La selección aussie, como decíamos por ejemplo sobre Brasil
hace unos días, es otro de esos equipos habituales en este torneo y que nos
evoca a épocas y ediciones anteriores, en algunos casos de no muy buen recuerdo
para nosotros. Si hablando sobre los cariocas nos deteníamos en la figura del
gran Oscar Schmidt Becerra como epítome de aquellas madrugadas baloncestísticas
de Juegos Olímpicos, en el caso de los boomers el nombre a recordar es el del
inapelable cañonero Andrew Gaze, con nada menos que cinco ediciones olímpicas
en su haber, y record de partidos jugados en este torneo con 40. El bombardero
de Melbourne guarda lugar preferente en las pesadillas de nuestro baloncesto,
sobre todo para los de mi generación, con aquel partido de cuartos de final en
Seul 88 donde su soberbia exhibición anotadora (28 tantos, de los 77 del total
de su equipo) nos apartó del camino de las medallas y supuso el comienzo de una
época ignominiosa para nuestro basket que conocería episodios realmente
dolorosos como el “angolazo” de Barcelona, y demás tragedias deportivas que
afortunadamente hoy día parecen un mal recuerdo desde la llegada de los
Navarro, Gasol y cia a nuestras canastas.
El alero australiano lideró a su país a su mejor clasificación
histórica en unos Juegos con aquella cuarta plaza de Seul que repetirían en
1996, y tuvo el honor de ser el abanderado de su país en la edición de Sydney
2000, al igual que Dirk Nowitzki con Alemania, o nuestro Pau Gasol mañana, ha
sido uno de los pocos baloncestistas que ha tenido el inmenso privilegio de ser
la cabeza visible del deporte de todo un país en una ceremonia de inauguración
de unos Juegos Olímpicos. En aquella edición en casa, por cierto, fue el máximo
anotador del torneo (y si no lo fue en ediciones anteriores, lógicamente fue
debido a la presencia de un tal Oscar Schmidt cuya productividad ofensiva y
excelencia en el tiro no conocía parangón) y jugó sus terceras semifinales
olímpicas.
Gaze bailando un "agarrao" con Yao Ming |
Pero hablemos del presente. La actual selección australiana
llega a Londres con unas señas de identidad muy claras y definidas, y que
pudimos ver en los dos partidos que les enfrentó a nuestro equipo. Un grupo
realmente generoso en el esfuerzo, duro en defensa, y sin un líder definido,
con una serie de jugadores muy activos en ataque y muy valientes en el
lanzamiento. Realmente, una selección que juega sin complejos. Quizás puedan
parecer demasiado inconscientes en su ataque, pero es de esos equipos que gusta
ver jugar por su descaro y atrevimiento. Prácticamente todos los jugadores
tienen peligro exterior, y esa será su gran baza. La falta de presión será una
poderosa aliada para desarrollar su juego sin ningún tipo de inhibición ni
agarrotamiento, ideal para un equipo poco dado a moverse en el juego especulativo.
No obstante su entrenador Brett Brown (asistente de Popovich en los Spurs, algo
se le habrá pegado), demostrando también esa absoluta falta de complejos y ese
punto pequeño punto de locura australiana, ha afirmado que van a Londres con el
objetivo de las medallas. No sé lo cree ni él, pero levanto mi Foster’s para
compartir su brindis al sol. Su objetivo real no debería ir más allá de los
cuartos de final, peleando la cuarta plaza del grupo con Gran Bretaña. Pase lo
que pase, creo que lo vamos a pasar bien viendo jugar a estos alocados
boomers.
