y Derrick Rose, y superando a Kevin Durant o Kobe Bryant entre otros), hemos querido hacer una curiosa comparativa echando un poco la vista atrás al pasado reciente de esta liga. 

Kidd y Nash, dos genios por quienes no pasa el tiempo.


Hemos escogido quince bases representativos de los últimos tiempos en la NBA, todos ellos todavía en activo, bases muy distintos entre sí pero todos ellos de larga carrera y calidad contrastada, desde los más veteranos que llevan más de quince temporadas en la liga, a las jóvenes promesas que con justicia hacen de la época actual lo que se ha dado en llamar “la era dorada de los point-guards”… algunos de ellos han ganado el anillo, otros finalistas, muchos all-star, MVP, líderes en asistencias, etc, etc… quince nombres importantes, los primeros que se me han venido a la mente, buscando, eso sí, que su juego sea sobre todo el de base puro, clásico. Por ello he descartado a jugadores como Tyreke Evans o Derrick Rose, quienes aún jugando de base su estilo es tan descaradamente anotador por encima de la dirección que casi parecen escoltas, lo que se llama “combo-guards”. La verdad es que he pasado un buen rato recopilando todos estos datos, y viendo como en los diez primeros partidos de la NBA algunos jugadores ya demostraban cuales eran sus mayores virtudes potenciales, aunque hay cosas que llaman la atención, como ver que Tony Parker era un mortífero lanzador de tres puntos en los comienzos de su carrera NBA, y ahora no es demasiado prolijo a la hora de practicar tal suerte. Para realizar esta comparativa he recurrido a la estupenda web Basketball-Reference, ¡una auténtica Biblia para todos los amantes de los datos y la estadística!, espero que les ayude a medir el verdadero impacto de Ricky en sus primeros pasos NBA, y que pasen un buen rato comparando sus números con el de otros cracks en sus comienzos. Diez partidos es un buen número para hacer análisis, sólo tienen que dividir entre diez, y... ¡voila! 

Leyenda: pts/puntos, asists/asistencias, rebs/rebotes, st/robos, bl/tapones, tc%/porcentaje tiros de campo, tl%/porcentaje tiros libres, 3 ptos/triples, to/perdidas, mins/minutos


PTS.
ASISTS.
REBS.
ST.
BL.
TC %
TL%
3 PTS.
TO
MINS.











Jason Kidd (temp. 94-95)
97
66
64
20
2
37,99
80,2
4
24
359
Derek Fisher (temp. 96-97)
38
16
11
0
0
36,36
75
2
10
118
Steve Nash (temp. 96-97)
66
39
18
6
0
47,82
86,95
2
19
181
Chauncey Billups (temp. 97-98)
111
45
19
18
0
39,75
82,05
8
22
241
Mike Bibby (temp. 98-99)
122
77
31
17
0
38,26
81,57
3
31
400
Baron Davis (temp.99-00)
54
32
24
17
1
37,73
70,58
2
21
191
Tony Parker (temp.01-02)
126
51
35
14
2
39,42
68,42
18
20
275
Chris Paul (temp. 05-06)
166
63
52
22
1
44,88
92,3
7
26
361
Deron Williams (temp. 05-06)
131
37
22
6
3
39,51
74,07
13
25
274
Jose Calderón (temp. 05-06)
63
63
20
5
1
44,23
78,94
2
19
255
Rajon Rondo (temp. 06-07)
55
33
37
11
1
38,77
60,71
0
19
209
Russell Westbrook (temp.08-09)
118
31
32
10
5
30,76
85,1
6
25
230
D.J. Augustin (temp. 08-09)
100
35
19
4
0
40,69
92,59
5
17
240
Brandon Jennings (temp 09-10)
252
59
46
11
2
48,22
74,46
27
37
349
John Wall (temp. 10-11)
180
91
36
28
3
39,51
74,07
10
39
377
Ricky Rubio (temp. 11-12)
102
79
39
16
2
46,3
69
8
33
290

martes, 13 de septiembre de 2011

MARTES Y TRECE

“La sangre aún me hierve,
cuando pienso en mi mala suerte,
y cuando me levanto
en el jergón
os maldigo” 

(“Desde el jergón”, Los Enemigos) 

Jorge Garbajosa, el rey de las manías, con una célebre pitonisa ucraniana en una playa  de Malibú.


Hoy es Martes y 13, el día en que más apetece comerse una buena empanadilla de Móstoles. Tenemos jornada de descanso en el Europeo, mañana empieza lo bueno, los cruces a vida o muerte, los partidos a cara de perro.

Parece por lo tanto un buen momento para realizar una entrada ligerita, nada de comernos la cabeza con la densidad de las estadísticas (que por otro lado, ¿qué haríamos los aficionados sin esos banquetes aritméticos que tanto nos gustan para seguir analizando cualquier partido horas y días después?), y detenernos en algo siempre presente en cualquier equipo, vestuario, o jugador de este deporte: los rituales y las supersticiones, las manías antes de cualquier partido o cita importante. 

