viernes, 27 de junio de 2014

LA GRAN PELEA


Laso, versión enfurecida del profesor Charles Xavier


Y se acabó. Decimos adiós a otra temporada de baloncesto ACB que nos dejó por momentos grandísimos episodios de baloncesto (con Real Madrid, Valencia, y Fiatc Joventut, personalmente como los equipos al que mejor juego he visto hacer, siempre dentro de mi gusto personal y subjetivo) El Barcelona se alza con el cetro liguero que perdiera la pasada temporada, y capitula el curso baloncestístico con un último partido en el que por fin hubo la igualdad y emoción deseadas.

Y eso que el Barcelona marcó el ritmo y mandó desde el principio, excepto un 0-3 inicial de Rudy, el resto del minutaje el equipo de Pascual estuvo arriba, sin llegar al nivel de excelencia en el tiro del tercer partido (aún así fantástico 47%, 9 de 19, anoche), llegando a alcanzar diferencias por encima de los 10 puntos en algunos momentos del segundo y tercer cuarto. Pero este Real Madrid ha recuperado un corazón de campeón que hacía muchos años que había perdido y se dejó la piel para evitar el KO, llegando incluso a empatar el partido a 76 a falta de un minuto, gracias a un Niko Mirotic asumiendo por fin el liderazgo necesario para encarar el aro rival y martirizar a un Lampe que se veía muy inferior en su defensa. Pero fue precisamente el jugador polaco quien se vistió de héroe para deshacer el empate con un triple a 21 segundos del final. Maciej Lampe, quien fuera apuesta de futuro del Real Madrid cuando aún era una promesa adolescente, tuvo cumplida venganza sobre el club blanco (por no hablar de Oleson, jugador fichado que nunca llegaría a debutar como madridista debido al desprecio demostrado por Messina hacia su figura, o Tomic, quien vendió sus servicios al eterno rival cuando el Madrid no accedió a sus elevadas pretensiones económicas, cosa si hicieron los azulgranas) Muchas cuentas pendientes que se cobraron ayer algunos jugadores. Sergio Rodríguez, errático y perjudicial para su equipo toda la serie falló su intento posterior de equilibrar el marcador, y el partido se convirtió en el típico carrusel de tiros libres, triples a la desesperada y tiempos muertos, sin que el Barcelona cediese un mando justamente trabajado. Enhorabuena. 

El partido nos deja un buen número de detalles. Pelea, intensidad, garra, un Madrid indomable pese a las circunstancias en contra, mayormente ejemplificadas en el estado físico de sus jugadores, y hasta en un Pablo Laso capaz de levantarse de su silla de ruedas para protestar airadamente a los árbitros, lo que le costó su descalificación del encuentro. Y un Barcelona que ha encontrado su mejor nivel de juego en el momento de las finales. Ojo a este dato, el Barcelona ha lanzado nada menos que 100 triples durante estas series finales (25 por partido) y ha anotado 44. Una burrada, 44% durante cuatro partidos que deciden un título. El Madrid ha lanzado sensiblemente menos (83) y anotado muchísimo menos también (25) Curioso. Una de las mayores armas del Real Madrid durante toda la temporada, y por lo que a veces ha sido incluso criticado por sus detractores (el abuso del juego exterior), ha sido finalmente el elemento clave para el título liguero azulgrana. Xavi Pascual se ha “lasizado”, por así decirlo, permitiendo a sus jugadores una libertad absoluta a la hora de mirar el aro y de realizar posesiones cortas, lo que se ha traducido en una gran confianza en todos sus jugadores, no sólo los habituales protagonistas, si no “secundarios” como Nachbar (su mejor baloncesto lo ha dado en estos partidos) o Lampe, clave cada vez que ha mirado aro. Tampoco podemos olvidarnos de Ante Tomic, absoluto dominador de la pintura y demostrando que su inteligencia baloncestísca no para de crecer (admirable su manera de repartir juego desde la “bombilla”), sus 12.2 puntos, 8 rebotes y 1.5 asistencias por partido bien podían haberle valido el MVP de las finales, galardón que se lleva finalmente ese devorador de títulos, individuales y colectivos llamado Juan Carlos Navarro, el rey que nunca abdica.    

Y si el partido nos deja muchas cosas, la temporada muchísimas más. Ya hablaremos de ello, pero hay que recordar que el Madrid ha realizado un grandísimo curso baloncestístico, con un juego que ha maravillado a toda Europa y obtenido el reconocimiento de todo el mundo de la canasta, incluyendo a un Xavi Pascual que como decimos ha otorgado a sus jugadores una mayor libertad en estas finales y ha apostado por un ritmo alto de ataque, buscando el aro rival en cuanto hubiera la mínima posibilidad de tiro. El regusto final es amargo, la Supercopa y Copa parecen escaso premio para un equipo que ha hecho el mejor baloncesto visto en años en Europa, pero el aficionado no puede olvidar todo lo que ha disfrutado con el juego de los jugadores de Laso, tanto el seguidor imparcial, como (y sobre todo) el madridista que ha llenado el Palacio de Los Deportes jornada tras jornada o se ha maravillado delante de la pantalla del televisor con los festines oficiados por un equipo simplemente espectacular. Que nadie nos quite lo que hemos disfrutado, a pesar de mucho amargado que sólo se acerca a este deporte cuando huele la posibilidad de ganar algún título (y más si es frente al Barcelona) pero el resto del año no mira ni un partido. Se oyen ya rumores de una patada en el culo de Florentino Pérez a Laso, ese técnico al que abrazaba y jaleaba cuando le regalaba unos títulos que hacía mucho tiempo que en la sección de baloncesto del club blanco no se veían (hay que remontarse a principios de los años 90, entre los años 1993 y 1995 para recordar a un Real Madrid que durante tres años seguidos ganase títulos, casi 20 años sin volver a vivir un ciclo ganador) Es fascinante la capacidad del presidente madridista para destrozar cualquier proyecto que funcione por sus estúpidos deseos megalómanos. Él pone el dinero, y como un niño mimado se cree en el derecho de romper el juguete cuando deja de hacerle gracia. Una pena que los sufridores aficionados madridistas tengamos que ver como en este club no se apuesta de una manera sana por el baloncesto, dejando trabajar a la gente que sabe y a la gente de la casa.  


Enhorabuena al Barcelona y a Xavi Pascual por un fantástico triunfo liguero. Gracias al Real Madrid y a Pablo Laso por regalarnos un juego tan maravilloso que nos ha alegrado la mayor parte de la temporada.       


Navarro lo ha vuelto a hacer.

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