Nuestra primera actualización del año 2012 debe ser, de alguna u otra manera, algo especial. La humanidad es un año más vieja, no podemos sustraernos a ello. En la vida del ser humano hay ciertos momentos en los que uno para a detenerse y reflexionar sobre lo andando o desandado, sobre lo aprendido y lo olvidado, sobre lo amado y lo odiado. Para mí ese momento es sobre todo cuando llega mi cumpleaños, allá por finales de Abril. Entonces es cuando realmente siento que afronto un “año nuevo”, cargando sobre mis espaldas una cifra cada vez mayor que veía tan lejana hace un tiempo que no parece tan alejado debido a lo rápido que va pasando todo, que incluso nunca he tenido claro si sería capaz de llegar hasta aquí.
Luego está ese momento importante de afrontar una nueva temporada, un nuevo curso, esas fechas que suelen coincidir con el fin del verano, que al fin y al cabo es la mejor de las épocas. Septiembre suele así marcar el momento en el que el mundo se vuelve a poner manos a la obra para continuar siendo esta gigantesca máquina depredadora de nuestro tiempo y nuestras vidas. Un inmenso gigante consumista que se alimenta de nuestro trabajo y nuestra sangre, sangre la nuestra que a su vez se mantiene en marcha y palpitante gracias a que hemos aceptado convertir este globo terráqueo en un descomunal estercolero donde no importa cuantas cabezas haya que pisar o a cuantas clases desfavorecidas explotar. Show must go on.
Y por supuesto, tenemos ese momento en el que universalizamos y globalizamos el paso del tiempo, lo hacemos extensible a toda nuestra especie y no tanto a nuestra experiencia subjetiva e individual, y prácticamente la totalidad del mundo conocido (excepto algunas sociedades y culturas tanto o más respetables que la nuestra) levanta sus copas de champagne al mismo tiempo para desear a nuestro mundo que todo vaya bien y que la maquinaria no se detenga, por muchas cicatrices que tenga ya este planeta. Son los momentos del paso del año que acaba a uno nuevo que siempre se mira con renovado optimismo, no puede ser de otra manera. Y por supuesto, para alimentar ese nuevo optimismo, recurrimos a eso que Spinoza definía como la esencia misma del hombre: el deseo. Así pues uno de los temas recurrentes en estas fechas es el de pedir o manifestar los mejores deseos, para los demás, y por supuesto, cada cual anhelando el suyo propio.
Veamos cuales son los deseos baloncestísticos del Tirador Melancólico para este 2012 que comienza.
El mago de El Masnou simboliza las ilusiones renovadas para el 2012 de El Tirador Melancólico |
Evidentemente al tratarse de un año de olimpismo nada podemos imaginar más grande que ver a nuestra selección colgarse el más preciado metal que un deportista puede imaginar jamás. El oro olímpico. Nada hay comparable a la gloria de unos Juegos. Sería el broche de oro para nuestra generación del 80 que tantos éxitos nos ha dado, y que seguro que es capaz de alargarse incluso un poquito más, hasta el mundial del 2014 que celebraremos en España. El mérito sería extraordinario teniendo en cuenta que nuevamente tendremos que competir contra el mejor baloncesto del mundo, un Estados Unidos que vive un momento de esplendor en la canasta que nos hace recordar aquellos mágicos años en los que nos enganchamos a esto, allá por los años 80. Ganar el oro a los Paul, Wade, LeBron, Kobe, Durant, Carmelo, Howard y demás jugadores incomparables que hacen noche tras noche realidad el lema de la NBA, “where amazing happens”, sería sin duda alguna la mayor hazaña y proeza baloncestística que le podemos desear a nuestro deporte en este recién estrenado año.
¿Tendrá segunda parte la mejor final olímpica de la historia? |
Pero ya puestos a pedir, y como soñar (de momento, quien sabe si hasta nos pondrán una tasa por tener ilusiones estos iluminados líderes políticos y económicos que quieren lo mejor para nosotros a base de sacarnos la sangre mientras ellos cada vez se enriquecen más vergonzosamente) no cuesta dinero, este humilde Tirador tiene la cabeza llena de veloces pájaros que cruzan la pista a toda velocidad y para quienes espera que sea un gran año, porque yo disfrutaré junto a ellos.
Evidentemente un “Rookie of the Year” para mi querido Ricky Rubio me haría ser capaz de ponerme a bailar una sardana con la camiseta del 9 de los Wolves en medio de la Gran Vía madrileña de tan feliz que sería. El impacto de su juego y el calibre ilusionista y mágico de sus acciones no necesita de reconocimiento alguno por parte de cualquier amante del esteticismo baloncestístico, pero que duda cabe que ese premio nos haría sentirnos orgullosos a todos los que jamás hemos dejado de confiar en el genio de El Masnou a pesar de su gris última temporada en el baloncesto europeo. Para empezar tampoco estaría mal verlo a finales de Febrero en el All Star Weekend de Orlando en el partido de novatos contra jugadores de segundo año, y quien sabe si con opciones de ser MVP de tal encuentro. Pedir que meta a los lobeznos en play-offs ya me parece demasiado, pero todo llegará para este equipo de talentosos veinteñaros que se mueven a velocidad de vértigo sobre la pista gracias al ritmo que les marca la nueva batuta de Rubio. ¡Hasta Anthony Tolliver parece una estrella de la NBA teniendo al lado a Ricky!
