Sasha busca repetir el éxito mundialista. |
El grupo B es posiblemente el más duro de los cuatro
en liza en este torneo, el grupo de la muerte que hay en cada competición, y
que en esta ocasión nos ha tocado a nosotros. Sobre España haremos un análisis más
exhaustivo en otra entrada, como debe ser, pero baste decir que nos enfrentamos
ante Serbia, Turquía e Italia de manera consecutiva en los tres primeros
partidos de una fase que cerramos ante Alemania, anfitriones del grupo, para
darnos cuenta de la dificultad de ser primeros, una plaza a la que a priori
somos aspirantes junto a Serbia, pero dada la dificultad de este grupo
cualquier resultado es posible. Sólo Islandia parece asumir una clara condición
de cenicienta y verse abocada a la última plaza, sufriendo previsiblemente
alguna que otra paliza ante equipos que buscarán el mayor average posible
debido a las posibilidades de empate a balance de victorias y derrotas. El
jugador más reconocible de los nórdicos es el ACB Jon Stefansson, actualmente
en busca de equipo tras ser cortado por Unicaja.
Entre los otros cinco equipos todo parece posible,
ya que tanto Serbia, como España, Italia, Turquía y Alemania tienen entidad
suficiente para ser hasta primeros de grupo… y sin embargo una de estas
selecciones se quedará fuera, y otra tendrá que conformarse con una cuarta
posición que previsiblemente la haría enfrentarse a Francia en octavos,
favorita para liderar el grupo A.
La selección de Djordjevic, actual subcampeona del
mundo, parte con un ligero favoritismo en nuestra opinión para ser líderes de
este grupo B, claro que en esta ocasión no pueden permitirse un torneo como el
pasado mundial, donde fueron de menos a más, ya que la exigencia en este caso es
desde el salto inicial (partido contra España) Sus primeras espadas estarán en
la cita, aunque llama la atención que jugadores como Keselj o Macvan ya no
cuenten para el roster definitivo, con lo que prometían ambos jugadores, sobre
todo el interior. Djordjevic exige máximo compromiso, y ha conseguido sacar lo
mejor de ese genio ciclotímico que es Teodosic. Tampoco estará Krstic, ya
retirado de la selección, por lo que más que nunca comienza a ser el tiempo del
citado Teodosic, de Bjelica, de Bogdanovic, o de Raduljica, quienes conformarán
la columna vertebral del conjunto serbio. Gente joven como Dangubic (exterior
del Estrella Roja) o el talentoso pívot Milutinov, quien tras explotar esta
temporada en el Partizan de Belgrado ha sido drafteado por los Spurs y firmado
por Olympiakos, demuestran que Djordjevic no contempla estancamientos en su
selección. Un equipo dotado del carácter de su coach, dura y competitiva,
rocosa por dentro, y con mucho talento exterior. Claros candidatos a
podio.
Alemania creemos que puede colarse entre las
primeras del grupo, pese a lo limitado de su roster. Sus grandes esperanzas se
basan en lo que pueda dar de sí su lustrosa pareja NBA. El base Dennis
Schoreder ha sido uno de los responsables de la buena campaña de Atlanta Hawks
como uno de los líderes de la segunda unidad del equipo georgiano. Sus 10
puntos y 4 asistencias por partido en su segundo curso NBA le sitúan como uno
de los playmakers jóvenes que más ha progresado esta temporada. Sobre Dirk
Nowitzki poco nuevo se puede decir ya, teniendo en cuenta que hablamos de un
campeón de la NBA, MVP de temporada regular, MVP de finales, y un 13 veces All
Star. Es cierto que son 37 años ya, pero su clase sigue intacta y será una de
las estrellas del torneo. Será importante también la eterna promesa Robin
Benzig, recién fichado por el Cai Zaragoza, quien iba para figura y se quedó en
un aceptable segundo nivel, pero siempre rinde con su selección. Habrá que
seguir también al ex –ACB Tibor Pleiss, justo antes de embarcarse hacía la NBA
destino Utah Jazz. Anton Gavel, pese a haber sido internacional con Eslovaquia,
ha obtenido permiso FIBA para poder jugar como nacionalizado con Alemania, y
será otro hombre clave para el nuevo seleccionador Chris Fleming, al igual que
el joven alero de 21 años Paul Zipser. Poco vemos más allá de eso, y sin un
banquillo potente no deberían estar más lejos de cuartos de final (u octavos,
si se emparejan con Francia), pero en una primera fase en la que son
anfitriones hay que tenerlos en cuenta. La gran ausencia es Maxi Kleber, quien
tanto nos ha gustado en el Obradoiro, castigado por sus problemas físicos.
Dirk y Dennis juegan en casa. |
Turquía e Italia presentan mimbres sobrados para
pasar de grupo, e incluso hacerlo como primeros del mismo, pero pese a la
rutilancia de sus nombres propios nos surgen muchas dudas. En el caso de los
otomanos, su habitual falta de competitividad cuando no se encuentran al amparo
de su afición, les hace ser una constante decepción en torneos de este tipo.
Además cuentan con dos grandes ausencias, el pívot Omer Asik, fuera por
problemas físicos, y su todoterreno Emir Preldzic, quien anunció que
descansaría este verano. Polémica por otro lado con el caso Kanter. El pívot de
Oklahoma City asegura que le han dejado fuera por motivos políticos (es
seguidor de Fethullah Gulen, islamista enfrentado al gobierno de Erdogan),
mientras que el seleccionador Ergin Ataman mantiene que ha sido el jugador
quien ha renunciado a defender la camiseta de su país. Con todo esto, Ersan Ilyasova
es el líder y referente del combinado turco. Habrá que seguir las evoluciones
del jugón Bobby Dixon, nacionalizado bajo el nombre de Ali Muhammed, encargado
de llevar la batuta del juego otomano, además de ser otro de los referentes
ofensivos de Ataman. Hay clásicos como el escolta Guler, o el pívot Savas, y
mucha juventud talentosa (Sipahi, Osman…) y una debilidad personal como Furkan
Aldemir, una auténtica bestia reboteadora en categorías de formación pero que
no ha acabado de explotar todo el baloncesto que lleva dentro. Una selección
capaz de lo mejor… y de lo peor, por mucho que suene a tópico.
Tópico que se repite con Italia. Tras unos años de
ignominia aún no del todo superados (17ª posición en el Eurobasket 2011, y sin
lograr clasificación para los JJOO de 2012 ni el Mundial de 2014) y con una
actual generación de talentos, muchos de ellos en la NBA, seguimos esperando
que los transalpinos den de una vez ese paso adelante que por calidad (e
historia) se les supone. El estelar Gallinari, el tirador Belinelli, el blando
pero talentoso Bargnani, el “Garbajosa” Datome, el eficiente Aradori, el
veterano Poeta, el explosivo Hackett, los crecientes Gentile y Melli…y al
frente un entrenador con las tablas de Pianigiani, en quien la federación sigue
confiando un verano más como el hombre idóneo para conseguir que tanto talento
individual funcione de una vez como una orquesta afinada.
Il canto del Gallo |
En definitiva un auténtico bombazo de grupo, con
selecciones que tanto pueden aspirar al podio como quedar eliminadas a las
primeras de cambio, y que nos asegura un choque de octavos de final entre dos
candidatos a medalla, ya que Francia espera en el cruce al estar en el grupo
A.
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