El grupo C puede ser el gran exponente del cambio
generacional que ha de sufrir el baloncesto continental una vez se vayan
apagando las rutilantes estrellas de los Pau Gasol, Nowitzki o Tony Parker.
Destacamos dos jugadores por encima de todo, y ambos llamados a liderar a sus
respectivas selecciones (si no ya en esta gran cita si al menos en un futuro a
medio plazo), favoritas por otro lado a ocupar las dos primeras plazas del
grupo: el croata Hezonja y el griego Anketokounmpo, sin olvidarnos del también croata Dario Saric.
De Croacia se espera mucho en este torneo. La
madurez de una generación brillante técnicamente pero a la que le ha faltado
sangre y ambición (algo de lo que parece sobrado, precisamente, ese torbellino
llamado Mario Hezonja) para llegar más alto (sus semifinales del Euro 2013 han
sido su mejor resultado desde mediados de los 90, cuando un tal Drazen Petrovic
lideraba el combinado arlequinado) Ante Tomic es sin discusión el mejor cinco
FIBA, pero es incapaz de resultar dominante a ambos lados de la cancha y su
desidia defensiva a menudo lastra el rendimiento del colectivo, pese a su
exuberancia y capacidad ofensiva. El referente más sólido en cuanto a
rendimiento para un Perasovic debutante en el cargo deberá ser el alero Bojan Bogdanovic,
cuya brillante campaña rookie en los Brooklyn Nets ha disipado cualquier duda
que pudiera existir sobre su potencial. Otra de las estrellas de una selección
sobrada de talento es Dario Saric. Uno de esos jugadores que ha dominado a
placer el baloncesto de formación, y a sus 21 años ya es jugador referencial en
Europa. Aún no ha tenido la explosión brutal que se esperaba, pero es un
jugador que cualquier entrenador gustaría de tener por su polivalencia y
capacidad para aportar en todas las facetas del juego. Un todoterreno, el
jugador más completo de su roster. Sobre Hezonja, es una apuesta personal de
este blog. Su carácter y ambición y ganas de reivindicarse en cada momento le
sitúan como una de las posibles estrellas de este torneo a pesar de sus 20
años. Reforzando este poker de ases encontramos jugadores ya clásicos como
Ukic, Tomas, Zoric, Rudez o Simon.
Nombres que serían primeras espadas en un gran número de selecciones y aquí
tendrán un papel más secundario, pero aseguran un roster de altísimo nivel.
Vuelve Dontaye Draper, para ocupar la plaza de nacionalizado que deja el
lesionado Oliver Lafayette. Pese a llegar como segundo plato su sobriedad en la
dirección y capacidad como “stopper” de presión defensiva alta está fuera de
toda duda. Croacia presenta calidad a raudales, buen banquillo, y la aureola de
ganador de Perasovic. Candidatos claros a medalla.
Saric y Hezonja, dúo de veinteañeros para soñar |
También vemos serias opciones de pelear por los
metales a una Grecia que combina vieja guardia (Spanoulis, Zisis, Bourousis,
Perperoglu, Printezis) con jóvenes valores como Calathes, Koufos, Sloukas,
Papanikolau… y por encima de todos, Antetokounmpo. “The Greek Freak” es una
maravilla de la naturaleza, un siete pies polivalente y que puede jugar tanto
por fuera como por dentro (aunque su tiro exterior sigue dejando bastante que
desear) En el Europeo impondrá su envergadura y explosividad y promete ser uno
de los jugadores más espectaculares del campeonato. Buena selección y un viejo
conocido como Katsikaris en el banquillo. Deberían llegar lejos.
Eslovenia ha de aspirar a la tercera posición del
grupo, aún a pesar de presentar uno de sus peores combinados que se recuerden
en mucho tiempo, ya que acuden sin Goran Dragic, Udrih, o los Lorbek, y con
Lakovic y Nachbar retirados de la selección. Responsabilidad para el
“hermanísimo” Zoran, quien tiene la oportunidad de resarcirse de su
decepcionante paso por la NBA. No faltará el clásico Uros Slokar, y debemos
fijarnos en el gigante Alen Omic, fichado por el Gran Canaria para suplir a
todo un Walter Tavares. Poco más le vemos a los verdes de Eslovenia,
personalmente nos gusta Klobucar, base-escolta que aportaba mucha intensidad al
juego desde el banquillo en el pasado Mundial, y que puede tener la oportunidad
de ser titular en ausencia del genio Goran Dragic. No obstante la tercera plaza
debiera ser suya, ya que Macedonia no se parece en nada al equipo que maravilló
en 2011 y nos las hizo pasar canutas en semifinales, más bien parecen próximos
a repetir un papel como el de 2013 (18º posición) En sus últimos partidos de
preparación han encajado palizas ante España, Turquía, e incluso Letonia. Hendrix
releva como nacionalizado a quien fuera santo y seña macedonio, el explosivo y
genial base Bo McCalebb, y se hinchará a hacer números para su estadística
particular. Otro jugador clave y con muchos puntos en sus manos es el alero Stojanovski,
de quien conocemos su calidad tras lo demostrado en el MoraBanc Andorra. Veteranos
como Ilievski y Sokolov también serán los rostros más reconocibles para el
aficionado, y fundamentales para el joven seleccionador debutante Srbinovski
(tras el polémico despido de Dzikic). Pueden colarse entre los cuatro primeros,
pero apenas les damos opciones en los cruces.
Georgia también puede tener posibilidades de arañar
una cuarta (o incluso tercera) plaza de grupo, con un pívot NBA consagrado como
Zaza Pachulia, y muy buenos jugadores interiores como Shermadini, Shengeila, y
el polivalente Sanikidze. Atentos también al joven alero LEB Beka Burjanadze,
un 3-4 de 21 años con el que parece contar mucho el seleccionador Kokoskov,
asistente en Utah Jazz y en el cargo georgiano desde 2008. Una selección con
mucha técnica y altura en sus hombres altos, pero que adolece de juego exterior,
cuestión que tratarán de solventar con el ex –barcelonista Jacob Pullen, base
reconvertido a escolta para seguir dejando el timón del juego a Tsintsadze,
base indiscutible en el combinado ex –soviético pese a no ser un jugador de
números. Se espera que el jugador del CSKA Markoishvili siga aportando triples.
Han estado muy irregulares en la preparación, pero si rinden ante Eslovenia y
Macedonia, y cumplen contra Holanda, estarán en octavos de final.
Pachulia y Shermadini, las torres gemelas georgianas. |
Respecto a los tulipanes, su objetivo debería ser
irse del campeonato sin el casillero de victorias a cero, con una selección inferior
a las de sus compañeros de grupo (y suerte del que le ha tocado, en un grupo B
sería totalmente despellejada) pero con mucho orgullo y ganas de competir. En
su larga preparación han demostrado ser un equipo que vende caras sus derrotas,
ya que aunque presentan un balance de cinco victorias y diez derrotas en esos
partidos, y los últimos cinco encuentros los han contados por derrotas, sólo
mostraron debilidad real ante Lituania y Grecia en tales choques, cerrando con
un gran encuentro ante Turquía cediendo por un solo punto (94-95) Henk Norel es
el santo y seña de una selección plagada de jugadores de la liga holandesa, y
en la que junto a Norel los exteriores Charlon Kloof y Worthy de Jong serán los
referentes ofensivos del equipo. No creemos que pasen de la primera fase, pero
pueden ser inesperados jueces de grupo si logran dar la campanada ante
Eslovenia, Macedonia o Georgia.
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