La selección femenina absoluta entrenada por Lucas
Mondelo finaliza su participación en el Eurobasket 2015 de Hungría y Rumanía
colgándose al cuello un bronce que supone su séptima medalla en los últimos
ocho campeonatos de Europa (sólo nos caímos del cajón en 2011), lo que da una
idea de la regularidad competitiva que ha alcanzado un baloncesto femenino cuyo
crecimiento ha sido todavía más asombroso que el del masculino, ya que si en
hombres siempre hemos tenido buenas generaciones y aunque no ha habido éxitos
continuados sí que durante la segunda mitad del siglo XX de vez en cuando
rascábamos metal en algún torneo, en femenino hasta principios de los 90, con
las Blanca Ares, Elizabeth Cebrian y compañía, no empezamos a conocer el éxito.
Ha sido un brillante torneo para las nuestras,
ganando el 90% de los partidos (9 victorias por una sola derrota, ante Francia
en semifinales, aunque se sufrió más de lo esperado en cuartos de final ante
Montenegro) y con Alba Torrens como máxima anotadora de la competición e
incluida en el Quinteto Ideal del torneo. No pudimos en esta ocasión con la
potencia gala, vengándose así las francesas de la final del anterior Europeo en
el que conquistamos el oro ante las francesas que eran anfitrionas en un
trepidante final de partido. No obstante las Yacobou, Gruda y compañía no
supieron rematar la faena y una sorprendente Serbia se coronaba por primera vez
en su historia campeona de Europa en femenino dejando a las francesas de nuevo
con la miel en los labios.
El bronce español tiene aún más mérito teniendo en
cuenta que se afrontaba el torneo con la ausencia de Sancho Lyttle,
posiblemente la mejor pívot del mundo y cuyo equipo WNBA, las Atlanta Dream, no
ha permitido su concurso con nuestra selección. En ese sentido hay que reseñar
el enorme trabajo realizado por la joven senegalesa Astou Ndour, quien ha
suplido con garantías a toda una estrella como la jugadora de San Vicente y Las
Granadinas. Al igual que sucede en masculino (y ahí tenemos el debate
Ibaka-Mirotic), sólo se permite una jugadora nacionalizada, con lo cual y salvo
cambio en la norma, Ndour debe esperar cuando Lyttle cuando esté disponible.
Sería fantástico contar con ambas.
Lucas Mondelo ha vuelto a realizar un fenomenal
trabajo con unas jugadoras empeñadas en no bajarse del podio. El bronce es un
éxito y nadie pone en duda tal afirmación. Pero echando la vista atrás y
recordando nuestro anterior bronce masculino en el Eurobasket 2013, no puedo
evitar seguir pensando que se fue injusto no sabiendo valorar aquel metal
conseguido sin Pau Gasol, Navarro, Felipe Reyes, Ibaka ni Mirotic. La única explicación
que encuentro para que el bronce femenino de 2015 sea un éxito y el bronce masculino
de 2013 un fracaso (para algunos) es que el basket femenino, al ser menos
mediático, puede trabajar más tranquilo sin tanto ruido e intoxicación
alrededor. Esto no pretende ser una defensa de Orenga, cuya incompetencia quedó
patente en el tristemente recordado partido contra Francia del pasado Mundial,
pero sí una reivindicación de lo que fue otro éxito para el basket español y no
se supo valorar como tal.
En todo caso lo que esperamos es que esta medalla
haya sido la primera de otro verano de recolección de metales para nuestro
baloncesto en ambos sexos y en todas las categorías posibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario