Ribas y Mumbrú dieron una lección de liderazgo, pero sólo Pau rió al final. |
Si algo le faltaba a la inmensa temporada de un Pau
Ribas que no está llamando a las puertas de la selección, si no tirándola abajo
directamente, era un final de partido como el de ayer para meter Al Valencia en
semifinales por el título, siendo el único equipo capaz de hacerlo con factor
cancha en contra. Era la eliminatoria en principio más igualada, cuarto contra
quinto, y que habían finalizado con mismo balance de victorias y derrotas. Una
serie tan angustiosa que se traduce en el hecho de que ningún equipo ha sido
capaz de ganar en su casa. Se diría que en esta ocasión el factor cancha ha
jugado en contra. No obstante los aficionados de Miribilla supieron reconocer
la temporada de sus jugadores con una ovación de poner los puntos de punta al
finalizar el partido pese a la decepción del resultado. Tras un verano en el
que se apuntó incluso hasta la desaparición del club, verlo acabar cuarto en
liga regular y disputar la fase de final de Copa y de Liga es una muestra de
profesionalidad que hay que reconocer.
El Valencia salió al partido con las mismas buenas
sensaciones que en el anterior encuentro disputado en Bilbao, demostrando una
gran fluidez ofensiva que le llegó a irse al descanso con claro 33-45 a favor.
Ni rastro del Bilbao sólido y férreo en defensa de toda la temporada. Pero en
la segunda parte la vieja guardia de los hombres de negro, encarnada en un jugador
de carácter (y calidad) como Mumbrú, fue capaz de darle la vuelta al marcador
gracias a un gran trabajo defensivo y a los buenos momentos en ataque del capitán.
Los bilbaínos llegaron a ponerse por delante a poco más de un minuto para el
final (67-66) y entonces llegó el momento de la épica. Un triple de Ribas
totalmente limpio desde unos ocho metros con una frialdad admirable ponía el
67-69, cuando el balón más calentaba, y a pesar de haber fallado sus tres
intentos triples anteriores. Que se lo pregunten a Axel Hervelle, quien fallaba
dos tiros libres en la acción siguiente, a algo más 40 segundos para el final,
pero ahí estaba de nuevo Mumbrú dando una lección de coraje para capturar el
rebote ofensivo y con un 2+1 poner por delante a los locales (70-69) Ribas
volvió a ejercer de líder para en la jugada siguiente forzar una falta en penetración.
Eran sus primeros tiros desde la línea de castigo, pero no le tembló el pulso,
poniendo el 70-71 definitivo que valía un pase a semifinales. Al Bilbao le
quedaba una posesión que se la jugó, como no, Alex Mumbrú con un lanzamiento
forzado a tabla, el rebote cayó en manos valencianistas y a pesar de que aún
quedaban segundos los locales fueron incapaces de hacer falta personal, de
hecho el Valencia aún llegó hasta la canasta contraria renunciando al tiro y
dejando pasar los segundos. Un partido de play offs en toda regla. Los de
Durán, a intentar el más difícil todavía ante Real Madrid.
A la otra semifinal, con el Barcelona como rival,
accede un Unicaja que se jugaba además su presencia en Euroliga la temporada
venidera, al haber perdido la licencia A. Los malagueños ya han cumplido y Joan
Plaza ha devuelto a la entidad andaluza a un sitio entre los grandes de nuestro
basket, pero buscarán sus opciones ante el Barça de Pascual. Jayson Granger
parece recuperar su mejor nivel y ayer fue el verdugo y ejecutor de los
baskonistas con 19 puntos y 8 asistencias, bien apoyado por Fran Vázquez y sus
14 puntos y 11 rebotes.
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