Sé lo que están pensando. En este blog no aprendemos. Si hace unas semanas nos mostrábamos ilusionados y expectantes ante el comienzo del Eurobasket femenino, alabando el juego y virtudes de nuestra selección española que llegaba a Polonia como una de las aspirantes al oro, para unos días después llevarnos un palo tremendo con una dolorosa eliminación que nos llevó a hacer la dolorosa confesión de nuestra naturaleza gafe, ceniza y cenicienta, hoy ponemos nuestros ojos en Bilbao y en el Europeo sub20 que comienza esta tarde con un debut español ante una correosa Turquía.
Franch, el timón. |
Es cierto que, una vez más en el baloncesto español, partimos como unos de los grandes favoritos a subirnos a lo más alto del cajón.Un equipo liderado por consagrados jugadores ACB como Josep Franch o Nikola Mirotic, unido al hecho de ser anfitriones, nos otorga esa presión del oro como objetivo. Una presión, un favoritismo, que nunca me ha gustado nada y del que creo que siempre hay que huir en la medida de lo posible, y máxime en una cita en la que realmente hay un buen ramillete de plantillas importantes, e incluso sea Francia quien deba colgarse ese cartel de favorito.
La piña "bleu", grandes favoritos. |
Al lado del base verdinegro Franch y del ala-pivot madridista Mirotic como referencias más reconocibles, encontramos una selección con nombres que sonarán al aficionado, algunos ya con apariciones ACB como el base Simeón en el Valencia, o el tirador Sastre en el Cajasol. Alberto Jodar es otro de los baluartes del equipo, un jugador del que llevamos años oyendo hablar como futura estrella de nuestro baloncesto y no acaba de llegar a la élite (dos años de continuas lesiones imagino que tienen mucho que ver) Hablando de lesiones, una de nuestras referencias en el juego interior (ese que me plantea más dudas) es Nacho Llovet, el pivot del Joventut (que ha disputado ya 10 partidos con el equipo ACB) sale recientemente de una y veremos cual es su estado físico. Pero el juego interior me plantea dudas no sólo por la recuperación de Llovet (quien juega de cinco siendo lo que se dice un "dos metros pelaos"), la ausencia de centímetros en nuestro roster ante plantillas con auténticas torres me parece un déficit excesivo que nos puede hacer mucho daño. Evidentemente vamos a necesitar correr mucho y llevar los partidos a un planteamiento rápido y abierto en el que no se impongan las defensas ni los ataques estáticos largos, donde más se nota la importancia de los hombres grandes.
De la muñeca de Mirotic dependen muchas de nuestras opciones. |
Para empezar nos enfrentamos a una Turquía que cuenta con una torre de 2,12 (la misma altura que el español Arteaga a quien Orenga ha dejado fuera en el último corte, para mí equivocádamente), o 2,14 según la fuente que se consulte, Sertac Sanli, jugador del Galatasaray. Del Galatasary también es el ala-pivot de 2,07 Furkan Aldemir, futura primera ronda del draft y estrella de su selección junto al escolta del Fenerbahce Can Mutaf. Tremendo lo de las nuevas generaciones de pivots turcos, por cierto, y debemos congratularnos de cara a nuestras aspiraciones de la no presencia del bestial Enes Kanter, un jugador llamado a marcar época. Aún así Turquía debe ser de las selecciones más difíciles del torneo, apuntando el buen momento que vive el baloncesto otomano.