BASES: Como hemos
comentado, no es Australia una selección en la que se reconozca de una manera
diáfana la figura de un líder, no obstante sí tratásemos de buscar su mejor
jugador, su “estrella”, es posible que debiéramos nombrar al “pequeño” (1.83)
Patrick Mills, base ideal para esta selección. No especialmente dotado para la
dirección, ejecuta un baloncesto muy sencillo con predilección para la búsqueda
del juego abierto, e individualmente su calidad ofensiva es notable, buen
penetrador, capaz de fabricarse sus propios tiros y con buena mano. Hará buenos
números. En San Antonio progresa a la sombra de Tony Parker, de quien muchos
dicen que se puede considerar digno sucesor. Quien está a la sombra del propio
Mills es Matthew Dellavedova, un par de años más joven que el base spur, y aún
en la NCAA. También es un base de juego sencillo pero sin el talento del
titular Mills, aún así sabe sacar provecho a sus minutos en pista. Ojo a su poco
ortodoxa mecánica de lanzamiento. Adam Gibson es el típico “betweener” que se
mueve entre base y escolta, jugará más de dos, y aportará más en defensa. Lo
mismo ocurre con Peter Crawford, base-escolta que tendrá que arañar los minutos
que pueda de “shooting guard”.
ALEROS: Hablando sobre una selección tan proclive al juego
en abierto y al lanzamiento exterior, cabe pensar que en las alas se encontrará
gran parte de su fortaleza. Y de hecho es así, con el añadido de que además de
estupendos tiradores nos encontramos jugadores altos, fuertes, y con buen nivel
defensivo. Es el caso de los sobradamente conocidos (los tres juegan en ACB)
Joe Ingles, Brad Newley y David Barlow. Buenos tiradores y con físico para
ayudar en defensa y rebote, sobre todo Barlow quien podrá jugar de cuatro en
ocasiones. Mark Worthngton no parece que vaya a aportar mucho, aunque puede
funcionar como alero alto especialista en defensa.
Los zurdos también la saben meter. |
PIVOTS: Puede parecer el punto débil del equipo, teniendo en
cuenta las ausencias de dos figuras como el nuevo jugador culé Nathan Hawai y
sobre todo la estrella NBA Andrew Bogut. Aún así encontramos un par de nombres
ilustres y de sobra conocidos por el aficionado español como David Andersen y
Matt Nielsen, dos veteranos venidos a menos, pero aún aportarán, sobre todo Andersen,
siempre brillante en el tiro exterior y con su buen juego de pies. Maric debe
poner la intensidad, defensa y rebote que el equipo necesita, sobre todo ante
la ausencia de Jawai y Bogut, y Aron Baynes apunta a ser último en la rotación.
Juego interior apañadito, con oficio y buen juego en ataque, pero que sufrirá
en defensa.
PLANTILLA:
4
|
Peter Crawford
|
Escolta
|
193
|
1979
|
Townsville Crocodiles
(Australia)
|
5
|
Patrick Mills
|
Base
|
183
|
1988
|
San Antonio Spurs
(NBA)
|
6
|
Adam Gibson
|
Base
|
188
|
1986
|
Gold Coast Blaze
(Australia)
|
7
|
Joe Ingles
|
Escolta
|
203
|
1987
|
FC Barcelona Regal
(Liga Endesa)
|
8
|
Brad Newley
|
Escolta
|
198
|
1985
|
Valencia Basket (Liga
Endesa)
|
9
|
Matthew Dellavedova
|
Base
|
183
|
1988
|
St Mary's Gaels (NCAA)
|
10
|
David Barlow
|
Alero
|
205
|
1983
|
UCAM Murcia (Liga
Endesa)
|
11
|
Mark Worthington
|
Alero
|
202
|
1983
|
Gold Coast Blaze
(Australia)
|
12
|
Aron Baynes
|
Pívot
|
207
|
1986
|
Ikaros Kallitheas
(Grecia)
|
13
|
David Andersen
|
Pívot
|
212
|
1980
|
Montepaschi Siena
(Italia)
|
14
|
Matt Nielsen
|
Ala-pívot
|
209
|
1978
|
Khimki (Rusia)
|
15
|
Aleks Maric
|
Pívot
|
211
|
1984
|
Panathinaikos (Grecia)
|
Posible quinteto titular: Segunda
unidad:
Mills
Dellavedova
Ingles
Gibson
Barlow
Newley
Andersen
Nielsen
Maric
Baynes
Papel secundario: Crawford y Worthington
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