El baloncesto, como deporte de seres fabulosos que es, supone terreno abonado para las más variopintas costumbres y ritos. Difícil es el jugador que en su rutina pre-partido no tenga una galería de tics mentales, o de lo que se conoce como TOC (trastorno obsesivo compulsivo), un ceremonial personal e intransferible con el que recubrirse ante el vértigo de enfrentarse a un deporte en el que la bola muchas veces es caprichosa y el desenlace de los encuentros en ocasiones obedece al azaroso y travieso destino, que juega con nosotros como Dios tirando los dados sobre el tapete del universo. 

Las manías y supersticiones son de la más diversa índole, según la complejidad de la personalidad del protagonista. Los hay quienes necesitan escuchar una determinada canción antes de un partido, entrar en la cancha con un determinado pie delante, llevar unos calcetines o medias en concreto, no ducharse, ducharse dos veces, etc, etc… el catálogo es variado, hay mucho donde elegir. Hay quien tiene tanto celo y vela tanto por la pureza de su mejor arma, que no permite que nadie toque ni estreche su mano, caso de Louis Bullock. El excelso y dulce tirador americano y tantos años afincado en España, jamás contacta su palma derecha con nadie antes de un partido, ni siquiera con sus compañeros, manías de una de las mejores muñecas que hemos visto en nuestra liga en los últimos tiempos.

¿Choca esas cinco?


Un personaje tan peculiar en todos los sentidos como el gran Jorge Garbajosa, evidentemente es otro de los grandes maniáticos de este deporte. Todo Jorge es una enorme superstición, una suerte de combinaciones con los cordones de las zapatillas, toallas, etc, su habitual salida a la presentación con la boca llena de agua… quien por momentos parecía que pudiera ser su relevo natural en nuestro baloncesto, como exponente de cuatro abierto y tirador, Pablo Aguilar, también parece seguir el relevo del de Torrejón en el tema de las manías, quien siempre tiene que ser el último a la hora de salir del autobús, o el último también en vendarse. Evidentemente si hablamos de Garbajosa, a todo el mundo le viene a la cabeza su especie de rezo antes de lanzar cada tiro libre, un mantra particular que a día de hoy sigue sin querer confesar, y que ha sido objeto de numerosos debates, sobre si el bueno de Jorge recita un rosario de puteadas al más puro estilo Tano Pasman, o realmente, como parece ser, le dedica unas palabras a su mujer Ainhoa.  

Rick Barry y unas cucharas más célebres que las de Uri Geller.


Claro que si nos metemos en el terreno de los tiros libres, la cosa nos daría para varias entradas. Es sin duda el momento del juego donde más claramente se ven todas las manías, rarezas y supersticiones de los jugadores. Cualquier aficionado podría nombrar sin ningún problema decenas de jugadores con mecánicas y gestos muy característicos a la hora de afrontar un tiro desde el 4,60. Personalmente uno de mis primeros recuerdos de tipo realmente maniático hasta el paroxismo en la línea de libres es el de Adrian Dantley, cuando comencé a seguir la NBA, allá por el ya lejano 1986. Dantley era un fantástico anotador proveniente de Utah Jazz que había recalado en el que ya era mi equipo favorito, los Detroit Pistons. Dentro de su facilidad para la producción anotadora destacaba también la asiduidad con la que visitaba la línea de tires libres, y ahí verlo era realmente un espectáculo., rozando continuamente los 10 segundos establecidos para lanzar, y limpiándose constantemente las toneladas de sudoración que caían por su rostro. Los aficionados recordarán también mecánicas muy curiosas, como Steve Trumbo y sus ojos cerrados, Rick Barry y su tiro “a cuchara”… caso curioso y no muy habitual es el de los jugadores que no botan el balón y lanzan directamente según han recibido del árbitro, era el caso del “matraco” Margall, o más recientemente Alberto Herreros. Y si hablamos de botes, todos recordarán al malogrado Drazen Petrovic y sus bajísimos botes de balón que finalizaban con su resoplido con el balón a la altura de la cintura antes de lanzar. Gilbert Arenas es otro de los míticos maniáticos en el tiro libre con sus pases de balón alrededor de su propia espalda, y por supuesto, mi favorito, Jason Kidd y su famoso beso hacia canasta. Tan romántico gesto decía que lo hacía dedicado a su familia… claro que como muchos recordarán, “Mr. Triple-Doble” tuvo hace cuatro años una separación que se puede calificar de cualquier cosa menos de amistosa.   

Soltando aire.


En fin, como pueden ver, manías para todos los gustos. Todo vale para relajarse, motivarse, o en definitiva sentirse mejor y saber que, por lo menos momentáneamente, el cielo no se va a desplomar sobre nuestras cabezas. Ya que hemos hablado de tantas manías famosas, les confesaré la mía. Siempre que piso una cancha de baloncesto no puedo abandonarla hasta que no he convertido un triple más o menos desde el medio campo.   

Va por ti, mala pécora.