Otra de las grandes favoritas, como ya hemos dicho, puede ser Francia, selección que llega con dos torres gemelas por encima de los 2,10, como son Lauvergne y Gobert. Sinceramente no tenemos argumentos para poder parar ese tipo de juego, para poder contrarrestar los problemas que te puede plantear un juego interior con dos jugadores de tal envergadura. Espero equivocarme, pero creo que la falta de centímetros merman demasiado nuestras posibilidades, y además apuntan a un problema histórico de nuestro baloncesto, que ha sido solventado puntualmente por apariciones esporádicas que de hecho se convertían en auténticos puntales en la selección nacional a falta de una competencia que si encontramos en bases y aleros, posiciones donde los seleccionadores nunca han tenido problemas a la hora de escoger talentos para nuestros combinados. Si echamos un vistazo a los que pueden ser los jugadores referentes de nuestro baloncesto en el futuro, teniendo en cuenta aún los años que les quedan a Rudy Fernandez, Llull, Suarez o Claver, y por supuesto a Ricky, vemos a los Franch, Sastre, Rabaseda, Daniel Díez, Jaime Fernandez... bases y aleros con enorme proyección. En hombres altos, los últimos jugadores ACB con juventud y margen de crecimiento han sido del estilo Pablo Aguilar o Mirotic, es decir, cuatros abiertos, prácticamente aleros, pero no pivots capaces de pegarse por dentro con cualquier rival (cosa que lleva haciendo muchos años Felipe Reyes a pesar de su handicap de centímetros, por cierto) El caso de Rabaseda es paradigmático, de ser uno de los cuatros más brillantes de su generación, a reconvertirse casi en escolta para poder "sobrevivir" en el baloncesto de elite. Preocupante el panorama de hombres altos en nuestro baloncesto futuro, aunque es cierto que a Marc Gasol aún le queda mucha carrera, y la nacionalización de Ibaka, aunque sea un cuatro, nos daría un plus de agresividad y mordiente bajo aros que vamos a echar mucho de menos cuando cuelguen la camiseta los Pau, Felipe o Fran Vazquez (si bien la historia de este último con la selección es más de desencuentros que otra cosa)
Evan Fournier, maneras de estrella. |
Pero volvamos al torneo que hoy comienza en Bilbao, una magnífica ocasión de disfrutar de un baloncesto de calidad y de una serie de jugadores que dominarán Europa a corto o medio plazo. A pesar de las lustrosas ausencias (el citado turco Kanter, el baskonista Musli, la torre germana Neumann, y por supuesto, el MVP del último Mundial U19, Jonas Valanciunas, son los principales nombres que se me vienen a la cabeza), hay varios focos de atención a los que el buen aficionado debería estar atento. Evidentemente el duo Franch-Mirotic en nuestra selección. La también citada conexión turca entre tirador (Mutaf) y pivot (Aldemir), el ala-pivot griego Chrysikopoulos (puede ser nuestra pesadilla en el segundo partido), las mencionadas torres galas (Lauvergne, 2,10 y Gobert, 2,13) capaces de jugar juntos y coincidir en cancha muchos minutos, dándole una dimensión y potencial interior a su equipo por encima del resto de selecciones, unido ello a su brillantes exteriores Westermann y Fournier, lo cual hace que para la mayoría de analistas sea Francia la gran favorita al oro. Y otro nombre a tener en cuenta y una apuesta personal, como no podía ser de otro modo en el blog del tirador melancólico. Me refiero al escolta italiano Alessandro Gentile, prototipo del cañonero italiano de toda la vida que conocemos desde Antonello Riva, e hijo nada menos que de Ferdinando Gentile, genial base-escolta transalpino, jugador muy completo, y al que muchos recordarán porque participó en aquella locura baloncestística y orgía anotadora que fue la mítica final de la Recopa del 89 entre el Real Madrid y el Snaidero Caserta. En aquel partido inolvidable de los 62 puntos de Petrovic frente a los 44 de la mano santa de Oscar Schmidt, la muñeca de Gentile también se hizo notar con 32 puntos. Vaya dos escuadras aquellas, Petrovic, Biriukov, Rogers, Fernando Martín, Gentile, Oscar, Esposito, Glouchkov... ¡qué grandes recuerdos para tiradores nostálgicos!
Alessandro Gentile, raza blanca tirador. |
El hijo menor de Nando Gentile (su hermano Stefano es también baloncestista profesional) es ya una de las estrellas de la Lega y seguro que será uno de los grandes killers de la competición, una de nuestras esperanzas para la pervivencia de la raza del tirador.
Me gustaría hacer hincapié también en un dato, la mayoría de los jugadores que vamos a ver en Bilbao son jugadores nacidos en el 91 y el 92. En España tenemos un jugador nacido en Octubre del 90, sólo unos meses antes que muchos de los que serán estrellas en este torneo y en el baloncesto europeo más inminente. Ese jugador lleva ya 6 años en la elite y entre otras cosas ya ha sido plata olímpica o campeón de Europa absoluto. Me refiero por supuesto a Ricky Rubio. Digo esto porque a veces creo que perdemos la perspectiva sobre quien es realmente Ricky y cuales han sido sus pasos, y justo es recordarlo porque siempre queda algún ciego que no quiere ver (los menos, afortunadamente) Precisamente fue el Europeo U18 de Madrid en el 2007 la última ocasión que nuestro país celebró una competición de este tipo con una selección en la que ya brillaba Ricky y nos llevamos la decepción de un quinto puesto en un torneo en el que triunfó la Serbia del genial Milan Macvan (también fue el torneo del vergonzoso amaño del Lituania-Serbia que nos dejó fuera de la lucha por las medallas). Esperemos que en esta ocasión estos jóvenes buscadores de oro encuentren el camino que lleva al preciado metal.
La participación española, que comienza hoy a las 20,45 frente a Turquía, pueden seguirla por Teledeporte.
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