Siguiendo en la NBA, la realidad es tan jodidamente dura que por mucho que desee el regreso de mis Detroit Pistons a post-temporada me temo que estamos pidiendo un imposible. Eso sí, espero al menos ver “brotes verdes”, los cuales pasarían por un crecimiento sostenido en Brandon Knight y Greg Monroe, las dos únicas razones que nos permiten mantener un poco de fe a los seguidores de la MoTown.
Para el mejor jugador de la historia de nuestro baloncesto, el estandarte Pau Gasol, pediría su quinto All Star Game, y quizás un traspaso a Oklahoma o Chicago, donde pudiera tener auténticas opciones de ganar su tercer anillo.
No nos olvidemos del baloncesto dentro de nuestras fronteras. Como madridista mis deseos irían en la dirección de que la fantástica propuesta de Pablo Laso se viera acompañada de títulos con los que tapar las bocas de aquellos que ya se han acostumbrado tanto al picapedrerismo baloncestístico que ahora todo lo que no sean aburridos equipos jugando al límite de la posesión y marcadores de 60 puntos para abajo, no les parece baloncesto. Ganar Copa del Rey, Euroliga, y/o Liga Endesa jugando a esta velocidad de crucero pasando por encima de equipos con planteles más potentes como Barcelona o CSKA, que duda cabe, sería un sueño, y los sueños sueños son. No obstante y pase lo que pase, Laso ya me ha ganado para su causa. Una liga que se autodenomina la mejor de Europa y le segunda mejor del mundo necesitaba que uno de sus equipos puntales apostase de una vez por un baloncesto atractivo para el aficionado. Si se consiguen llenar las vitrinas de trofeos, mejor que mejor, pero al menos Laso ya ha logrado que el pabellón se llene de aficionados.
A nuestra Federación Española de Baloncesto, con José Luis Sáez a la cabeza, poco se le puede desear que superase lo conseguido en el 2011. Mantenerse en la senda del éxito y vivir otro verano plagado de medallas en las distintas categorías sería maravilloso. Si acaso habría que desear sobre todo que nuestras chicas se repongan del palo del pasado Europeo y a la ausencia el próximo verano en los Juegos. Estamos seguros de que es una generación de jugadoras que aún no ha dicho su última palabra, y con el empuje de las emergentes figuras que vienen por detrás lideradas por jugadoras como Queralt Casas y Marta Xargay, volverán a escribir páginas de gloria para la selección absoluta femenina del deporte de la canasta.
Estos podrían ser, a grosso modo, mis deseos de baloncesto para el 2012, pero por encima de todos quiero desearles a todos ustedes uno muy especial: disfruten.
Disfruten de este deporte, amen este juego, maravíllense con las proezas de los más habilidosos, con las ejecuciones matemáticas de los más certeros, con las demostraciones de testiculina de los más corajudos. No excluyan a nada ni a nadie. Emociónense por igual con la NBA, la ACB, la NCAA, la LEB, etc, etc… tienen mucho para disfrutar. No pierdan la capacidad para seguir siendo felices, este juego se creó para eso. No embrutezcan el baloncesto, no lo “futbolicen”, no miren únicamente su ombligo, pues se perderán ombligos y vientres realmente hermosos. Saquen una entrada en su barrio o en su ciudad, o cómprense un “six-pack” y túmbense en el sofá. Enciendan el televisor y relájense. Lleven a sus niños a los pabellones, a sus seres queridos, hablen a sus amigos de este deporte. Respeten a todo el mundo, a todos los jugadores, a todos los entrenadores, a todos los árbitros. Todos ellos hacen posible estos pequeños momentos de felicidad… observen a la peligrosa Mamba Negra deslizarse por el Staples Center dispuesta a soltar su veneno sobre alguna incauta presa… atemorícense cuando vean a la cruel Durántula acechar a sus víctimas desplegando sus larguísimas y enormes extremidades… no se fíen de la Rosa por muy bella que pueda parecer, al final y como cantaban 091 “la espina es lo más bello de las rosa”, saldrán escaldados si se encuentran con tan delicada pero asesina flor… y a pesar de todo, seguro que en algún momento acabarán teniendo alguna experiencia espiritual, alguna “metta world peace”… así de sorprendente y fantástico es este universo de la canasta.
El mayor espectáculo del mundo seguirá ofreciendo shows espeluznantes. |
En definitiva, amen y no odien, rían y no lloren… en pocos deportes podrán ser más felices que este. Que nadie nos lo estropee. Feliz año nuevo… desde hace muchos años esta es mi canción fetiche para el comienzo de un nuevo año, un tema de mi banda favorita, los Zombies ingleses, dentro de su colosal “Odyssey and oracle”, en 1968, y de todos los videos de you tube que hay por ahí, resulta especialmente bonito y emocionante éste de algún anónimo usuario y su montaje con imágenes en entrañable “super 8” de su familia y seres queridos… al fin y al cabo estamos en esto para emocionarnos…
En fin, si no supiera que es imposible pensaría que te has metido en mi cabeza y me has robado las ideas.... Total y absolutamente de acuerdo con los deseos que expresas. Exito a Ricky, anillo y/o traspaso para Pau, Oro para la selección ...Y disfrutar mucho de este deporte allí donde se juegue. Te aseguro que pocas veces me siento tan bien como cuando voy con mi hijo mayor a ver un partido de basket sea de la categoría que sea.....
ResponderEliminarQue tengas tu también un feliz año y que nos puedas seguir contando entre tus seguidores
Feliz año a ti también, Marcos, y a los tuyos...
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